Adsense

sábado, 29 de octubre de 2022

Araquistain y Quevedo, Luis (1886-1959)

Escritor —periodista, ensayista, novelista y dramaturgo— y político socialista que evolucionó de la social-democracia a un socialismo moderado, pasando por el revolucionarismo pro soviético y el anticomunismo, cuñado de Julio Álvarez del Vayo, fue consejero intelectual de Francisco Largo Caballero y subsecretario de Trabajo cuando este último desempeñó dicha cartera al proclamarse la República.
 
Elegido diputado por el Partido Socialista en las Cortes Constituyentes (Bilbao), salió reelegido por el mismo partido (Madrid, capital) en las de 1933 y 1936. 
 
Miembro de la Diputación Permanente de las Cortes en esta última legislatura y concejal del ayuntamiento de Madrid, pero ya en junio obtuvo acta de diputado, siempre por el PSOE, en las elecciones a Cortes Constituyentes. Su principal aportación parlamentaria fue un discurso en defensa del que sería artículo 1.º de la Constitución de 1931: “España es una república democrática de trabajadores”. 

En febrero de 1932, tuvo que abandonar el cargo de subsecretario del Ministerio de Trabajo, por ser nombrado por el Gobierno republicano embajador de España en Berlín. Permaneció en el puesto hasta mayo de 1933, cuando presentó su dimisión para volver a la política española.
 
A su vuelta a España, Araquistáin inició una cruzada  contra el socialismo reformista y contra la colaboración de la izquierda con la burguesía liberal. Su conferencia en la Casa del Pueblo de Madrid titulada Una lección de historia: El derrumbamiento del socialismo alemán (29 de octubre de 1933) puede considerarse un compendio de las ideas que venía defendiendo desde su regreso de Alemania. Su radicalización política  tuvo una influencia decisiva en el llamado “giro bolchevique” del socialismo español, protagonizado principalmente por Largo Caballero, su mentor en el partido. En 1934 funda y dirige la revista marxista Leviatán, verdadero laboratorio ideológico de ese nuevo socialismo insurreccional por el que aboga. En las elecciones de febrero de 1936 es elegido nuevamente diputado y en abril se hace cargo de la dirección del periódico Claridad, órgano de las juventudes caballeristas,publicación siempre en pugna con El Socialista, diario del ala prietista del PSOE. Por esas fechas, Manuel Azaña, en una carta a su cuñado (10 de abril de 1936), atribuye al “araquistainismo” el haber envenenado al socialismo español con su radicalismo bolchevique.

Iniciada la Guerra Civil, Azaña encargó la presidencia del Gobierno a Largo Caballero (4 de septiembre de 1936), Araquistáin fue destinado como embajador a París, donde desempeñó un importante papel en la compra de armas para la República y en la participación española en la Exposición Universal.

Su correspondencia desde París con Largo Caballero y con el ministro de Estado, y concuñado suyo, Álvarez del Vayo, muestra su punto de vista sobre la complicada situación política de la República y del gobierno del Frente Popular. En vísperas de la crisis de mayo de 1937, Araquistáin aconsejó a Caballero un entendimiento con “los rusos”, antes de que, según él, Indalecio Prieto llegara a un pacto con ellos para desplazar a los caballeristas del poder. La caída del gobierno de Largo Caballero motivó la renuncia de Araquistáin a la Embajada en París, su regreso a España —primero a Valencia, luego a Barcelona— y un giro completo en su posición política, marcado por un acérrimo anticomunismo. De ahí su violenta ruptura política y personal con sus amigos Álvarez del Vayo y Juan Negrín.
 
Con la caída de Cataluña en poder de Franco en febrero de 1939, Araquistáin emprende un exilio sin retorno. Tras un fugaz paso por París, se instala en Londres. Desde el exilio inició un ajuste de cuentas en la prensa internacional con la política de Negrín y de los comunistas, que respondieron acusándole de traidor a la República. Durante la Guerra Mundial trabaja como propagandista de la causa aliada, en estrecha colaboración con los servicios de propaganda británicos.
 
