Parte de Guerra Republicano (31 de enero 1938)

Batalla del Alfambra.

Ejército de Tierra

 

Centro.—A primera hora de la mañana las fuerzas propias procedieron a la voladura de dos minas en el sector de Carabanchel, ocupando seguidamente una trinchera enemiga. Los facciosos sufrieron más de 150 bajas vistas y fueron hechos prisioneros un alférez, un sargento, un cabo y ocho soldados.
 

Extremadura.—Los intentos rebeldes para romper la línea propia en Cerro Mulva, Loma de la Rama y Choza Alta (sector de Peñarroya) han sido rechazados fácilmente por nuestras tropas.

En otros sectores de este Ejército la actividad se redujo a los tiroteos habituales. 

 

En los demás Ejércitos, sin noticias de interés.
 

Parte de Guerra Republicano (30 de enero 1938)

Batalla del Alfambra.

Ejército de Tierra

 

Levante.-—Hoy no hubo actividad alguna en esta zona, a excepción de ligeros tiroteos.
 

Extremadura.—El enemigo inició a primera hora de la mañana un ataque protegido con tanques y aviación sobre nuestras posiciones situadas al sur y suroeste de Los Blázquez e inme­diaciones de Peraleda de Zahucejo, donde consiguió ocupar el Salto del Gamo y la loma de La Arana.
 

Las fuerzas propias, en brillante contraataque, recuperaron esta última posición. Se com­bate con intensidad en las proximidades del Salto del Gamo.
 

En los demás Ejércitos, sin noticias de interés.

Parte de Guerra Republicano (29 de enero 1938)

Batalla del Alfambra.

Ejército de Tierra

Levante.—Continúa la presión de las fuerzas propias en los diferentes sectores de este Ejér­cito, donde los combates han registrado mayor intensidad los últimos días.
 

Nuestra artillería deshizo una concentración rebelde en las proximidades de Torre la Cárcel, causando al enemigo bajas vistas.
 

Ha sido derribado por las fuerzas de tierra un avión faccioso, que cayó en nuestras líneas, resultando muerto el piloto.
 

En los demás Ejércitos, sin novedad.

Parte de Guerra Republicano (28 de enero 1938)

Batalla del Alfambra.

Ejército de Tierra.

 

Levante.—Ha continuado hoy el combate en los sectores de Singra y Celadas, conservando las fuerzas leales la iniciativa de la operación.
 

Extremadura.—Se ha rectificado a vanguardia nuestra línea en el sector de Zalamea de la Serena (Badajoz).

En los demás Ejércitos, sin novedad.

Parte de Guerra Republicano (27 de enero 1938)

Batalla del Alfambra.

Ejército de Tierra.

 

Levante.—Tin los sectores de Celadas y Singra se continuó hoy combatiendo a iniciativa de las fuerzas leales, sin que las líneas hayan experimentado durante la jornada variación sensible.
.
A pesar de las dificultades atmosféricas, la aviación propia realizó diversos servicios de ex­traordinaria eficacia, bombardeando las posiciones enemigas.
 

En los demás Ejércitos, sin novedad.

Parte de Guerra Republicano (26 de enero 1938)

 Batalla del Alfambra.

Ejército de Tierra.

 

Levante.-—Durante toda la jomada continuó hoy la actividad en el sector de Singra, aunque menos intensamente que ayer. La artillería republicana hostilizó las posiciones enemigas de Pico del Zorro y Monte Pelado, batiendo en Campillo una concentración de camiones con fuerzas, a las que ocasionó bajas vistas. A las 11,15 horas, medio centenar de aparatos de caza nuestros ametrallaron muy eficazmente a tropas rebeldes en las alturas de Los Cabezos de Singra y en la zona comprendida entre la carretera y el ferrocarril. A las 15 horas otras escuadrillas de caza leales se encontraron, a la altura de Sierra Palomera, con seis bimotores de bombardeo enemi­gos a los que protegían cazas rápidos «Meissersmith». Nuestros cazas se lanzaron al ataque lo­grando derribar un bimotor, que se estrelló contra la montaña. Además se vio a otros dos bimo­tores retirarse dejando espesas estelas de humo, señal evidente de que habían sido averiados. Los «Meissersmith» no entablaron combate. Cuando nuestros aviones regresaban a su base toparon con una escuadrilla de cazas «Fiat», la cual huyó.
 

En los demás Ejércitos, sin novedades dignas de mención.

 

Parte de Guerra Republicano (25 de enero 1938)

Batalla del Alfambra.

Ejército de Tierra.

Levante.—Nuestras tropas iniciaron, a primera hora de la mañana, un avance por el sector de Singra y, venciendo la resistencia enemiga, ocuparon la cota 1.071, las casas de La Hoya y otros puntos en las proximidades de Singra. La aviación enemiga, en número considerabilísi­mo, realizó furiosas agresiones para desbaratar nuestros avance, el cual fue protegido por la aviación leal. Al final de la jornada conservamos todas las referidas posiciones.
 

En los demás sectores de este Ejército no hubo actividad alguna.
 

Este.—Ha sido rectificada a vanguardia nuestra línea al norte y noroeste de Aguilón, sector de Villanueva de Huerva.

En los demás Ejércitos, sin novedad.

Ejército del Aire

Durante la noche última nuestros aviones de servicio nocturno bombardearon Navalpotro y la estación de Jadraque, en la zona del Ejército del Centro, y en la del Este, Cariñena, la carretera de este pueblo a Zaragoza y el aeródromo de Alfamen.

A las 11,30 de la mañana, 15 aparatos rápidos de gran bombardeo realizaron una incursión sobre Vailadolid, batiendo preferentemente la parte de la ciudad donde están enclavados la estación ferroviaria y los talleres de la Compañía del Norte. Nuestros aviadores oyeron grandes explosiones y vieron densas columnas de humo negro, lo cual hace suponer que se produjo la voladura de depósitos de municiones. Los aviones arrojaron 7.500 kilos de explosivos.

A las tres de la tarde, 50 aparatos de caza que salieron a cooperar a las operaciones que el Ejército de Levante realizaba por Singra atacaron sobre Sarrión a seis bimotores enemigos, sien­do entonces los nuestros acometidos por escuadrillas de aparatos alemanes «Smith», con los cuales entablaron combate; otros cazas facciosos tipo «Fiat» que estaban igualmente en el aire huyeron; al parecer fueron derribados dos «Smith».

Parte de Guerra Republicano (24 de enero 1938)

 Batalla del Alfambra.

Ejército de Tierra.

Levante.—Hoy la actividad en tierra se limitó a tiroteos de fusil y fuego de cañón, sin consecuencias, en varios sectores de la zona de este Ejército.

