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lunes, 31 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (31 de diciembre de 1938)


Campaña de Cataluña.

En el frente de Cataluña ha sido muy profundo el avance llevado a cabo hoy por nuestras tropas, que han tenido que vencer, con el mismo ímpetu de días anteriores, las dificultades del terreno, la inclemencia del tiempo y las resistencias opuestas por el enemigo. Han sido ocupados los pueblos de Cubells, Pobla de Granadella, Bisbal de Falset y Palma de Ebro, y entre las muchas posiciones conquistadas y rebasadas figuran el vértice Monímagastre, Masía de las Planas, Serral de Ampie, toda la Sena Grosa, el vértice Boada, todo el espolón al noroeste del mismo, cementerio de Cubells, Mas del Golano, camino de las Covas Extremeras, vértice Divisa, Codul, el Mas de Garagol y el Mas de Padellasa.
El castigo sufrido por el enemigo ha sido tan grande que sólo tres de nuestras Columnas han contado más de 550 cadáveres de los rojos. El número de prisioneros hechos pasa de 2.500 y el armamento y material cogidos son abundantísimos, contándose entre ellos gran cantidad de armas automáticas y dos tanques rusos.
En el frente de Madrid, sector de La Marañosa, se llevó a cabo ayer una rectificación a vanguardia de nuestra línea.
En el frente de Levante nuestras fuerzas han roto hoy el dispositivo enemigo, ocupando varias importantes posiciones, entre ellas el castillo de Valí de Uxó, después de brillante y empeñado combate, habiéndose cogido a los rojos cerca de 206 muertos, muchos prisioneros y todo el material que había en las posiciones conquistadas.

Actividad de la aviación,—En la noche del 29 al 30 fueron bombardeados varios de los objetivos militares ferroviarios entre Tarragona, Valls, Reus y Cambrils. Ayer lo fue el puerto de Valencia, alcanzando los muelles y la fábrica de Productos Químicos.
Hoy han sido atacadas las concentraciones enemigas del frente de Cataluña y el aeródromo de Tárrega y en combate aéreo se ha logrado derribar un «Rata».

domingo, 30 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (30 de diciembre de 1938)


Campaña de Cataluña.

Durante la pasada noche fue ocupado por nuestras tropas el pueblo de Bobera, siendo necesario extinguir los incendios que en su huida había provocado la horda roja.
Hoy ha continuado con igual ímpetu que los días anteriores nuestro avance y, como siempre, han sido vencidas cuantas resistencias intentó oponer el enemigo. Han ocupado los pueblos de Torms, Camarasa y Albages y se ha llegado a corta distancia de Cubells.
También se han conquistado numerosas posiciones, entre las que se cuentan la fuente de Corominas, casa Liopet, casa del Salvador, vértices Basella y Garrigas, Castellón, Mas de Jaime, Mas de la Rosa, vértice Comadevaca y ermita del Remedio.
Varios centenares de cadáveres han sido recogidos por nuestras fuerzas, entre ellos un comisario político y varios oficiales, habiéndose hecho unos 1.700 prisioneros. Son muy grandes las cantidades de armamento y material que han caído en nuestro poder, entre las que se cuentan un tanque, dos piezas de artillería, cerca de un centenar de armas automáticas, numerosísimos fusiles de repetición y varios depósitos de municiones.
En algunos sectores continuaba el avance a la hora de dar el parte.
En el mar se ha obtenido hoy una nueva e importante victoria. Nuestro minador «Vulcano ha batido y averiado gravemente al destructor rojo «José Luis Diez», que en otro encuentro anterior en el Estrecho había sido igualmente inutilizado, pero que había encontrado en Gibraltar refugio para ser reparado.
A la una de la madrugada, aprovechando la oscuridad de la noche y las aguas del Peñón, salió el barco rojo, que salvó la zona del Estrecho; pero el «Vulcano», que patrullaba al oriente y próximo al destructor, con hábil maniobra y no obstante la diferencia de velocidad, le cortó el paso, obligándole a librar combate, en el cual le batió eficazmente, causándole tan graves averías en las máquinas, que tuvo que acogerse, para salvar las vidas de sus tripulantes, a las aguas del Peñón, en cuya playa de «Los Catalanes» fue embarrancado.
Resultaron muertos siete tripulantes rojos y heridos 14, que han pagado así el alevoso asesinato de que habían hecho objeto a 28 pescadores de dos pesqueros apresados dos meses antes del primer encuentro naval en el Estrecho, que- fueron sacrificados contra los más elementales principios de la Humanidad y el Derecho.

Actividad de la aviación.—En el día de ayer fueron bombardeados los objetivos militares del puerto de Barcelona, el puerto de Cartagena, en el que fueron alcanzados dos cruceros y un destructor rojos y el aeródromo de Reus.
Hoy, cooperando a las operaciones de! ejército de Tierra en Cataluña, nuestras fuerzas aéreas han entablado cuatro combates aéreos, habiendo logrado derribar 15 «Curtís», seguros, y nueve, probables.
Por nuestra artillería antiaérea ha sido abatido un «Curtís» en el frente de Castellón.

EL Vaticano y su actitud en la Guerra Civil

LA PRENSA VATICANA EN LA GUERRA CIVIL

En toda guerra, las batallas militares y propagandísticas van unidas de la mano, y en la Guerra Civil no iba a ser menos.  Esta batalla se jugó tanto en España como a nivel internacional y la prensa vaticana jugaba un papel especialmente importante, dado el carácter religioso en un bando, y antirreligioso en el otro. Por eso, antes de empezar, es conveniente exponer la toma de posición de la Santa Sede, dar un vistazo general a la prensa vaticana.

Cuando hablamos de la prensa vaticana, a nuestra mente viene primeramente el periódico L`Osservatore romano, pero este diario es sólo órgano oficioso de la Santa Sede. El portavoz oficial es el semanario (actualmente es mensual) Acta Apostolicae Sedis, equivalente a los Boletines Oficiales del Estado o de las diócesis, pues publica los documentos oficiales y discursos del Papa, pero por el retraso con que aparecían los documentos y por lo reducido, aunque selecto, de sus suscriptores, apenas pudo influir en la opinión pública durante la guerra, aunque su consulta es  obligada para el historiador.

Es también plenamente oficial el Annuario Pontificio, que es una especie de quién es quién en la Iglesia. En sus  hojas ofrece todos los altos cargos de la curia vaticana y los prelados de todo el mundo, así como las representaciones diplomáticas ante y del Vaticano. Los representantes de Franco ante la Santa Sede comentaban cada año el Annuario tan pronto como aparece en enero para felicitarse de los progresos de su representación o dolerse de que la República tenga aún allí cabida.