En la tesitura de la guerra fría mantuvo una denuncia constante del expansionismo soviético y un apoyo incondicional a Estados Unidos en su política de contención del comunismo. Fue partidario, desde fecha muy temprana, de un acuerdo del PSOE con los monárquicos de don Juan y de la búsqueda del apoyo norteamericano y británico a una alternativa razonable al franquismo, que excluyera expresamente a los comunistas.

En 1947, en un acto de las Juventudes Socialistas en Toulouse, presentó un balance muy crítico de la Segunda República en una conferencia titulada Algunos errores de la República española. Pese a sus posiciones heterodoxas en relación con la situación española, con la política de la izquierda y con la República en el exilio, la voz de Araquistáin fue siempre escuchada con atención entre los socialistas españoles, sobre todo entre los más jóvenes.

Autor de numerosos libros de viajes, novelas, obras escénicas, ensayos, etc., y de algunos otros relacionados más o menos directamente con la guerra española de 1936-1939: El comunismo en la guerra civil española (Imp. de Travailleurs Réunis, Carmaux, 1939), España ante la idea sociológica del Estado (UGT, París, 1953), España en el crisol (Un Estado que se disuelve y un Pueblo que renace) (Minerva, Barcelona, s.a.), La verdad sobre la intervención y laño intervención de España (Barcelona, s,a,), Mis tratos con los comunistas (Ed. de la Secretaría de Propaganda del Partido Socialista Obrero Español en Francia, Toulouse, 1939). Colaborador de los principales diarios y revistas españoles e hispanoamericanos. .

 V. Cortes republicanas.

viernes, 28 de octubre de 2022

Aranguren Roldán, José (1875-1939)

Nacido en Ferrol (La Coruña) en 1875, ingresó con 16 años ingresó en la Academia Militar y posteriormente pasó al cuerpo de la Guardia Civil, llegando a ser coronel en 1929. Desempeño diversos casos como Jefe Superior de Policía (Madrid), jefe del Tercio de la Guardia Civil (La Coruña) y general de brigada por el Gobierno del Frente Popular. Acto seguido fue nombrado para mandar la 5.ª Zona de la Guardia Civil en Cataluña —compuesta por dos tercios y cuatro escuadrones de Caballería—,1​2​ con cabecera en Barcelona.

Al estallar la Guerra Civil no quiso sumarse a los sublevados —no obstante su condición de católico y estar conceptuado como persona de filiación derechista—, sino que, por el contrario, se puso, con las fuerzas a su mando, a disposición del Gobierno republicano, ateniéndose a las órdenes que recibieron por sus tres cadenas de mando: el consejero de Gobernación de la Generalitat, José María España, de quien dependían las competencias de orden público y seguridad; el general jefe de la división orgánica, Francisco Llano de la Encomienda, a quien debían obediencia los guardias civiles en su condición de militares; y el inspector general de la Guardia Civil, el general Sebastián Pozas, máxima autoridad del cuerpo al que pertenecían. La posición que tomó Aranguren contribuyó decisivamente a que Barcelona no cayese en poder de los rebeldes, cuando Goded le llamó por teléfono para exigirle que se uniera a la sublevación, cuya suerte ya se veía comprometida en las calles de Barcelona por la acción de las fuerzas de seguridad dirigidas por el comisario general de Orden Público de la Generalitat, Frederic Escofet, los guardias civiles de Aranguren y el apoyo de los milicianos, anarquistas y de otras ideologías, que se enfrentaron desde el principio a los rebeldes.

Goded, que necesitaba desesperadamente sumar a los guardias civiles a su causa, llegó a amenazar a Aranguren con fusilarle, pero éste mantuvo su promesa de fidelidad a la República, en cumplimiento de la ley, y que para Aranguren, de firmes convicciones religiosas, era un compromiso definitivo e inegociable.

Aranguren fue uno de los testigos de cargo en el proceso a que fueron sometidos los generales Goded y Fernández Burriel como consecuencia del alzamiento militar. 

Durante la contienda mandó algún tiempo la 4.ª División Orgánica (Cataluña), cuyo cargo desempeñó más nominalmente que de hecho, dada la prepotencia del Comité de Milicias Antifascistas de Cataluña y la amplitud de funciones que asumió la Consejería de Defensa del Gobierno de la Generalidad catalana. 