 

A las 10,30 de la mañana, 40 aviones nuestros ametrallaron con extraordinaria eficacia una concentración de fuerzas de infantería facciosa. Después entablaron combate con la aviación enemiga, derribando un «Fiat» cuyo piloto se lanzó en paracaídas. Otros dos aviones facciosos de caza se retiraron de combate antes que el grueso de la formación, dejando tras sí estelas de humo, por lo cual se supone fundadamente que fueron también destruidos.

 

Extremadura.—Nuestra línea ha sido rectificada a vanguardia en el sector de la sierra de Argallanes (Badajoz),

 

En los demás Ejércitos, sin novedad

.

Parte de Guerra Republicano (23 de enero 1938)

Batalla del Alfambra.

Ejército de Tierra.

Levante.—Con mucha menos intensidad que en días anteriores continuó hoy la lucha en los frentes de este Ejército, siendo totalmente rechazadas las tentativas del enemigo. La aviación leal^ametralló y bombardeó con extraordinaria eficacia las líneas rebeldes.
 

En los demás Ejércitos, sin novedad.

Parte de Guerra Republicano (22 de enero 1938)

Batalla del Alfambra.

Ejército de Tierra

 

Levante.—Siguió combatiéndose hoy en los frentes de Teruel, habiendo conseguido el ene­migo, a última hora de la tarde, modificar ligeramente nuestra línea al sur de el Muletón. En un encuentro entre las dos masas de aviación fueron derribados dos monoplanos rebeldes; nos­otros perdidos un «chato».
 

En los demás Ejércitos, sin novedad.

Parte de Guerra Republicano (21 de enero 1938)

Batalla del Alfambra.

Ejército de Tierra

 

Levante.—Ha continuado la encarnizada batalla en el frente de Teruel, donde el enemigc presionó fuertemente, siendo contenido y rechazado, sin que haya habido variación en nuestras líneas.
 

La aviación rebelde actuó con intensidad durante el día, bombardeando y ametrallando nuestras líneas.
 

En los demás Ejércitos, sin novedad.

Parte de Guerra Republicano (20 de enero 1938)

Batalla del Alfambra.
 

Ejército de Tierra

Levante.—La jomada de hoy fue una de las de mayor dureza en la batalla de Teruel, batalla que por su duración y efectivos con que se mantiene es de las de mayor importancia entre todas las habidas desde el comienzo de la guerra. El enemigo lleva un mes entero en su obstinado afán de reconquistar la plaza que nosotros tomamos en sólo seis días. Iniciamos nuestra ofen­siva el 15 de diciembre y las tropas republicanas entraron el 21 en la ciudad, por cuya recu­peración pugna el enemigo desde aquella fecha acumulando en servicio de tal propósito medios que jamás llegaron a reunir en ningún frente, viéndose obligados a la renovación constante de las fuerzas que combate por el terrible desgaste que están sufriendo. Hoy, con auxilio de gran­des masas de aviación realizaron furiosos ataques en el llano y alturas de Celadas, siendo recha­zados. A las cinco de la tarde y a costa de grandes bajas lograron apoderarse de el Muletón. Fuerzas de caballería enemiga que pretendieron infiltrarse fueron dispersadas y puestas en fuga. Se libraron dos combates aéreos, en el primero intervinieron, sumando las dos partes, más de un centenar de aviones. Se desarrolló minutos antes de las once de la mañana, siendo derriba­dos dos aparatos de caza y otro de bombardeo, los tres enemigos, sin que nosotros tuviéramos baja alguna. El segundo combate ocurrió a las dos y media de la tarde, alcanzando, en cuanto a la cifra de aparatos en batalla, la misma proporción que en la anterior. Esta vez perdió el enemigo tres monoplanos ligeros y cuatro «Fiat». Nosotros perdidos dos «chatos» y otros dos chocaron en el aire, lanzándose los pilotos en paracaídas. No obstante este sensible accidente, el balance en la lucha aérea nos fue, como se ve, favorabilísimo.
 

Extremadura.—En el sector de Bélmez, al sur de Cerro Romera, las tropas republicanas realizaron un avance en una profundidad de tres kilómetros.
 

Andalucía.—Fuerzas propias ocuparon hoy las cotas 753, 730 y 715 situadas en el sector de Modín, al suroeste de los Olivares.

En los demás Ejércitos, sin novedad.

Parte de Guerra Republicano (19 de enero 1938)

Batalla del Alfambra.

Ejército de Tierra

Levante.—Hoy durante todo el día se combatió con dureza entre la masía del Chantre y el Muletón, donde los facciosos atacaron valiéndose de potentes auxilios aéreos y artilleros. El Muletón, para cuya conquista ha consumido el enemigo muchas fuerzas, sigue en nuestro poder. En los demás Ejércitos, sin novedad.

 

Ejército del Aire

 

He aquí la nota que nos fue transmitida a primeras horas de la tarde de ayer:

 

Minutos después de las doce horas de hoy, seis bimotores enemigos, procedentes de Palma de Mallorca, lanzaron sobre sitios muy céntricos de Barcelona gran número de bombas de extra­ordinaria potencia, que derribaron algunos edificios viviendas y causaron en otros considera­bles desperfectos.

 

El número de muertos alcanza el centenar, siendo también muy elevado el de heridos.

 

Las baterías antiaéreas hubieron de cesar en su fuego al despegar nuestras escuadrillas de caza, las cuales no lograron dar alcance a los aparatos agresores, que se internaron rápidamen­te en el mar, de retorno a su base.

 

Valencia fue objeto esta madrugada de dos bombardeos: el primero a la 1,40, y el segun­do a las 5,17. Los daños materiales ocasionados en aquella capital son importantes y el número de víctimas reducidísimo.

Parte de Guerra Republicano (18 de enero 1938)

Batalla del Alfambra.

Ejército de Tierra

Levante.—El enemigo, continuando su ofensiva en las cercanías de Teruel, realizó hoy dos ataques hacia el Muletón, partiendo el primero de ellos de Celadas y el otro de Concud. Ambos fueron enérgicamente rechazados, sin el más mínimo quebranto en nuestras posiciones.
 

Como consecuencia de un contraataque que las tropas leales realizaron, partiendo de las posiciones de La Losilla, recobramos la cota 1.205.
 

La aviación facciosa siguió actuando con intensidad. A las dos de la tarde se vio obligada a combatir con nuestra aviación. Fueron derribados dos aparatos enemigos, uno de los cuales cayó a diez kilómetros de Puebla de Valverde, resultando muertos sus dos tripulantes.
 

El fuego de nuestras ametralladoras derribó otros dos aviones facciosos marca «Fiat», que cayeron dentro de nuestras líneas. Nosotros perdimos dos aparatos.
 

En los demás Ejércitos, sin novedad.
 

Ejército del Aire
 

La aviación facciosa realizó hoy los siguientes bombardeos:
 

A las 9,15, sobre Sagunto; a las 12,30, sobre Valencia, en la parte céntrica de la ciudad; a las 14,45, sobre Benicasín, y a las 15, nuevamente sobre Valencia.