L`Osservatore romano, aunque, como hemos dicho, no era formalmente oficial, ejercía mayor influjo, por su periodicidad diaria y por su difusión, particularmente en ámbitos eclesiásticos. La redacción era teóricamente autónoma, pero recibía y recibe consignas de Secretaría de Estado. En aquellos años la disciplina dentro de la Iglesia católica era mucho más rígida que actualmente, y por mucho que se dijera que L'Osservatore romano no era oficial, un suelto del diario vaticano tenía fuerza vinculante, porque era harto sabido que expresaba la opinión (o la decisión) de la cúpula. Así, cuando hacia el final de la guerra el P. Arturo Cordovani, dominico, maestro del Sacro Palacio, publicó en L'Osservatore romano un duro artículo contra el diario parisino La Croix, órgano oficioso del episcopado francés, por su posición pacifista a favor de la mediación en España, el director, el asuncionista León Merklen, tuvo que hacer un acto de humilde sumisión al superior criterio vaticano.

Dirigía L 'Osservatore romano, en los años de la guerra de España, un seglar, el conde Dalla Torre, cuyos sentimientos antifascistas coincidían con los de Pío XI. En sus memorias asegura que fue él personalmente quien decidió no publicar en su diario la carta colectiva del episcopado español: «Logré no hacerlo, y no recibí disposiciones contrarias; se me dejó libre». Sin embargo, en un conflicto con la censura fascista, el Secretario de Estado, cardenal Maglione, decía en una nota al embajador italiano, para justificar la exención de L'Osservatore romano. «Se imprime en italiano, pero es órgano de la Santa Sede, no puede confundirse con los diarios italianos (…). En todas partes, pero especialmente en el extranjera, ha de verse que L'Osservatore romano es verdaderamente el diario de la Santa Sede». La sección de opinión y comentario bajo la rúbrica Acta diurna (una especie de editorial en primera página) era muy importante. La redactaba habitualmente Guido Gonella, antifascista, procedente de las FUCI (Federación de Universitarios Católicos Italianos, de la que había sido consiliario Mons Montini) y que después de la segunda guerra mundial sería secretario general de la Democrazia Cristiana, pero a veces el suelto venía directamente de Secretaría de Estado. En cambio, para las secciones informativas el diario dependía de las agencias internacionales. En los primeros días de la guerra de España publica los mismos despachos confusos que se leen en la mayo-ría de los periódicos europeos. Más adelante tendrá informaciones propias sobre la persecución religiosa, facilitadas por los prófugos españoles, sobre todo eclesiásticos, que actuaron en Roma como una gran caja de resonancia de los desmanes cometidos en la zona republicana en los primeros meses.

Las quejas del gobierno de Burgos contra L'Ossavatore romano son constantes. Ya el 12 de diciembre de 1936 el marqués de Magaz, siempre pronto a atribuirse éxitos diplomáticos, aseguraba haber logrado un cambio de actitud del periódico vaticano, pues «por primera vez reconoce el carácter religioso de nuestra guerra»; pero el 16 de febrero todavía criticaba «la manera, el estilo del Osservatore romano [...] más importantes que la verdad y la claridad». El sucesor de Magaz, Churruca, escribía a Sangróniz el 27 de octubre de 1937: «L`Osservatore romano sigue dando guerra, por mostrarse absurdamente sumiso a las influencias francesas muy poderosas en ciertos ambientes vaticanistas». Pocos días antes había registrado una evolución favorable con respecto al comienzo: «Las observaciones de prensa publicadas por el L'Osservatore romano en los primeros tiempos de nuestra lucha eran con preferencia de fuente roja o desfavorables para nosotros». Yanguas Messía, sucesor de Churruca y primer embajador de Franco ante la Santa Sede, a propósito de una crónica sobre asesinatos en la zona republicana, decía aún el 7 de noviembre de 1938 de L'Osservatore romano: « [...] que tan parco suele ser en dar a conocer esta clase de noticias». En el mismo sentido escribía Yanguas el 12 de noviembre: «[...] tan poco propenso a recoger noticias favorables a nuestra causa».’

L'Osservatore romano editaba un suplemento quincenal ilustrado, L'Illustrazione Vaticana, molesto también para el gobierno de Franco, particularmente por el comentario de política internacional de la quincena firmado bajo el seudónimo de Spectator, que dio lugar a fuertes protestas del representante de Franco y hasta a la supresión de la revista.

Hacia el final de la guerra, Yanguas cree haber conseguido, con sus enérgicas protestas ante el Secretario de Estado, que L'Osservatore romano les sea más favorable, pero todavía el 21 de junio de 1938 una nota de la embajada cerca de la Santa Sede transmitía a Burgos una denuncia absurda:

Por denuncias llegadas a la embajada de España cerca de la Santa Sede, se ha tenido conocimiento de que el director de L'Osservatore romano, Conde dellaTorre, organiza suscripciones de carácter obligatorio entre los empleados del mencionado periódico.

Dichas suscripciones que, al parecer, están destinadas a favorecer la propagada roja, se envían al diario francés «La Croix».

sábado, 29 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (29 de diciembre de 1938)


Campaña de Cataluña.

En el frente de Cataluña ha continuado hoy la batalla y nuestras tropas, batiendo en todo momento duramente a los rojos, han proseguido su impetuoso y arrollador avance, habiéndose conquistado los pueblos de Covet, Benavent de Tremp, Clúa y Granadella, este último, de gran importancia, después de causar al enemigo una terrible derrota mediante hábil maniobra. Además se han ocupado muchas importantes posiciones, entre las que se cuentan La Collada, La Pineda, Font de la Trilla, La Mezquita, sierra de La Mosquera, vértice Planes, vértice San Antonio y Más del Segarra.
En la cabeza de puente de Balaguer se ha ensanchado y profundizado la brecha que se abrió ayer, habiéndose ocupado hoy el macizo y vértice Montero y otras varias posiciones.
Son muchos los centenares de muertos de los rojos que han sido recogidos por nuestras tropas, y quedan aún otros varios abandonados en el campo. Los prisioneros hechos hoy pasan de 1.500, entre ellos varios oficiales, siendo abundantísimo el material y armamento de todas clases que el enemigo ha dejado en nuestro poder, entre el que se cuentan dos tanques rusos en buen estado y uno incendiado.

Actividad de la aviación.—Ayer, además de los veinte aviones rojos derribados, de los que se dio cuenta en el parte, lo fueron tres «Martin Bomberg» y dos «Ratas»; en total, 25 aviones.
En el día de hoy han operado también activamente nuestras fuerzas aéreas y han abatido en varios combates dos «Curtís» y cuatro «Ratas», seguros, y un «Rata», probable. Por nuestra artillería antiaérea ha sido derribado un avión de caza rojo, sin haberse precisado hasta ahora el tipo. Total de aviones enemigos derribados hoy. siete, seguros, y uno, probable.


viernes, 28 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (28 de diciembre de 1938)


Campaña de Cataluña.

