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domingo, 10 de noviembre de 2019

Parte de Guerra Republicano (10 de noviembre 1936)

Defensa de Madrid—Ofensiva de Aragón —Operaciones en Andalucía.

A las diez y diez horas

Frente Norte y Noroeste.—En los sectores Oriental y Centro completa tranquilidad. En Asturias la aviación ha realizado una eficaz demostración sobre las posiciones enemigas de la parte occidental de la zona de Grado, logrando desmontar una batería facciosa y destruyendo un pequeño convoy de víveres.

Frente de Aragón.—En ios sectores de Caspe y Alcañiz comunican tranquilidad. En la zona de Barlete, sector de Bujaraloz, nuestra artillería castigó con un intenso fuego una concentración enemiga que trataba de infiltrarse por nuestro flanco izquierdo. La aviación rebelde ha evolucionado sobre nuestras posiciones desapareciendo rápidamente al advertir la presencia de nuestros cazas.
Durante la noche pasada se ha observado una fuerte presión enemiga en la línea de Lobres. En la sierra de Alcubierre los enemigos realizaron un pequeño ataque que fue rechazado por nuestras tropas iniciándose un contraataque que obligó a las tropas fascistas a abandonar sus primeras posiciones dejando en el campo más de 50 muertos. En nuestras líneas se han presentado 12 soldados procedentes del campo enemigo.

Frente del Sur.—No se ha operado en este sector durante el día de hoy.

Frente del Centro.—El enemigo continuó hoy atacando con toda intensidad en toda la línea del sector de Madrid, muy particularmente en las zonas de Carabanchel y parte norte de la Casa de Campo.

A pesar del esfuerzo e intensidad puestos en su empeño, no sólo no ha conseguido avanzar sino que a última hora de la tarde inició la retirada en la Casa de Campo, obligado por un gran bombardeo de nuestra aviación, reaccionando nuestras tropas con gran energía e iniciando vigorosos contraataques.
Un trimotor enemigo con su carga completa de bombas se ha pasado a nuestras filas aterrizando en el aeródromo de Alcalá, habiéndose derribado por nuestras escuadrillas de caza otro de igual clase en las proximidades del Puente de la Florida.

En los demás frentes, sin novedad.

PARTE DEL MINISTERIO DE MARINA Y AIRE

A las nueve de la noche

La jornada de hoy se ha caracterizado en cuanto a la aviación leal por una intensísima actividad.
Los servicios comenzaron a las siete y cuarto de la mañana, y no se les puso término hasta que acabó el día. Iniciáronse las operaciones con el bombardeo de una posición artillera que se descubrió en un montículo de la Casa de Campo, y sobre la cual se lanzaron 12 bombas de gran tamaño.

En el campo de tiro de Carabanchel, donde había un núcleo considerable, formado por fuerzas de caballería y artillería y 15 o 20 camiones, se lanzaron con precisión varias bombas.
Otras ocho bombas causaron grandes destrozos en una concentración enemiga en la carretera de Extremadura, cerca del Campamento de Carabanchel.

Más tarde fue bombardeada una concentración de infantería en la Casa de Campo. Otra patrulla aérea atacó con notorio éxito una concentración enemiga en las proximidades de la Casa de Campo. Frente a esta patrulla aparecieron tres «Junkers» enemigos, escoltados por nueve cazas. Los «Junkers» huyeron inmediatamente.

Una escuadrilla formada por siete bimotores bombardeó una agrupación de automóviles y proximidades de Fuenlabrada y un convoy automovilista que se dirigía hacia Navalcarnero.
Entre Leganés y Carabanchel, la artillería antiaérea hizo fuego de barrera contra nuestros aparatos, los cuales contestaron lanzando sobre las baterías 23 bombas.

Al norte de Getafe fueron bombardeados núcleos muy numerosos de facciosos y en el Cerro Rojo se lanzó una bomba sobre varias piezas de artillería.

Más tarde, en las cercanías de Leganés, fue atacada con éxito una columna enemiga.

El hecho más culminante de la jornada de hoy cabe atribuirlo al ataque realizado, poco después del mediodía, por 18 aviones nuestros que, formando seis patrullas, aparecieron perfectamente alineados sobre la Casa de Campo, y descendiendo a pocos metros del terreno ametrallaron a las tropas facciosas allí concentradas.
El efecto de este ataque fue verdaderamente terrible.
El enemigo despavorido huyó en todas las direcciones. Sobre el campo quedó gran número de cadáveres.

La sorpresa de los atacados fue tremenda; pues ni podían imaginar el número de aviones que se presentaban a combatirlos ni mucho menos calcular la potencia ofensiva de cada uno de ellos. Esta operación limitó la posibilidad de avance que se proyectaba hacia Madrid desde aquellos lugares, incapacitando de momento para realizar toda la ofensiva a las tropas, que en cifra muy cuantiosa se había acumulado allí.

A última hora de la tarde se presentó en Alcalá, procedente del aeródromo enemigo de Escalona, un brigada conduciendo un «Júnkers» cargado de bombas.

El brigada, compañero y amigo de Urturbi. que realizó hace tiempo azaña análoga, manifestó que era su propósito desde el comienzo de la guerra civil, en que se le obligó a luchar contra las instituciones republicanas, pasarse a nuestras filas; pero que no le había sido posible hasta hoy, a causa del régimen de terror que impera en el campo faccioso.

Esta tarde, aprovechando la circunstancias de que se le dejó solo unos instantes en el «Junkers» para rodarlo a otro sitio del campo, se elevó con él a fin de sumarse al Ejército leal, sin reparar en el peligro que suponía el aterrizaje con el aparato cargado de bombas.

El brigada, que ha sido ascendido a Alférez por el ministro de Marina y Aire, después de oírle su relato refirió, entre otras cosas interesantes, que todos los aparatos «Junkers» los envía Alemania al territorio español en vuelo, haciéndolos pasar por encima de Francia durante la noche.
Confirmó extremos ya conocidos respecto al aprovisionamiento constante de material de guerra por Alemania e Italia, así como la intervención directiva de especialistas italianos y alemanes, tanto en el ejército de tierra como en el de aire.

El brigada recibió con gran emoción los abrazos de muchos campaneros suyos, quienes lo felicitaron por su conducta, mostrándose contentísimo de poder luchar con ellos.

Como se le ofrecieran algunos días de descanso, renunció a todo reposo, diciendo que prefería comenzar inmediatamente los vuelos con nuestra arma aérea.

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