 

En Benicasín una de las bombas cayó en el interior de un hospital.
 

La agresión contra la ciudad de Valencia ocasionó seis muertos y 22 heridos.

Parte de Guerra Republicano (17 de enero 1938)

Batalla del Alfambra.

Ejército de Tierra

 

Centro.—Ha sido rectificada a vanguardia nuestra línea con la ocupación de las cotas 1.151 y 1.162 (El Lontazo), y la cota 1.140, al noroeste de Sacecorbo (Guadalajara).
 

Levante.—-El enemigo, tras una tregua que le han impuesto las grandes pérdidas por él su­fridas en su primer tentativa, ha reanudado impetuosamente el movimiento ofensivo hacia Teruel. Esta mañana, a las 10, inició un fuerte ataque en dirección a los Altos de Celadas, apoyado por fuego intensísimo de artillería y gran masa de aviación. Nuestras líneas experimentaron una pequeña flexión al sur de Petrón.
 

Nuestras escuadrillas aéreas, que ametrallaron a las tropas rebeldes, entablaron combate con gran número de aparatos facciosos. La batalla en el aire fue dura y porfiada, cerrándose con resultados ventajosos para nosotros.
 

Se derribaron cinco aparatos enemigos, cayendo dos de ellos marca «Fiat» dentro de nues­tras líneas. 

Nosotros perdimos dos «chatos».
 

En los demás Ejércitos, sin novedades dignas de mención.

Parte de Guerra Republicano (16 de enero 1938)

Batalla de Teruel.

Ejército de Tierra

 

Levante.—Inactividad en las unidades de tierra. Actuó intensamente la aviación enemiga sobre nuestras líneas situadas a retaguardia. Nues­tros antiaéreos derribaron un «Fiat» faccioso, que cayó incendiado en campo enemigo.

 

 En los demás Ejércitos, sin novedad.
 

Ejército del Aire
 

A las 10,45 de hoy, día 16, tres trimotores facciosos de la base de Palma de Mallorca, al llegar a la altura de Burriana, arrojaron cinco bombas al puerto, tomando como objetivo el buque mercante inglés «Seabank Spray», que se encontraba allí fondeado. Ninguna de las bombas alcanzó al referido barco, cayendo la más próxima a unos, doscientos metros de distancia del mismo.

Tres aparatos leales de caza entablaron combate con los aviones facciosos, ignorándose si alguno de éstos fue alcanzado por sus disparos. Los cazas regresaron sin novedad a su base. La Jefatura de Fuerzas Aéreas comunica lo siguiente:

Ante la presencia de tres bimotores enemigos sobre Reus salieron cuatro aparatos de caza nuestros que les atacaron permanentemente hasta agotar sus municiones. Uno de los bimotores fue derribado, cayendo al mar.

La noticia se pudo confirmar mediante el vuelo de un aparato de reconocimiento, que a unas doce millas de la costa, en el lugar que se le indicó, vio flotando papeles y una gran estela de aceite.

Hoy, a las 7,45, tres aparatos facciosos que se presentaron sobre Valencia bombardearon el poblado del Cabañal y las inmediaciones de las Arenas, causando cinco muertos y cuarenta heridos.

A las 15,35 del día 15, tres trimotores «Júnkers» realizaron un bombardeo sobre Sagunto, sin que ninguna de las bombas lanzadas alcanzara a las instalaciones de la Siderúrgica del Me­diterráneo, que parecía ser el objetivo buscado.

En la noche del sábado, 15, alrededor de las doce, se presentaron sobre Barcelona tres aviones facciosos, los cuales, no pudiendo realizar sobre la ciudad la agresión que proyectaban, dejaron caer cerca de Mataré cuatro bombas, de las cuales sólo estallaron tres, sin que produjeran víctimas.

Sin más novedad.

Parte de Guerra Republicano (15 de enero 1938)

Batalla de Teruel.

Ejército de Tierra

 

Levante.—Ligero tiroteo en toda la zona de este Ejército.

 

Centro.—A las siete horas se hizo volar una mina propia que ocasionó al enemigo más de 50 bajas comprobadas, en las cercanías del Barrio del Terol (Madrid). Aprovechando el des­concierto que la explosión produjo entre los rebeldes, nuestras fuerzas se lanzaron al asalto de las posiciones contrarias y entablaron combate con los facciosos, los cuales se vieron obligados a reclamar refuerzos a sus posiciones del Basurero y de la Colonia del Comercio. Conseguidos los fines propuestos, las fuerzas leales se replegaron a sus bases.

 

En los demás Ejércitos, sin noticias de interés.

 

Ejército del Aire

 

Minutos antes de las doce tres trimotores «Savoia», procedentes de Palma de Mallorca, fueron cañoneados por las baterías antiaéreas y perseguidos por nuestros cazas, hicieron una incursión rapidísima y a gran altura sobre Barcelona, lanzando varias bombas, parte de las átales no es­tañaron. Hora y media después se repitió la agresión en la misma forma por otros tres aparatos de igual clase. Los daños, todos ellos producidos en edificios de viviendas, son escasos, y muy contadas las víctimas.

Parte de Guerra Republicano (14 de enero 1938)

Batalla de Teruel.

Ejército de Tierra

Centro.— Ha sido modificada, a vanguardia, nuestra línea del sector de la Cuesta de la Reina.
 

Levante.—En las unidades de tierra, escasa actividad, limitada a ligero tiroteo en toda la zona de este Ejército. La aviación enemiga actuó, sobre la retaguardia de nuestra primera línea y bombardeó un tren sanitario en la estación de Rubielos de Mora, a pesar de haber podido per­cibir los distintivos de Sanidad.
 

En los demás Ejércitos, sin novedad digna de mención.

Parte de Guerra Republicano (13 de enero 1938)

Batalla de Teruel.

Ejército de Tierra

 

Levante.—Hoy no ha habido actividad digna de mención en las fuerzas de tierra.
 

Ejército del Aire
 

La aviación enemiga, que se mostró menos activa que ayer, efectuó bombardeos sobre Perales, carretera de Cuenca y carretera Valencia-Teruel, a la altura de Puebla de Valverde.
 

En los demás Ejércitos, sin noticias de interés
.

Parte de Guerra Republicano (12 de enero 1938)

Batalla de Teruel,

Ejército de Tierra

 

Levante.—El día de hoy se caracterizó por la intensa actuación de las fuerzas del aire enemigas y la inactividad completa y absoluta de las unidades de tierra. La aviación facciosa realizó diversos reconocimientos y bombardeó los pueblos de Cañete, Sarrión, Puebla de Valverde, Tortajada y Cuevas Labradas, ametrallando Alfambra.
 

Nuestras fuerzas aéreas contrarrestaron en gran parte la acción de los aparatos facciosos. En los demás frentes, sin novedades dignas de mención.