Ha continuado el vigoroso avance de nuestras fuerzas en Cataluña, haciendo inútiles los esfuerzos de los rojos para contener el ímpetu de nuestros soldados.
Se ha completado la ocupación de sierra de Aubac y conquistado importantes posiciones en la sierra de la masía de Portas y espolones que parten de la misma, el pueblo de Vallderiet, la Collada del mismo nombre, posiciones al este del vértice Fosca y al norte de Alhajes, el vértice Sabatés, cortando la carretera de Granadella a Solerás y una importante línea de alturas hasta el Ebro.
En la parte norte de la cabeza de puente de Balaguer ha sido rota una extensa línea de fortificaciones enemigas que han quedado en nuestro poder.
El castigo sufrido por los rojos ha sido grande, lo mismo que el de los días anteriores, pues también hoy se les han cogido centenares de cadáveres, unos 800 prisioneros y abundante material, entre el que se cuentan dos tanques y un carro blindado incendiados.

Actividad de la aviación.—La victoria aérea lograda hoy por nuestra aviación ha sido muy brillante, habiendo sido derribados 20 «Curtís» enemigos.

jueves, 27 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (27 de diciembre de 1938)


Campaña de Cataluña.

Además de los lugares y posiciones que se hicieron constar en el parte, fueron ocupados ayer por nuestras fuerzas los pueblos de Masana y Aspa, Cap de la Sierra, Central Eléctrica de Cap de la Sierra, Casablanca, La Cregüeta, Pie del Camí, Ramade, Santa Lis, Regué, Gudí, Font de Caserío de Coms, Font de Valí de Pera, Font del Lió, vértice Cogolludo, Sol de Cornet, Racó del Espartel y vértices Purgatorio y Llano de la Saria.
También hay que añadir a los prisioneros hechos ayer otros 1.093, que no se hicieron constar en el parte, y entre el numeroso material que se cogió figura un avión rojo en perfecto estado.

En el día de hoy ha seguido el brillante avance de nuestras tropas, derrotando al enemigo siempre que ha intentado oponerse a nuestra progresión, habiéndose ocupado y rebasado los pueblos de Santa María de Meya, Alós de Balaguer y Solerás, así como, entre otras muchas posiciones, las de Font del Aubac, vértices Forcas y San Miguel, Caseta del Serio, Punta del Singró, Mas de Biel, Las Debeses, Planas de la Víla, Coll de Panisol, Valí de Bus y vértices Escambrón, Valdumbren y Valldesam.
Se han enterrado varios centenares de cadáveres de los rojos, se han hecho unos 1.000 prisioneros y se ha cogido abundantísimo material, entre el que se encuentra otro avión enemigo con averías y una gran cantidad de armas automáticas y de repetición, además de varios importantes depósitos.
En los pueblos que se ocupan son recibidas nuestras tropas con grandes aclamaciones, vítores a España e inmenso entusiasmo.

Actividad de la aviación.—Nuestras fuerzas aéreas han seguido cooperando ai éxito de las operaciones.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (26 de diciembre de 1938)


Campaña de Cataluña.

Ha proseguido la batalla en Cataluña, continuando nuestras tropas su victorioso avance, habiéndose ocupado ayer, además de los pueblos que se citaron en el parte, el Más de la Abadía, Casa del Mogut, Más de la Bernarda, Más del Hombre, Más de Ramonet, Más de Tonet y otras muchas Masías.
Hoy han vuelto a ser abatidas enérgicamente las fuerzas rojas que han intentado oponerse a nuestro avance y se han ocupado los pueblos de Cogull y Vilanova de Meyá, vértices Pallás, Pinjat, Castellar, Carbonella, Mases y Forcas y gran cantidad de Masías, entre ellas el Más del Arriero y el del Blane
El castigo infligido al enemigo ha sido tan duro que ha dejado en el campo millares de cadáveres, de los cuales han sido recogidos hasta ahora por nuestras tropas unos 950.
También han sido rechazados victoriosamente los contraataques de los rojos y muchos de éstos los han aprovechado para pasarse a nuestras filas en grupos de 200 y 300 hombres. Los prisioneros y pasados suman 1.591, entre ellos varios jefes y oficiales.

Actividad de la aviación.—En el día de ayer fueron abatidos en combate aéreo un «Curtis» enemigo seguro y otro probable, y hoy, también en combate aéreo, han sido derribados siete «Curtis» y un «Rata» seguros y dos «Ratas» probables. Toral: nueve aviones seguros y tres probables.

martes, 25 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (25 de diciembre de 1938)


Campaña de Cataluña.

En el día de hoy ha continuado en el frente de Cataluña el victorioso avance de nuestras tropas que han vencido todas las resistencias que han opuesto los rojos, a los que se ha causado enorme quebranto.
El avance de hoy ha alcanzado una proiundidad media que excede de seis kilómetros, habiéndose conquistado, además de muchas posiciones de gran valor militar, los pueblos de Alcano, Grañena de las Garrigas y Aimatret.
Los cadáveres abandonados por el enemigo son muy numerosos, el número de prisioneros pasa de 2.200 y es abundantísimo el material recogido en la brillante jornada de hoy.
Todas las tuerzas que toman parte en la batalla rivalizan en entusiasmo y valor, dando con sus decidios avances un mentís a los partes rojos que pretenden ocultar sus derrotas militares explotando sistemáticamente ia noticia de ser tropas extranjeras las que constantemente les derrotan.
Es cierto que siempre brilla a gran altura el heroísmo de los voluntarios legionarios, pero también lo es el que en las unidades legionarias combaten millares de soldados españoles que rivalizan en valor y entusiasmo con tan gloriosos voluntarios. En la batalla de Cataluña al lado de las unidades legionarias se alinean los Cuerpos de Ejército de Navarra, Aragón, Urgel, Maestrazgo, Cataluña y Marroquí, compuestos de tropas exclusivamente españolas que tan grandes derrotas llevan infligidas al enemigo y que comparten con aquéllos voluntarios estas gloriosas jornadas.

Actividad de la aviación.—Ha seguido cooperando al avance de nuestras fuerzas de tierra con la misma eficacia de los días anteriores.

lunes, 24 de diciembre de 2018

La sublevación de lo infame contra lo vital

El discurso que Indalecio Prieto pronunció, días atrás, desde el ministerio de la Gobernación tenía por final una advertencia trágica, pero exenta de hipérbole, dirigida a los sublevados. «Habríais de triunfar—les dijo—, cosa ya imposible de todo punto, y no encontraríais más que muertos.» Que no hay hipérbole en la advertencia pueden comprobarlo los rebeldes, hora tras hora, en la bravura creciente con que se están batiendo las fuerzas leales y las Milicias proletarias, cuyo empuje sólo tiene igual en las grandes gestas de la independencia. También han podido comprobar los sublevados, a fuerza de reveses, la imposibilidad absoluta de su triunfo. No excluimos, sin embargo, la posibilidad de que sigan alimentando algunos de ellos la esperanza de la victoria. ¿ Sobre qué y sobre quién, admitida la hipótesis, aspiran a sentar su dominio? ¿Qué suerte de triunfo es el que persiguen? ¿Qué justificaciones morales podrían buscarle ? Véanlo ellos mismos, si el raciocinio más elemental no se les ha sublevado también como ellos se han sublevado contra la República.