Después de los sucesos de mayo de 1937 pasó a desempeñar la comandancia militar de Valencia, en cuyo cargo continuó hasta el final de la guerra, negándose a abandonar España en los últimos momentos por considerar que se había limitado a cumplir con su deber. A la entrada de los nacionalistas en dicha ciudad fue detenido, sometido a un consejo de guerra. El auditor de guerra del tribunal militar territorial incorpora al sumario de la causa 1/39 que lo sentencia a muerte, como reo de rebelión militar por su actuación el 19 de julio de 1936 en su calidad de general jefe de la Guardia Civil en Cataluña, a las órdenes de la Generalitat y del gobierno y frente al alzamiento encabezado en Barcelona por el general Manuel Goded Llopis. El día siguiente, 21 de abril de 1939, a las cinco de la mañana, un pelotón acaba con su vida en el entonces llamado Camp de la Bota de Barcelona (el actual Fòrum).

V. Barcelona, alzamiento en.


jueves, 27 de octubre de 2022

Aranda de Duero

Municipio y ciudad de la provincia de Burgos (Castilla y León). 

Durante la Guerra Civil, la población sufrió una dura represión nacionalista, a pesar de estar en poder de éstos desde el momento mismo en que comenzó la guerra. Cuenta el doctor Junod, representante de la Cruz Roja Suiza —citado por Hugh Thomas en La guerra civil española (Ed. Urbión, Madrid, 1979)—, que en ocasión de una visita que hizo a este lugar durante la contienda, el conde de Vallellanó le manifestó: «Ésta es Aranda la roja... Me temo que hemos tenido que encarcelar a todos sus habitantes y ejecutar a muchos de ellos.»

miércoles, 26 de octubre de 2022

Arán, Valle de.

Comarca histórica situada en la provincia de Lérida (Cataluña). 

Durante la Guerra Civil permaneció en zona republicana hasta el 20 de abril de 1938 que fue ocupada por los nacionalistas, prácticamente sin resistencia, que mandaba el coronel Antonio Sagardía Ramos.

miércoles, 12 de octubre de 2022

Aragón, Louis (1897-1982)

Escritor francés, uno de los principales promotores del surrealismo y desde 1927 miembro del Partido Comunista de su pais. 
 
Cuando estalla la Guerra Civil, Aragón se hallaba en Moscú, pero no fue hasta que regresó a Francia, a finales de agosto de 1936, que no percata de la importancia del conflicto y decide emprender acciones para defender la España republicana.
 
Junto a Elsa Triolet, realiza un viaje por España de 10 días, por diversas ciudades como Barcelona, Valencia y Madrid; en esta última visita con frecuencia La Alianza, uno de los centros culturales más importantes durante la contienda. Aragón participa activamente en la vida política y militante de la capital de lo que deja constancia en diversos textos a su regreso a París en noviembre de 1936.
 
Asistió al I Congreso Internacional de Escritores Antifascistas que se celebró en Valencia, Madrid, Barcelona y París en 1937. También participó en la Conferencia Universal por la Paz y una conferencia extraordinaria de la Asociación de Escritores para la Defensa de la Cultura.

Con la caída de Barcelona en 1939, se inicia la retirada y el éxodo de republicanos hacia Francia. Aragón lideró varias campañas para ayudar a los españoles vencidos, así como denunció la actitud de las autoridades francesas dispensaban a los refugiados.

Durante la Segunda Guerra Mundial combatió contra los alemanes, primero como soldado y mas tarde en la Resistencia. Al terminar la conflagración se hizo cargo de la dirección del diario Ce Soir, que habia sido clausurado por el Gobierno del mariscal Pétain, pero a consecuencia de unas informaciones publicadas en dicho periódico fue procesado y privado de sus derechos cívicos por espacio de diez años.

En 1950 fue elegido miembro del Comité Central del Partido Comunista francés y en 1975 recibió el Premio Lenin de la Paz. 

Autor de numerosos libros, entre los que cabe destacar El movimiento perpetuo, Aniceto o el panorama, El campesino de París, Hurra por el Ural, Las campanas de Basilea, los ojos de Elsa, Aureliano, La Semana Santa, La ejecución, Literatura soviéticas.

V. CONGRESO INTERNACIONAL DE ESCRITORES ANTIFASCISTAS.