Parte de Guerra Republicano (11 de enero 1938)

Batalla de Teruel

Ejército de Tierra

 

Levante.—La jornada ha transcurrido con escasa actividad, dedicándose las fuerzas repu­blicanas a consolidar las posiciones últimamente ocupadas. La aviación facciosa actuó, durante todo el día, bombardeando y ametrallando varias posiciones propias. Nuestras baterías antiáereas consiguieron derribar un trimotor enemigo entre Mina y Rubielos.
 

En las zonas de los demás Ejércitos, sin novedades de interés.
 

Ejército del Aire
 

Sin lograr objetivo militar o semimilitar alguno, caso de que lo buscaran, la aviación facciosa realizó, a las 19 horas 10 minutos, una incursión sobre los alrededores de la capital, arrojando varias bombas en la barriada de Casa Antúnez y en la de San Andrés, ocasionando algunas víctimas. Cazas leales se elevaron e impidieron que los aviones facciosos continuaran su incursión sobre la ciudad.

Parte de Guerra Republicano (10 de enero 1938)

Batalla de Teruel

Ejército de Tierra

 

Levante.—Durante el día de hoy se han mejorado las posiciones en el sector de la Muela de Teruel, cogiéndose al enemigo 50 prisioneros. En el resto del frente no ha habido novedad habiendo avanzado sus líneas, sin resistencia por parte del enemigo, el XIX Cuerpo de Ejercite Tanto la aviación propia como enemiga han realizado diversos vuelos de reconocimiento y ame- trallamiento de posiciones.
 

Demás Ejércitos, sin novedades dignas de mención.

Parte de Guerra Republicano (9 de enero 1938)

Batalla de Teruel.

Ejército de Tierra

 

Levante.—En el frente de Teruel no se ha registrado hoy novedad alguna. Hubo únicamente ligera actividad de artillería y un bombardeo de la aviación facciosa, sin consecuencias. Está terminándose la evacuación de heridos, enfermos y prisioneros, habiendo sido identificado en la oficina de control el gobernador civil faccioso de Teruel, magistrado Martín Rodríguez Suárez, quien pretendía pasar inadvertido.
 

En los demás Ejércitos sin noticia alguna digna de mención.
.

Parte de Guerra Republicano (8 de enero 1938)

Batalla de Teruel.

Ejército de Tierra 

 

A las tres de la tarde
 

A las dos de la tarde el general Rojo ha comunicado al ministro de Defensa que las tropas rebeldes que en Teruel continuaban resistiendo dentro del convento de Santa Clara, contiguo al Seminario y mandadas por el coronel Barba, se han rendido, habiendo comenzado la evacuación de las mismas.
Suprimido este último foco de rebeldía, la ciudad queda por entero en poder de la República.

A las siete de la tarde
 

Cuando anoche quedó concluida la evacuación de las fuerzas que habían permanecido para­petadas en el Hospital, el teniente coronel Rey D’Harcourt, jefe de las mismas, se ofreció para ir a parlamentar con los de Santa Clara.

Consultado el caso con el ministro de Defensa Nacional, éste lo resolvió negativamente. Los aún rebeldes, podían atentar contra la vida de dicho jefe y luego, en la sistemática campaña de embustes que los facciosos mantienen, atribuir el crimen a las tropas republicanas, presentándolo como una violación de nuestro compromiso de respetar la vida de los prisioneros.

El peligro de que así ocurriera se evidenció esta madrugada al ser recibidos a tiros algunos parlamentarios que se acercaron al convento.

A las once de la mañana el general Rojo comunicó sus impresiones de que cuando menos hoy serían evacuados de Santa Clara enfermos y heridos, con respecto a lo cual el ministro dio las siguientes instrucciones:

«Sin perjuicio de hacer luego efectivo nuestro propósito de evacuar heridos y enfermos del Seminario y Santa Clara, conviene que en las negociaciones que sigan verificándose con quienes allí resisten, se dé a éstos la impresión de que sólo accederemos a una rendición total porque allí anida un espíritu recalcitrante para la resistencia, resultará que prestamos a su favor los servicios sanitarios librándoles de la carga y la congoja que supone la asistencia a todas sus bajas, merced a lo cual podrán seguir actuando con holgura y desembarazo.»

El jefe del Estado Mayor Central contestó:

«Por lo que a la rendición se refiere, ha contestado el coronel Barba, que está al frente de los facciosos, que debe consultarlo con sus jefes. Esto es inocente, pues ya se puede suponer la respuesta; pero de todas maneras, como el proceso del asunto es similar al de ayer en el Hospital, cuya total caída se debió a la revuelta interna, ocasionada al ver que unos salían y otros se quedaban, tengo la esperanza de que hoy sucederá lo mismo, si bien procuraremos que todo se haga en la forma más radical y breve.»

«En cuanto a lo ocurrido ayer en la rendición del Hospital —replicó el ministro—, mi parecer es parejo al de usted. Precisamente por eso, encuentro mayor fundamento a la indicación que puede merecerle en interés a nuestros elementos en contacto con los rebeldes, para que haga saber a éstos que la evacuación, a la que ya hemos accedido, tiene plazo determinado, y que después, pase lo que pase, a nada accederemos, porque de otro modo sería la suya una resistencia de puerta abierta demasiado cómo para ceder en ella cuando se le antojara, con lo cual puede considerarse ya la respuesta del coronel Barba de que usted me da cuenta y que reviste todos los caracteres de un truco.»
 

A las dos de la tarde el general Rojo transmitió lo que sigue:

«Durante la mañana se han evadido de Santa Clara 144 soldados, pasados a nuestras filas.
En este instante me comunica el general Hernández Sarabia que puede ya considerarse todo liquidado, pues en la misma forma que en el Hospital, ayer, se están entregando los militares que continuaban dentro de Santa Clara. No queda, por consiguiente, resistencia alguna en Teruel. La plaza es enteramente nuestra. Una de las personas entregadas es el obispo de la diócesis. El coronel Barba pretende puntualizar en cierta forma las condiciones de la rendición, pero ésta se halla prácticamente realizada. En cuanto a evacuados y prisioneros, se adoptarán las mismas precauciones que ayer.»
 

Finalmente, el jefe del Estado Mayor Central se expresó por teléfono ante el ministro en los siguientes términos:
 

«El general Sarabia y yo hemos presentado a usted y al Gobierno nuestra más efusiva felicitación, deseando poder seguir bajo la dirección de ustedes hasta el triunfo total.»
 

A este mensaje contestó el ministro de Defensa Nacional así:
 

«Al aceptar en nombre del Gobierno la felicitación que usted y el general Hernández Sarabia nos dirigen, me place, en representación del mismo, transmitirle los más efusivos parabienes por la victoria que culmina en el episodio de hoy, haciendo extensiva la felicitación a todos los jefes, oficiales, clases y soldados que han participado en las operaciones, bajo la inteligentísima dirección de ustedes dos, cuyos nombres sabrá guardar con satisfacción en su memoria la República.»
 