Jamás una insurrección ha tenido dimensiones ni intensidad comparables a la actual. Pero jamás ninguna otra encontró un ambiente más hostil ni una resistencia tan heroica. Es todo un pueblo el que condena y se revuelve contra la sangrienta y descomunal militarada. Es el proletariado en masa. Son los pequeños comerciantes e industriales. Son las clases liberales, con excepciones que no cuentan. Son, en fin, los que por encima de su egoísmo particular piensan en los tremendos daños que a la patria —esa patria que dicen amar los que la están destrozando— se le causan con la sublevación. ¿Dónde están, pues, las asistencias morales que pueden aducir en favor suyo? ¿ Dónde la masa de opinión que los apoyad ¿Qué estímulos ideales los empujan? A su lado no podrán encontrarse otras simpatías que las de unos pocos políticos cobardes y viles, que ni siquiera han sabido afrontar con su presencia la responsabilidad contraída, y unos cuantos negociantes de la catadura de Juan March. Es decir, una selección al revés. Todo lo que deshonra el nombre de España se ha reunido en esta agresión contra todo lo que la ennoblece y dignifica. Es la sublevación de lo infame y podrido contra lo limpio y vital. ¿Cómo no los ahoga a los sublevados la vergüenza?

El Socialista (30//36)

Parte de Guerra Nacional (24 de diciembre de 1938)


Campaña de Cataluña.

Las tropas nacionales han continuado su victorioso avance en Cataluña.
En el día de ayer se ocuparon los pueblos de Fontllonga y Figuerola de Meyá así como importantes posiciones. En el de hoy ha proseguido el avance habiéndose ocupado y rebasado los pueblos de Mayals, Llardecans, Torrebeses, Sarroca y Peralba así como posiciones de gran valor, profundizándose unos siete kilómetros.
El número de muertos hechos al enemigo es muy elevado y el de prisioneros se aproxima al millar, entre ellos varios oficiales.
El material cogido al enemigo es importantísimo, sin que aún haya sido posible clasificarlo.

Actividad de la aviación.—Nuestros aparatos, que han cooperado durante el día de hoy muy eficazmente con las tropas de tierra a las operaciones en el frente de Cataluña, lograron dos importantes victorias sosteniendo dos combates con los aviones enemigos, en el primero de los cuales fueron derribados nueve de los llamados «Natachas» seguros y otro probable y en el segundo 14 «Curtís» seguros y cuatro probables. En total derribados, 23 aparatos rojos seguros y cinco probables.

domingo, 23 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (23 de diciembre de 1938)


Campaña de Cataluña.

Nuestras tropas han roto hoy por cuatro puntos el frente enemigo de Cataluña, a pesar de la inclemencia del tiempo, habiendo logrado un avance medio de unos diez kilómetros que continuaba a la hora de dar el parte. Se sabe que el número de prisioneros hechos pasa de dos millares y que se han cogido varias baterías rojas completas, tanques y muy abundante material y armamento.

Actividad de la aviación.—Nuestra aviación ha cooperado eficazmente al éxito de las operaciones.

sábado, 22 de diciembre de 2018

El general que aspira a morir en la cama

Se cuenta que Queipo de Llano, abombando el pecho en un esfuerzo desesperado, ha consumido, para nacer una frase, todo el heroísmo de que dispone : «Se engañan — ha dicho — si esperan cogerme vivo.» No acertamos a descubrir dónde radica el engaño. Entre los generales sublevados, ninguno más torpe, más zafio, menos estimable que el sublevado en Sevilla. De su paso por la Jefatura del cuarto militar del ex presidente se cuentan un centenar de anécdotas, cada una de las cuales da la medida exacta de su capacidad para la grosería. Queipo de Llano pertenece a un género animal que no está catalogado en la escala zoológica por falta del escalafón, ya que no hay subsuelo adecuado para fabricárselo. Ha vivido cosechando el desprecio justificado de los que hoy son sus compañeros de insurgencia. Por muy buena voluntad que quien más tarde había de ser su consuegro puso en ello, no acertó a descubrirle lado útil ni condición aprovechable. ¿A qué engaño alude el sublevado en su jactancia que quiere ser heroica? Podemos decírselo, puesto que él saca el tema, sin que apunte crueldad ninguna, que no es vivo como nos interesa. Cogerle vivo nos acarrearía un trabajo, y lo único que tendremos que agradecerle es que nos lo economice, haciéndose la justicia que nos sería obligado ejecutar a nosotros. Consté, pues, que no sufrimos engaño. A tal punto no lo sufrimos, que ni siquiera creemos en sus palabras. Queipo de Llano es de los generales que, suceda lo que quiera, aspiran a morir en la cama, rodeado de su familiares, con un buen pasaporte doble de su confesor, y diciendo, con aire trascendental, una inepcia cómica de moribundo asustado. En otros muchos de los sublevados la huella de la raza los empujará, sin que lo puedan remediar, al heroísmo. Queipo de Llano no está entre ellos. Tiene la obsesión del hidroplano que demandó, sudoroso, a Franco. Como no le fue dado obtenerlo, busca abrir brecha desesperada en la provincia de Huelva para garantizarse la evasión a Portugal. Eso está difícil. Para el más que para nadie. Si hay alguien engañado es él. El que no parece que haya de acabar sus días, contra lo que sueña su ambición, en la cama.

Su caso no es único. Suerte parecida van a correr sus correligionarios de deslealtad, aun aquellos que antes de lanzarse a la insurrección cuidaron de tener expedita la salida. Y es que el cerco popular sobre las plaza sublevadas se va cerrando inexorablemente. El tiempo, como venimos diciendo, es .un obrero que trabaja infatigablemente contra los revoltosos. Les destruye la moral y les niega los recursos de guerra y boca. Entre tanto, los efectivos leales y las Milicias populares van dando remate a las empresas urgentes y disponiendo sus efectivos para acudir en refuerzo de los que asedian a las capitales en que los sublevados han de padecer sus últimas derrotas. Gravísimas derrotas que señalarán el acabamiento de la resistencia de los rebeldes y permitirán conocer con exactitud los daños de todo orden que han inferido a España. Daños que seguramente serán mayores de los que todos suponemos. Y es que resulta incalculable evaluar la capacidad que para la crueldad y el disparate tiene un general del tipo de Queipo de Llano, si, como está ocurriendo, se decide a dejarse estimular por el consejo de los fascistas fanáticos. Su jactancia no nos engaña por ningún concepto. Es el producto de su desmoralización, de la congoja que le deprime ahora que aprecia por sí mismo que la aventura insurgente, tan largamente preparada, se aproxima al desenlace.