A las once de la noche
 

En la línea exterior de Teruel se combatió intensamente, frente a las posiciones ocupadas ayer por nuestras fuerzas, en la zona de la Muela y en las cotas 1.076 y 1.062, sin que el enemigo obtuviera la más mínima ventaja. En el resto del frente hubo fuego de cañón sin consecuencias, registrándose, además, una pequeña demostración enemiga por el sector de Celadas, que fue rechazada con gran facilidad. Nuestra aviación realizó vuelos de ametrallamiento sobre diversas concentraciones. La aviación enemiga mostróse hoy mucho menos activa que en las anteriores jornadas.
En los frentes de los demás Ejércitos, sin novedad.

NOTA FACILITADA POR EL MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL

El parte numérico correspondiente a los evacuados ayer viernes del Hospital de Teruel, consigna estas cifras: 40 jefes y oficiales, 450 soldados, 700 heridos, entre militares y paisanos y otras 1.000 personas pertenecientes a la población civil.

Las cifras aproximadas de los rendidos a primera hora de esta tarde en las ruinas del Semi­nario y Convento de Santa Clara, son: 2.000 combatientes y 2.000 personas civiles. En la relación de prisioneros de hoy figuran los coroneles Rey D’Harcourt, Barba y Gasea; otros ocho jefes y 50 oficiales, incluso un hijo del almirante faccioso Magaz. El obispo de Teruel, don Anselmo Polanco Fonseca, ha entregado al mando un documento suscrito por él, espontáneamente, y que dice así: «Tengo sumo gusto en testificar que desde mi evacuación del Seminario de Teruel hasta mi llegada a la estación de Rubielos de Mora, se me han guardado toda clase de conside­raciones y que de corazón agradezco.
El ministro de Defensa Nacional ha recibido el siguiente telegrama del jefe de los Servicios de Sanidad del Ejército de Tierra, telegrama expedido en Valencia a las 9,20 de la noche. «A las 17 horas de hoy recibí, a su llegada, tren hospital número 3, conduciendo 84 heridos propios y 161 heridos y enfermos procedentes guarnición enemiga rendida Teruel ayer, quedando hospi­talizados, estos últimos, en deplorable estado suciedad y depauperación. Llevaban varios días sin curar, siendo convenientemente asistidos, quedando alojados en clínicas dependientes Hospital Militar Base de esta plaza y custodiados por tropas Sanidad Militar, que los mantienen aislados demás enfermos. Salúdale respetuosamente.

Parte de Guerra Republicano (7 de enero 1938)

Batalla de Teruel.

Ejército de Tierra

 

Levante.—Esta mañana se presentó, en una de nuestras guardias dentro de ia plaza de Te­ruel, un emisario que era portador de una comunicación escrita a lápiz, incluso el membrete, y que decía así: «Cruz Roja Española. Teruel.—El que suscribe, Delegado Presidente de este Comité Local de la Cruz Roja Española, espera de su caballerosidad que atenderá al portador del mensaje que acompaña, garantizando su entrada y salida. Teruel, 7 de enero de 1938. Le saluda atentamente el Delegado Presidente: Jesús Viñas.» «Sr. Jefe de las fuerzas de 84 Brigada Mixta del Gobierno de la República». El mensaje aludido en el oficio que queda copiado decía así: «Cruz Roja Española. Teruel.—Las Autoridades de la Cruz Roja Internacional proponen en cumplimiento de un deber al Sr. Mayor de la 84 Brigada Mixta lo siguiente: l.° Los heridos que se encuentran en el hospital de la Asunción, serán evacuados, si así expresamente lo desean. Las Autoridades gubernamentales se comprometen a darles el trato humanitario exigido por las leyes internacionales. 2,° Las mujeres, niños y ancianos que expresamente lo deseen serán igual­mente evacuados, comprometiéndose las Autoridades de las fuerzas del Gobierno a dejarlas marchar libremente a sus domicilios o darles pasaporte para el extranjero, si así lo desean. El objeto de ambas medidas es alejar a la población no combatiente de las molestias de la lucha y evitar las deficiencias de asistencia a nuestros heridos. En espera de que será debidamente atendida la petición que le hago, le queda muy agradecido el Presidente Delegado, Jesús Viñas. Teruel, 7 de enero de 1938.—Sr. Mayor de la 84 Brigada Mixta. Teruel.»
 

Tras una consulta telegráfica al ministro de Defensa Nacional, se contestó al mensaje en los siguientes términos:
 

«Se accede a los deseos manifestados por el delegado de la Cruz Roja Internacional rela­tivos a la evacuación de heridos, enfermos, mujeres, niños y ancianos, comunicando al jefe de las fuerzas rebeldes que la evacuación deberá hacerse exclusivamente por el acceso del edificio a la plaza del Hospital y en grupos sucesivos no mayores de seis personas.
2.° Que durante la evacuación no se suspenderán las hostilidades más que en el sector donde circulen los evacuados, no habiendo, por lo tanto, tregua general.
3.° Deberá efectuarse en un plazo no mayor de dos horas, a partir de las catorce de hoy.
4.° El itinerario a seguir por los evacuados lo fijará el jefe de las fuerzas leales al Gobierno de la República.
5.° Cualquier agresión que parta del reducto faccioso será reprimida enérgicamente.
6.° Se rechaza la parte de la propuesta relativa a la marcha al extranjero. Nuestro proceder con la población civil y los prisioneros y evacuados, hasta ahora, de Teruel, los solícitos cuidados que nuestros servicios sanitarios y de asistencia social prodigan a cuantos llegaron heridos, enfermos o depauperados, son garantía de un comportamiento igual con quienes tan tardía­mente han de evacuar ahora la plaza. Los hechhos demuestran el engaño de que sois víctimas y esperamos que la noble conducta y el valor de que os ha dado pruebas el Ejército Popular Español os hará ver la esterilidad de vuestra absurda resistencia. La propuesta de evacuación de no combatientes se os hizo ya antes de que pudierais empezar a sufrir los horrores del asedio. Si la hubierais atendido habríais evitado muchas víctimas inocentes. Aunque las leyes de guerra nos relevan a acceder a vuestra propuesta, nuestros sentimientos humanitarios nos imponen el deber de no desoírla.»
 

A las dos y media de la tarde, y en virtud de haber quedado aceptada por nosotros la propuesta en los términos que quedan transcritos, empezó la evacuación, saliendo en los pri­meros momentos más de 500 personas, cuyo estado era lamentabilísimo. Algunos de los eva­cuados sufrieron desmayos víctimas de la inanición y todos ellos pedían angustiosamente agua pues sufrían la tortura de la sed. El ministro de Defensa Nacional estimó inadmisible la condición de que los evacuados que lo desearan marcharan al extranjero, pues, merced a tal procedimiento, serían muchos los responsables que así eludirían la acción de la justicia.

 

NOTA FACILITADA POR EL MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL

Las baterías de la Defensa Especial Contra Aeronaves que actúan en Teruel para proteger a nuestras tropas han derribado en el curso de las operaciones en aquel sector los siguientes aparatos enemigos:


Diciembre.—Día 19: Entre Campillo y Bezas, al noroeste de Rubiales, un avión de bom­bardeo.
Día 21: Entre el Alto de Celadas y Caudete, dos de bombardeo.
Día 23: En los alrededores de Concud, uno de bombardeo.
Enero.—Día l.°: Entre Concud y Alto de Celadas, dos cazas y en la carretera de Teruel a Sagunto otro de la misma clase.
Día 2: Al noroeste de Celadas, uno de caza.
Total de aparatos enemigos derribados por la D.E.C.A.: ocho.
 

OTROS PARTES
 

Parte de las operaciones desarrolladas durante el día de hoy en el exterior de Teruel.
 

A media mañana, el enemigo inició un ataque en los Altos de Celadas, siendo rechazado de modo completo. Reiteró el ataque en el mismo lugar por la tarde, y también se le rechazó. En la parte del llano pretendió avanzar a fuerza de fortísima protección de su artillería y sus aviones, pero tampoco logró ganar un metro de terreno. En cambio, nuestra ofensiva en el sector de la Muela de Teruel, ofensiva proseguida también hoy con mucho brío, nos sirvió para ganar excelentes posiciones en dirección a la Muela y hacia la cota 1.011, Nuestro avance allí consistió que dos compañías de las Brigadas Navarras, tan predilectas del mando faccioso, se pasasen íntegras a nuestras filas, siendo el número total de hombres que se nos rindieron 230. A tan brillante resultado cooperó de manera eficacísima nuestra aviación.
 

Durante toda la tarde, y por haberse prorrogado el plazo de dos horas que para la eva­cuación de enfermos, mujeres, niños y ancianos habíamos concedido, sigue saliendo gente de Teruel, incluso muchos soldados. A las nueve de la noche se rindieron el jefe de la Plaza, teniente coronel Rey D’Harcourt y 1.500 personas, en gran parte combatientes que se hallaban dentro del hospital. Subsisten en la ciudad algunos focos rebeldes cuya rendición acaso esté muy próxima.
 

NOTA DEL MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL
 

Poco después del anochecer, un avión faccioso procedente de Palma de Mallorca arrojó varias bombas, la mayor parte de ellas incendiarias, sobre Barcelona, produciendo pequeños incendios que fueron rápidamente extinguidos y causando algunas víctimas, cifradas hasta el momento de cerrar este parte en siete muertos y siete heridos. Sobre Sagunto aparecieron a las trece horas cinco aparatos enemigos, contra los cuales rompieron el fuego nuestras baterías, observándose en seguida que uno de los aviones perdía altura y velocidad por haberle alcanzado los disparos. Poco después se le vio caer al mar, donde más tarde se recogió una puerta de cabina acribillada de impactos. El aparato se hundió con sus tripulantes.
 

AMPLIACION DEL PARTE OFICIAL
 

Ejército de Tierra
 

Levante.—La lucha dentro de la ciudad no se interrumpió más que en la zona señalada para la evacuación, donde ésta continuó sin cesar durante toda la tarde, pues se prorrogó indefi­nidamente el plazo de dos horas que se había concedido.
 

El general Rojo, que se trasladó a la plaza para resolver las dificultades que surgieran en la recogida de tanta gente, sintetizó sus impresiones al ministro de Defensa Nacional en los siguientes términos: «La evacuación que he presenciado constituye una inmensa tragedia. La gente sale materialmente extenuada, a todos se les puede considerar como enfermos. Nuestras tropas acogen con cariñosa solicitud a los evacuados.» El coronel Ibarrola autorizó a uno de los médicos militares que salía con un grupo de heridos a volver al reducto faccioso de donde procedía para informar a quienes allí quedaban del nobilísimo comportamiento del Ejército Republicano. A las seis de la tarde el número de evacuados pasaban de 2.000. Minutos antes de las nueve de la noche el coronel D’Harcourt, que asumía la jefatura de los facciosos en la plaza pidió comunicación telefónica con el jefe del Ejército de Levante, general Sarabia, a quien ofreció su rendición y la de las tropas por él mandadas. Como el general republicano y el jefe faccioso se entendiesen deficientemente por teléfono, el general Hernández Sarabia autorizó a Rey D’Harcourt a trasladarse al cuartel general, a fin de comunicarse con más fa­cilidad por teletipo. En tanto, el general Rojo daba cuenta por teletipo de esta novedad al ministro de Defensa Nacional, pidiéndole órdenes sobre las condiciones a que debía ajustarse la rendición ofrecida. Cuando el ministro comenzaba a dictarlas, el general Rojo participó lo siguiente: «Mientras nosotros hablábamos, lo ha hecho Hernández Sarabia con Rey D’Harcourt, quien, desde luego, se ha rendido con toda su gente, que suma en total 1.500 hombres entre combatientes y personas civiles. Son los que estaban en el hospital, subsistiendo el foco rebelde de Santa Clara, sobre el cual se considera D’Harcourt sin jurisdicción porque desde el día 23 estaban aislados los dos núcleos y no sabe si quien ejerce el mando en el otro lado responderá a su requerimiento.»
 

Seguidamente, el general Hernández Sarabia comunicó al ministro lo que sigue: «Cuantos estaban en el Hospital al mando del coronel Rey D’Harcourt se han rendido a discrección, fiados en mi palabra de que el Ejército republicano respeta a los prisioneros, atiende a los heridos y enfermos y asiste a la población civil, garantizando las vidas de todos dentro de las leyes de la República.» El ministro de Defensa Nacional contestó al general Hernández Sarabia con estas palabras: «Aunque las condiciones establecidas verbalmente por usted ofrecieran alguna discrepancia con respecto a las que yo iba a formular, las acepto plenamente como si fueran mías. Ahora bien: el jefe del Ejército de Levante ha dado su palabra de honor, y es preciso que todas las voluntades se concuerden en el cumplimiento de la palabra empeñada. Asegurando a toda costa a los prisioneros contra cualquier acto de violencia y tomándose cuantas medidas sean indispensables para que el compromiso sea rigurosa y exquisitamente cumplido.»
 

El jefe del Gobierno, que concurría a la última parte de esta conferencia telegráfica, dictó el siguiente mensaje: «Mí cordial enhorabuena a los generales Rojo y Hernández Sarabia y al Ejército de Levante. Suscribo lo dicho por el ministro de Defensa, y espero que se adoptarán todas las medidas para que los prisioneros sean tratados con consideración, y los heridos y enfermos, adecuadamente atendidos.»
 