Un desenlace ejemplar que nos afirmará a todos los españoles en la seguridad de que han terminado, para siempre, definitivamente, los pronunciamientos y las cuarteladas. De los torrentes de sangre de estos días, de los duelos y los lutos, va surgiendo una España nueva, que no tiene más nexo con el pasado que el heroísmo de las capas populares de la nación. Caro es el precio, pero altísima la recompensa.


El Socialista (30/7/36)

Parte de Guerra Nacional (22 de diciembre de 1938)


Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Actividad de la aviación.—En el día de hoy nuestras fuerzas aéreas han atacado concentraciones y campamentos enemigos y otros objetivos militares.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (21 de diciembre de 1938)


Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Actividad de la aviación.—Ha continuado hoy el bombardeo de los objetivos militares anunciados y en combates aéreos sostenidos con la aviación enemiga han sido derribados tres aviones «Martin Bomberg», dos «Natachas», cinco «Ratas» y uno de tipo desconocido; en total, 11 aviones rojos.

jueves, 20 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (20 de diciembre de 1938)


Estabilización
.
Sin novedades dignas de mención.

Actividad de la aviación.—En el día de hoy se han bombardeado los objetivos militares de las estaciones del ferrocarril de Reus y Tarragona y los aeródromos del primero de dichos puntos y de Villalonga.
En combate aéreo ha sido abatido un avión enemigo de los llamados «Ratas». Por nuestra parte sin novedad.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (19 de diciembre de 1938)


Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Actividad de la aviación.—Ayer fue bombardeada la zona de industrias de guerra de Ba-dalona.


Un peligro que reclama vigilancia

Aun ahora, cuando la sublevación está ya virtualmente dominada y en trance de total aniquilamiento, es menester que insistamos, con reiteración que será siempre poca, en señalar un peligro que precisa a todo trance ser atajado: el derrotismo. Son muchos los motivos que tenemos para pensar que el enemigo está utilizando ese recurso mediante el cual procura buscar ayudas para su impotencia. Cuanto contribuya a quebrantar la moral, afortunadamente intacta, de las fuerzas obreras y gubernamentales que están batiendo a los facciosos, es un tanto que anota en su haber el enemigo. Una falsa alarma constituye un daño seguro. Una noticia incierta lanzada a rodar puede causarnos perjuicios incalculables. Si optimista, porque su falsedad, al ser descubierta, frustra una ilusión. Si pesimista, porque siembra un desaliento contra el cual debemos prevenirnos rigurosamente. Felizmente, no necesitamos llenar con alegrías ficticias la esperanza — seguridad ya, mejor dicho — de muestra victoria. Con la verdad nos basta. Y la verdad nos trae, cada hora que pasa, un nuevo mensaje satisfactorio. Con atenernos a esos mensajes está bien garantizada la evidencia de un triunfo que nada ni nadie puede ya comprometer.

Por eso mismo nuestra vigilancia ha de ser más cerrada. Para el derrotismo no puede haber resquicio ninguno de tolerancia. Y nótese que cuando hablamos del derrotismo no aludimos tanto al derrotismo calculado, estratégico, de los agentes provocadores que puedan dedicarse a sembrar alarmas y propagar infundios, como al derrotismo inocente, pero igualmente dañoso, de quienes, a lomos de la credulidad, se convierten en colaboradores suyos. Tememos, sobre todo, a los estrategas improvisados que se creen, por propia decisión, asistidos de una técnica guerrera superior a la de quienes, por oficio y por obligación, están llamados a dirigir las operaciones de combate. Lo que a los ojos del profano aunque sea contendiente y empuñe un fusil, parezca a veces inexplicable, no deja por eso de tener su explicación. Es peligroso identificar el deseo personal, horro de toda ciencia, desprovisto de la información necesaria, con la conveniencia o con el acierto. Combatientes hay que sienten multiplicado su arrojo, por ejemplo, sólo ron que por encima de su cabeza hago circunvoluciones un aparato de aviación o con que a su flanco haga fuego una pieza de artillería. Aceptamos, sí se quiere, como natural ese estímulo. Lo que no admitimos es que el ánimo de nadie pueda decaer cuando ese estímulo, no siempre necesario ni oportuno, le falte. El concurso de la aviación, como el de la artillería, no es indispensable en todas las operaciones. Tiene señalado su momento, determinada su finalidad. Lo único que cabe pedir es que, cuando el instante llegue, como ha ocurrido y seguirá ocurriendo, ningún elemento de combate esté ausente. No lo está, repetimos, al presente. Menos lo estará en lo sucesivo, a medida que la resistencia del enemigo se debilite. Y por encima de todas, el arma que no puede faltarnos jamás, y sin la cual ninguna victoria hubiera sido lograda, es la de la fe en el propio triunfe y la confianza absoluta de que nuestro esfuerzo está dirigido y aprovechado de manera segura y eficaz. Los censores por sistema pueden prestarnos a todos un gran servicio: el de sellar su boca. Dense cuenta de que alguien hay que sabe más que ellos. Los otros, los derrotistas malintencionados, sólo un trato pueden recibir: el de enemigos que no merecen ni siquiera la disculpa de avalar con el riesgo su conducta. Sobre traidor, cobarde. Como traidor y cobarde hay que juzgarlo dondequiera que se le tropiece.

El Socialista (29/7/36)

martes, 18 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (18 de diciembre de 1938)


Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Actividad de la aviación.—Nuestros aviones bombardearon en el día de ayer los objetivos militares de la estación de Tortosa y algunos otros importantes.

España nuestra o de nadie

El lema en que amparan su actividad guerrera los rebeldes nos lo da todo dicho. «España, nuestra o de nadie» es el mote que han elegido para desencadenar su rebeldía. Lo que él tiene de brutal y amenazador no necesita ser subrayado. Sin embargo de que en muchos casos no hagan honor los rebeldes a su grito bélico — las rendiciones de varias plazas y cuarteles lo atestiguan —, es lo cierto que, para los más fanáticos, el lema reclama un cumplimiento exacto, y ya que no hayan podido hacerse con España, por impedírselo la heroica voluntad popular, atienden a destruirla.

Allá donde pueden, hacen tabla rasa de todos los valores materiales, morales e históricos. No otro sentido tiene su resistencia. La ilusión de la victoria ha desaparecido de ellos. Ninguno de los rebeldes sueña con ella. Tienen conciencia exacta de su derrota y saben que el tiempo se ha constituido en adversario suyo. Cada día que pasa es para todos ellos un motivo de angustia y pesadumbre. Los sitiados, porque comprueban el desamparo en que los tienen quienes les ofrecieron refuerzos. Los que aún no conocen el rigor del asedio, porque advierten cómo va cundiendo la desmoralización en su torno. La palabra con que simulan victorias y arrestos se les cae muerta de los labios al suelo. Nadie cree en ella. La saben inane. Las fuerzas populares van adelantando en sus objetivos y se aproximan a los combates últimos. ¿Qué les queda? Sólo una cosa: destruir aquello en que ponían ellos su mayor ilusión de supuestos patriotas, de aspirantes a vencedores y propietarios. En eso están. Mucho nos lastima que desaparezcan los testimonios mayores de nuestro pasado ; pero tenemos la sospecha de que los rebeldes han cometido daños que nos acongojan mucho más. No sabemos qué ha sido de muchos de nuestros camaradas. Valladolid, Burgos, Zaragoza, Sevilla sobresaltan nuestro pecho pensando en lo que haya podido ocurrirles a los hombres que en esas capitales servían y daban norte a la causa de los trabajadores. Cambiaríamos gustosos, por la seguridad de sus vidas, todos los testimonios históricos. Ellos actividad guerrera los rebeldes nos lo da todo dicho. «España, nuestra o de nadie» es el mote que han elegido para desencadenar su rebeldía. Lo que él tiene de brutal y amenazador no necesita ser subrayado. Sin embargo de que en muchos casos no hagan honor los rebeldes a su grito bélico — las rendiciones de varias plazas y cuarteles lo atestiguan —, es lo cierto que, para los más fanáticos, el lema reclama un cumplimiento exacto, y ya que no hayan podido hacerse con España, por impedírselo la heroica voluntad popular, atienden a destruirla.

«España, nuestra o de nadie.» En bien contadas palabras han acertado los rebeldes a concretar toda su pasión inconciliable con la libertad del pueblo y el decoro de un país. Como en una pantalla, ese lema dibuja, proyecta y da volumen trágico a las peores formas de esclavitud, a aquellas que fueron abolidas en los países coloniales. Con poco esfuerzo se oye el crujido del látigo sobre las espaldas de los campesinos. Se adivinan los campos de concentración para los insumisos. Las cuerdas de las horcas para los rebeldes. Y sobre ese panorama siniestro, una clase vieja, de pergaminos y polillas, oronda, satisfecha, agotando las satisfacciones de toda clase, con la garantía, ofrecida por una religión venal, de obtener, como prima, el cielo. Se comprende bien la reacción calurosa, ardiente, corajuda del pueblo en armas. Se explica la insumisión de los soldados, para los que semejante proyecto de sus jefes no deja de ser una amenaza terrible. Derrotado está el proyecto. Derrotados quienes nos lo fabricaron. Les queda únicamente la amenaza de destruir lo que puedan. Sabemos que el fanático no razona. No le daremos consejos. Sepa, en todo caso, que la medida de las sanciones que le esperan será equivalente al precio de sus daños.

El Socialista (29/7/36)

lunes, 17 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (17 de diciembre de 1938)


Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Actividad de la aviación.—Ayer y hoy han sido bombardeados varios objetivos militares en diversos frentes.

domingo, 16 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (16 de diciembre de 1938)


Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Actividad de la aviación.—En el día de ayer fueron bombardeados los objetivos militares de la zona industrial de Matará.
En el frente de Levante fue derribado hoy por nuestra artillería antiaérea un avión enemigo tipo «Martin Bomberg» y capturado uno de sus tripulantes, y por nuestra caza otro del mismo tipo.

sábado, 15 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (15 de diciembre de 1938)


Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Actividad, de la aviación.—En el día de ayer se bombardearon por nuestra aviación los objetivos militares del puerto de Valencia.
Hoy se ha bombardeado con éxito la fábrica de municiones de Paitrosos en la provincia de Tarragona.

Una batalla con todas sus consecuencias

Mentiríamos si nos mostráramos impasibles ante la terrible dureza que reviste la lucha que se está desarrollando en España. La medimos y sentimos en toda su profundidad. Nadie nos hará el agravio de suponer que hemos abdicado de la sensibilidad o que somos indiferentes al torrente de sangre que está empapando las tierras de nuestro país. Por el contrario, a nadie cedemos prelación en la angustia que una contienda de tales dimensiones debe, lógicamente, producir. Pero no somos nosotros quienes han provocado la batalla, ni, por consecuencia, los llamados a asustarnos de sus resultados. Estaban previstos además, y no fuimos nosotros los más remisos en anunciar los caracteres sangrientos que alcanzaría, una vez provocada, la guerra civil que se estaba fraguando en los cuartos de banderas, bajo la sugestión de las organizaciones fascistas. No somos nosotros, ciertamente, los obligados a sentir sorpresa ni remordimientos de conciencia. Lo serán, si acaso, aquellos que se burlaban de nuestras advertencias, creyéndolas producto de una fantasía medrosa, o aquellos otros que, a sabiendas de lo que iba a ocurrir, no han tenido inconveniente en desencadenar la tempestad. Por nuestra parte no han existido sorpresa ni vacilaciones. Preveíamos el peligro y nos dispusimos a hacerle frente. A otros habrá podido cogerlos de nuevas lo ocurrido. A nosotros, no. Lo esperábamos y habíamos hecho resolución de darle cara.

Públicamente, y en términos tajantes, lo anunció la Comisión Ejecutiva de nuestro Partido. «Contra el fascismo — fue su declaración —, toda nuestra energía se pondrá en juego.» Cualquiera que fuese el volumen de la sublevación, el proletariado tenía un deber inexorable a cumplir: batirla a mano armada y poniendo a contribución todas las reservas de heroísmo que el proletariado pueda atesorar.Ciego será quien no advierta que la lucha entablada es una lucha a muerte. En ella se lo jugaban todo los sublevados y nos lo jugamos todo la República y nosotros. Con esa crudeza, pues, hemos aceptado la batalla y la estamos ganando. La ganamos a fuerza de sangre porque nos asiste además la razón. Resígnense a perderla quienes, desprovistos de toda razón, nos obligaron a combatir. Tan terrible como se quiera — y no podía ser de otro modo—, ellos son los que han desatado la violencia. Es tarde para que nuestra sensibilidad — que no ha perdido finura — sienta flaquezas de ninguna especie. La partida está en juego y no puede terminar más que con el aplastamiento total y definitivo del fascismo que se nos quiso imponer a traición y con las armas que la República dispuso para garantizar la libertad de la ciudadanía.