Por orden del ministro de Defensa Nacional salen a media noche para Teruel el inspector general de los Servicios Sanitarios del Ejército de Tierra, doctor Bejarano, y varios médicos más, a fin de organizar la hospitalización de heridos y enfermos. El ministro de la Gobernación dispuso que de Valencia se trasladasen a Teruel tres Compañías de Guardias de Asalto que, libres del apasionamiento de la lucha, se encarguen de custodiar a los prisioneros. El ministro de Defensa Nacional telegrafió al comandante militar de Valencia ordenándole la inmediata habilitación de edificios como hospitales provisionales.
 

Las noticias de media noche dicen que en Teruel se verifica con todo orden la salida de la gente que había en el reducto del hospital, realizándose esta operación bajo la vigilancia de las fuerzas de asalto. La cifra total de personas que había en aquel reducto, combatientes o no, oscila entre 2.000 y 2.200. Del Santa Clara se han evadido treinta soldados, incluso los que montaban la centinela. La actitud de nuestras tropas hacia los prisioneros es de respeto y con­miseración.

 

Ejército del Aire
 

A las ocho y media, una veintena de aparatos de gran bombardeo, protegidos por escuadrillas de caza, actuaron intensamente sobre el aeródromo de Calamocha y este pueblo. También bom­bardearon Calatayud. A las nueve y quince, y en servicio de cooperación a las operaciones de tierra que se realizaban en el frente de Teruel, una escuadrilla bombardeó la barriada de la Guea, mientras otras tres lo verificaban contra las baterías enemigas emplazadas a lo largo de la rambla de San Blas. Se les hizo intensísimo fuego antiaéreo, a consecuencia del cual fueron derribados dos aparatos, cuyos tripulantes se lanzaron en paracaídas, resultando uno de ellos muerto y el otro herido. Una escuadrilla ametralló a la misma hora las posiciones enemigas de la Muela de Teruel. Desde las doce y diez hasta las catorce, 40 aparatos de caza ametrallaron las posiciones enemigas y los caminos al este de Celadas
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Parte de Guerra Republicano (6 de enero 1938)

Batalla de Teruel.

Ejército de Tierra

 

Levante.—Prosigue la batalla de Teruel, que apenas se interrumpe y cuyas proporciones se dilatan día por día, sin que cese el enemigo en su empresa de acumular refuerzos, lo cual le resulta posible a costa del desistimiento de planes en los que tenía puesto todo su afán y que nuestras operaciones en esta zona le han desbaratado por completo. El relato de la jornada de hoy puede sintetizarse diciendo que ha sido la más intensa de cuantas han transcurrido desde que los facciosos iniciaron sus contraofensivas; la que mejor ha podido revelar el vigor de nues­tras tropas y la que ha tenido más positivos resultados para nosotros entre todas las del mismo período.
 

Por la mañana, previa una densísima preparación artillera, a cargo de gran número de ba­terías, que duró más de dos horas y de bombardeos realizados por muchos aviones, el enemigo, con acompañamiento de tanques, atacó reiteradamente por el sur de Concud en dirección a Te­ruel. Nuestra infantería, que soportó de modo admirable el terrible fuego de la artillería y la aviación facciosas, rechazó todos los ataques sin ceder un solo palmo de terreno. Mediada ya la tarde, el enemigo, que había sido castigadísimo se replegaba a sus posiciones dejando abando­nados dos tanques en la zona de combate. La acción eficaz de nuestra artillería frustró otros dos ataques en las estribaciones de Sierra Palomera hacia el Petrón, donde la infantería facciosa se replegó en gran desorden a Cerro Gordo y Celadas. En el sector de la Muela de Teruel la iniciativa fue nuestra. Actuaron allí ofensivamente las tropas de la República y su enérgica ac­ción les permitió ocupar posiciones que mantienen a cubierto del fuego la carretera de Villastar a la capital. Como los rebledes quisieran resistir en algunas casas aisladas, éstas fueron tomadas por asalto.
 

Recogimos 25 prisioneros y ocho fusiles ametralladores de marca italiana. En el interior de Teruel quedó conclusa la ocupación de la única nave del Seminario que seguía en poder de los facciosos, quienes tiene allí por solo refugio los sótanos. También fue de gran actividad la jornada de la aviación de los dos bandos. La nuestra presentó combate en dos ocasiones a la adversaria. Este rehuyó el primer encuentro poniéndose en fuga hacia Zaragoza. En el segundo contacto no pudo rehuir la batalla y en ella perdió un aparato de caza y otro de bombardeo resultando indemnes todos los nuestros. Testimonios de prisioneros y de evadidos coinciden en manifestar que las tropas rebeldes sufren estos días enormes desgastes.
 

Este.—Ha sido mejorada a vanguardia la línea propia al norte de Orna de Gállego con la ocupación de las cotas 875, 820 y 814. Durante esta operación nos apoderamos de varias cajas de cartuchos y de 20 toneladas de trigo.
 

En los demás Ejércitos sin noticias de interés.

Ejército del Aire
 

Según nuevos informes, los amones enemigos derribados en los combates aéreos que se libraron en el día de ayer, fueron cuatro, en lugar de los dos que se consignaban en el parte oficial.

Hoy, minutos después de las ocho de la mañana, fue bombardeada la estación ferroviaria de Calamocha, nudo importante en los movimientos de tropa y material que efectúa el enemigo.

A las nueve, cooperando a las operaciones del Ejército de Levante, varias escuadrillas bom­bardearon las posiciones de San Blas. A la misma hora realizamos idéntica operación al norte de la Muela de Teruel.

Los aparatos de caza que protegieron estos dos servicios ametrallaron los parapetos al sur de San Blas, las baterías antiaéreas emplazadas en aquel lugar y varios convoyes de camiones, más las posiciones enemigas de la Muela de Teruel.

A las 18 nuestros cazas se lanzaron al ataque contra dos grupos de aparatos de bombardeo y otros de caza, italianos y alemanes, que daban protección a aquéllos, siendo derribados dos aviones facciosos.
El último servicio del día consistió en el ametrallamiento de un convoy de camiones en la carretera de Caminreal a Mantalbán.
 

Por nuestra parte no hubo baja alguna.

Parte de Guerra Republicano (5 de enero 1938)

 Batalla de Teruel.

Ejército de Tierra

Levante.—Continúan nuestras posiciones resistiendo los ataques del enemigo que éste re­produjo hoy en las mismas direcciones señaladas en el parte de ayer. Nuestras tropas ocuparon las trincheras que los facciosos habían construido frente a las cotas 1.076 y 1.062. Én el interior de Teruel se destruyó gran parte del edificio del convento de Santa Clara, que seguidamente fue asaltado por tropas leales, las cuales lucharon empleando bombas de mano. Fueron hechos prisioneros, entre otros, un capitán de la Guardia Civil.
 