El Socialista (28/7/36)

viernes, 14 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (14 de diciembre de 1938)

Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Confrontacion de las dos Españas

Triunfa la consignada al futuro

Los sublevados han querido que llegase este momento, trágico en su desarrollo, brutal en su curso; pero incuestionablemente fecundo en su protección histórica. Esta terrible confrontación de las dos Españas a que la popular se ha visto obligada por la subversión de una gran parte del ejército, estimulada por aristócratas apolillados y contrabandistas en activo, va a servir, entre otras cosas, para dejar expedita la ruta de nuestros destinos nacionales; esos mismos destinos que la bota militar intentaba hundir en el barro para mucho tiempo, sin acordarse de que en defensa de ellos se engreiría, con voluntad unánime de victoria, todo el proletariado nacional. Ellos no buscaban confrontarse, sino que anhelaban imponerse, dando por supuesto, con grosera equivocación, que a España se le cortaría el resuello tan pronto como generales, coroneles y comandantes decretasen el pronunciamiento, la clásica cuartelada bien asistida de éxitos en el siglo anterior. Ningún hombre del pueblo se ha sentido intimidado ni un solo momento — y nada cuesta reconocer que ha habido algunos apurados — ante la arremetida de los rebeldes. Todos nos hemos puesto a hacerles cara, adquiriendo el convencimiento de que no sólo era hacedero librar la batalla, sino ganarla. Ganándola estamos. Cada día nos trae la cosecha de nuevas victorias y, con ellas, la seguridad de alcanzar la definitiva en un plazo perentorio. Ocupados en registrar los detalles de esas victorias constantes, no nos cuidamos lo necesario de anotar lo que significan para la futura historia de España y, por extensión, para la del mundo, que es testigo de esta confrontación de las dos Españas: la vieja — que no la clásica — y la nueva, nutrida de la savia heroica que dio proceridad a nuestra patria. Decir "¡Arriba España!" no es suficiente para entroncar con la tradición magnífica de nuestro país ; exhumar el yugo y las fechas de los Reyes Católicos, tampoco ; mucho menos puede serlo conservar banderolas rojas y amarillas, al socaire de las cuales se fue prostituyendo el nervio nacional, el temple español, hasta conseguir que no quedase de aquella nuestra grandeza otra cosa que el romance y la elegía cursi con que alimentaban su emoción de patria y curaban su dolor de España todos los que han fiado nuestro porvenir a los insurgentes.

Se comprende que la España popular los derrote. Se justifica fácilmente que campesinos y obreros, bronces de la raza, figuras señeras del gran retablo heroico, los reduzcan a impotencia. ¿Cómo pudo olvidarse que ellos son el nervio y la fibra española? Caro pagan su olvido los insurgentes. Suprimida la sorpresa, que pudo favorecerles, todo podían darlo por descontado. Contra el granito popular nada pueden los traidores. En él se estrellan estos días. La capacidad para la ofensiva la han agotado. Ahora son las columnas populares las que ponen sitio a los sublevados, que reclaman el concurso del ingenio para, escapar a la sanción. Ello no parece posible. Una coordinación de armas, energías y justicias cierra los asedios, y el tiempo — formidable obrero — hace lo demás.

La trágica confrontación de las dos Españas va a terminar con la Victoria de la España que, iluminada por su pasado grandioso, está consignada al futuro, a un futuro espléndido. De su raíz más entrañada en la tierra llega al pueblo el jugo heroico de que hacen alarde y derroche en estos días tropas leales y Milicias populares.

El Socialista (28/7/36)

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (12 de diciembre de 1938)


Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Actividad de la aviación.-—En el día de ayer nuestra aviación bombardeó los objetivos militares del puerto de Barcelona, alcanzando muelles y depósitos y produciendo incendios.

martes, 11 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (11 de diciembre de 1938)

Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

EL FASCISMO. EN AGONÍA

MENSAJES DE LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL

Por los mensajes emocionados que pos llegan del extranjero, principalmente de las Internacionales y de los Partidos obreros, podemos medir el grado de profundo interés que nuestra sangrienta contienda ha suscitado en el mundo. Y se comprende. Los países de Europa, sobre todo, y a la cabeza de ellos los que siguen una política de Frente popular o padecen la amenaza del fascismo, no podrían, aunque quisieran, mostrarse indiferentes al episodio dramático que está viviendo España. Quiéranlo o no, son beligerantes; a distancia, pero vinculados de manera directa al desenlace que, la bárbara agresión del militarismo español — antiespañol, sería más exacto — pueda tener. Ningún pueblo es independiente de los que le rodean. Lo que acontece en uno repercute en los otros. Y no se olvide que el fascismo y el antifascismo son corrientes que no se localizan en esta o en la otra nación, sino que tienen por escenario Europa entera. Europea, pues, por su valor histórico y por sus consecuencias inmediatas, es la página heroica que están escribiendo con su sangre, a pecho descubierto, las Milicias obreras y las fuerzas leales que están batiendo a los sublevados. No tiene nada de extraño que de los cuatro puntos del Continente nos lleguen voces de aliento y solidaridad. Quienes de tal modo nos estimulan saben bien que peleamos por una causa que no es sólo nuestra, sino suya también.

En realidad, España sintetiza a la hora actual, y en términos definitivos, una guerra latente en Europa y de dimensiones históricas jamás igualadas. Son el sentido de civilización y el impulso de barbarie los que están en pugna. La democracia contra el dominio de las viejas potencias sociales ya superadas, aunque insepultas. El proletariado, que pide plaza, como clase rectora, contra el capitalismo, que no se aviene a ceder sus posiciones de privilegio. Un mundo que nace contra un mundo que muere. Todo ese alcance tiene— aparte sus características nacionales — la lucha empeñada en España a la hora presente.

La victoria que de día en día está consolidando el fervor popular es una batalla que se gana para España y para Europa. Para el proletariado peninsular y para el proletariado internacional. Para los hombres liberales de nuestro país y para los liberales del mundo entero. Correlativamente, en la derrota, ya clara e inminente, de los traidores a su obligación y a su palabra, va implícita la derrota de quienes, fuera de aquí, aspiran, como ellos, a decapitar la ciudadanía. Ni siquiera excluimos a quienes consiguieron imponer un régimen de brutalidad y negación de la dignidad humana, que mantiene en secuestro moral de millones de hombres que miran hoy con angustia hacia España. Esos secuestrados saben mejor que nadie lo que significa el aplastamiento del fascismo en España.

Lo saben por la experiencia terrible que les toca vivir, encadenada su voluntad, vencido tu espíritu bajo la bota infamante del fascismo. Su ejemplo es el que centuplica el coraje de nuestros milicianos. Y en la bravura dé nuestros milicianos tendrán ellos que tomar enseñanza para un mañana que atisbamos muy próximo. Con nuestros muertos, y gracias a ellos, se está enterrando para siempre el fascismo.