Se recogen entre las ruinas del edificio muchos cadáveres y continúa la extracción de gran número de personas civiles especialmente mujeres y niños que se hallaban refugiados en los sótanos.
 

La aviación enemiga actuó hoy con gran intensidad, así como la propia que batió concen­traciones descubiertas en San Blas, Concud y Celadas. Por la tarde se libró un combate aéreo, siendo derribados dos aparatos facciosos marca «Fiat».
 

En las zonas de los demás Ejércitos sin novedad

Parte de Guerra Republicano (4 de enero 1938)

Batalla de Teruel.

Ejército de Tierra

Levante—Nuevamente hoy, en el sector de Teruel, se estrelló la actividad enemiga ante nuestras posiciones del flanco derecho, donde rechazamos dos ataques a ios que cooperaban muchos tanques. Uno de los ataques fue dirigido contra nuestras posiciones del Petrón, desde las cuales los fuegos de nuestra infantería causaron muchas bajas a la adversaria, a la que se vio retirarse en desorden con sus carros blindados. El segundo ataque, también apoyado por tanques, que partió de Concud en dirección a Teruel, fue totalmente rechazado desde nuestras posiciones avanzadas. En el flanco izquierdo se rechazó igualmente un nuevo ataque enemigo a las posiciones de las cotas 1.062 y 1.076.
En el resto del frente sólo hubo fuego de artillería y morteros.
 

El frío fue intensísimo, llegando a marcar el termómetro quince grados bajo cero.
 

Hubo un combate aéreo, en el que nuestros aviones derribaron un caza adversario.
 

Por la noche se combatía nuevamente en las posiciones del Petrón, cota 1.028.
 

En las zonas de los demás Ejércitos no ha habido novedad mencionable.

Parte de Guerra Republicano (3 de enero 1938)

Batalla de Teruel.

Ejército de Tierra 

 

A las siete de la tarde

 

Esta mañana nuestras tropas tomaron por asalto el Gobierno Civil de Teruel, izándose se­guidamente en el edificio la bandera republicana.

Parte de los facciosos que allí resistían quedaron hechos prisioneros, y otra parte se evadió, refugiándose en el hotel Aragón, que está contiguo, con el propósito de continuar allí la resis­tencia.

Se han recogido muchos muertos, perteneciendo algunos de los cadáveres a niños que han sucumbido de hambre.De los sótanos se está extrayendo el personal civil, entre el que figuran gran número de mujeres.

 

A las once de la noche

Levante.—La actividad en el frente exterior de Teruel fue hoy escasa, limitándose el enemigo a realizar un ataque con carros de combate desde Concud en dirección a la capital, ataque que fue rechazado con gran facilidad. Por nuestra parte, ganamos terreno en la zona de la Muela de Teruel, apoderándonos allí de dos ametralladoras y medio centenar de fusiles.

En el interior de la capital, además de haber ocupado el Gobierno Civil, tomamos también la iglesia de Santa Clara, contigua al Seminario y que era otro de los reductos rebeldes.

En los demás Ejércitos, sin novedad.

Parte de Guerra Republicano (2 de enero 1938)

Batalla de Teruel.
 

Ejército de Tierra 

 

A las tres de la tarde 

El día primero, minutos antes de las siete de la tarde, aviones procedentes de Palma de Mallorca, que vinieron volando a gran altura, descendieron en vuelo planeado sobre Barcelona para no ser descubierta su presencia por el ruido de los motores y arrojaron sobre el casco urbano varías bombas.

Las víctimas ocasionadas por esta agresión, y registradas hasta la mañana de hoy, era de 49 muertos y 60 heridos.

A las once de la noche

 

Levante.—Durante casi todo el día de hoy se ha combatido casi sin tregua en el frente exterior de Teruel, siendo el resultado francamente favorable para nuestras armas. En el flanco derecho se rechazaron dos ataques enemigos que partieron de Concud. En el primero de ellos, librado por la mañana, nuestra artillería jugó un importantísimo papel cogiendo bajo sus fuegos a la infantería adversaria, la cual hubo de retroceder en franco desorden, sufriendo muchísimas bajas. El segundo ataque, ocurrido al anochecer, se rechazó muy enérgicamente por nuestra in­fantería. Esta dejó aproximarse a la contraría hasta tenerla por completo bajo sus fuegos y en­tonces la contuvo, rechazándola después en todos los reiterados intentos de avance.
 

Por la parte de Cerro Gordo, nuestra artillería batió con eficacia extraordinaria una columna enemiga que pugnaba por aproximarse a las posiciones que el enemigo ocupa en aquel sector, sin duda con el propósito de reforzar las tropas allí situadas, para reiterar los ataques que tienen su base en las referidas posiciones. En el flanco izquierdo se concentró la actividad dentro del sector de la cota 1.076, donde se combatió desde las primeras horas de la mañana hasta ano­checer, conservando nosotros la mencionada cota y reconquistando además las alturas inmedia­tas a la cota 1.062.
 

La infantería republicana de este sector logró, con certero fuego de ametralladora, derribar dos aviones facciosos, cuyos pilotos han quedado prisioneros. Por la tarde, en el sector de Te­ruel, el enemigo realizó un ataque sobre la plaza, previa fortísima preparación artillera, fraca­sando de modo total. Se han presentado a nuestras líneas algunos evadidos del campo enemigo, quienes ponen de relieve la desmoralización que cunde en la retaguardia facciosa, así como el enorme número de bajas que sufre el enemigo no sólo en nuestra ofensiva en este frente, sino de manera singular en estos últimos días en la contraofensiva iniciada por él.

En los frentes de los demás Ejércitos sin novedades dignas de mención.

Parte de Guerra Republicano (1 de enero 1938)

Batalla de Teruel.
 

Ejército de Tierra

Levante.—Al iniciarse la jornada de hoy el enemigo reprodujo sus ataques en dos direccio­nes, con acompañamiento de numerosa aviación y mucha artillería. En el llano, nuestras fuerzas se vieron obligadas a ceder Concud, rehaciéndose en las antiguas posiciones que el enemigo tenía en las afueras de dicho pueblo, y ante las cuales se han estrellado a lo largo del día los intentos de avance.

Al sur de la Muela de Teruel, el enemigo dirigió sus ataques hacia la cota 1.076, que, después de abandonada por nuestras fuerzas a primera hora de la tarde, se reconquistó al ano­checer en un fuerte contraataque, paralizándose así los ataques del enemigo en dicha dirección.

También se rechazaron los intentos de infiltración hacia Teruel, habiéndose detenido a un emisario que los sitiadores en el Gobierno Civil hicieron salir para comunicarse con la columna de socorro. Continuó hoy la limpieza de esa residencia, haciéndose cuatro prisioneros. En el resto del frente no ha habido novedad, así como en los del resto de los demás Ejércitos.