El Socialista (27/7/36)

lunes, 10 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (10 de diciembre de 1938)

Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

LA DESMORALIZACION DE LOS TRAIDORES

La terrible contienda a que citaron al pueblo los militares sublevados puede considerarse definitivamente decidida a favor de la nación en armas. No hay la menor sombra de duda. Lo que hace tres días era corazonada popular difícil de traducir en razones, es, desde ayer; evidencia palmaria de los hechos mismos. Los que proyectaban sitiar, se ven sitiados y reducidos a la mayor impotencia. Mutuamente se demandan socorros. Cabanellas se los pide a Mola, Mola se los pide a Cabanellas. Queipo de Llano angustia a Franco con una dramática imploración de tropas del Tercio. Aranda, sitiado en firme por los mineros, a punto de sufrir su arremetida o entregarse, reclama el envío apresurado de columnas de auxilio. Tal es el panorama moral de los sublevados; todos quieren recibir apoyos. ¿ dónde podrían encontrarlos? Sus propios soldados se han desentendido de la contienda y no quieren saber nada de entrar en fuego. Saben sus oficiales que con ellos no puede contarse. Estamos, ello está claro, al comienzo del fin. El instinto popular lo ha percibido y, dando de lado a toda inquietud, ordena sus fuerzas y las aploma serenamente. Madrid, y con Madrid España, ha recobrado su calma, sin abandonar su decisión, convencido de que asiste al epílogo de la traición. Un epílogo trágico; pero epílogo. No puede dejar de ser trágico el epílogo de drama tan terrible como el que los traidores, estimulados por el dinero y el numen siniestros de March, han desencadenado sobre el país entero, que aguarda el momento de la liquidación para hacer el balance de sus víctimas innumerables y gloriosas.

Estamos al principio del fin. Escuchando por radio la voz de los sublevados se advierte de un modo claro la falta de moral que los caracteriza. Seguros de que no se les oye se transmiten reciprocamente sobresaltos y angustias, pesadumbres y reproches. Al engaño de sus primeras alocuciones ha sucedido este desplome moral que teníamos previsto. Hay quien se aferra a la resistencia — caso de Queipo de Llano — confiando en que Santiago le ceda su caballo celeste, en forma de avión, para escapar al castigo de la ley. Si Franco gallea un poco más es, justamente, por la personal seguridad de que cree disponer teniendo a dos pasos la frontera del protectorado francés. Con todo, se muestra bien moderado en sus jactancias. También él sabe que ha jugado, ha perdido y necesitará abonar su cuenta. ¿Quién de los sublevados puede desconocer su derrota? Una certidumbre común—en los sublevados de su fracaso, en el pueblo de su victoria—iguala a los españoles. Y, sin embargo, sigue corriendo la sangre por la contumacia de los generales traidores, decididos a causar el mayor volumen de daños. Ni siquiera advierten los riesgos terribles de esa contumacia que necesitará ser castigada con ejemplaridad equivalente al daño innecesario que está infiriendo al pueblo.

A este pueblo español que, entre torrentes de sangre, está sacando adelante una España nueva y luminosa, capaz de ser ofrecida al mundo como ejemplo. Conquistar dominios ajenos es para todos los pueblos empresa más sencilla que ganar su propio dominio. Esto último es lo que estamos haciendo los españoles: ganar nuestro propio (suelo, y con él, la admiración del mundo. Pronto, de un día para otro, van a caer, doblados por la justicia, los traidores que han dado ocasión a que España se descubra a sí misma y se magnifique ante el mundo.

El Socialista (27/7/36)

domingo, 9 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (9 de diciembre de 1938)


Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Actividad de la aviación.—Los rojos, siguiendo su criminal táctica de bombardear poblaciones civiles, han volado sobre Córdoba arrojando varias bombas, que cayeron en un barrio popular, ocasionando ocho muertos y diez heridos, todos paisanos.

Capitulo de ineptos: los gobernadores

Uno de los capítulos más vergonzosos que podrán escribirse cuando se haga la historia de la sublevación militar en agonía, será el correspondiente a la gestión de los gobernadores. No de todos, claro; pero sí de muchos, cuya conducta será menester juzgar con extremada dureza el día de mañana. Una de las grandes desdichas de la República, desde que advino y sin interrupción, han sido los gobernadores, divorciados en su mayoría del espíritu popular y, por añadidura, incapaces de suplir con tacto lo que les faltaba de temperamento. Durante el primer bienio padecimos ya, bien crudamente, las consecuencias de la ineptitud, cuando no la deslealtad, de los gobernadores civiles. A esa circunstancia debe atribuirse en gran parte el fracaso de la política del bienio. Cabía, sin embargo, consolarse del pasado si el presente nos hubiera ofrecido mejores perspectivas. No ha sido así. Cuando se examinen en detalle los antecedentes de la tremenda convulsión que está sufriendo España, y se determinen las responsabilidades que de ellos se derivan, se verá hasta qué punto una porción abrumadora de esas responsabilidades se vincula en la actuación incalificable de muchos gobernadores que parecían colocados en sus puestos, no para servir, sino para ayudar a morir a la República. Saldrá a flote más de una complicidad directa con los sublevados y se pondrán de manifiesto, sobre todo, muchas complicidades indirectas nacidas de una pasividad inexplicable y de una total insensibilidad para estimar los peligros gravísimos que se cernían sobre el régimen.

Gobernadores hubo que desdeñaron burlonamente toda suerte de advertencias que los Partidos y hombres del Frente popular se creyeron obligados a hacerles. «¡Bah, cuentos de miedo!», solían responder, como tantos otros inconscientes que se reían de nuestras alarmas o las echaban a mala parte. Alguno de esos gobernadores ni siquiera se creyó en el caso de poner atención en cierta confidencia, rigurosamente auténtica — los hechos lo han probado después —, según la cual acababa de celebrarse una reunión de militares en la que cierto jefe, sin embozos de ninguna índole, había solicitado de las clases de la guarnición que se sumaran a la sublevación ya inminente. Ese mismo gobernador esperó pacientemente, como si viviera en el mejor de los mundos, a que la sublevación se le viniera encima, sin tomar ninguna medida preventiva, sin poner a recaudo, como pudo hacerlo, una partida crecidísima de fusiles almacenados, sin dar órdenes a la Guardia Civil y de Asalto. Las negligencias y apocamientos de ese gobernador han sido causa principal de que en la provincia regentada por él se esté tiñendo una de las luchas más duras de la sublevación.

Otros gobernadores alegres y confiados han estado rechazando sistemáticamente la ayuda que les ofrecían el Frente popular y las organizaciones obreras — va conocida la sublevación de otras guarniciones — y ofreciendo plenas seguridades al Gobierno hasta el instante mismo de sentir sobre las espaldas el golpe de los espadones. Por donde se viene a caer en la sospecha de que la sublevación la presentían todos los españoles, menos unos cuantos, que, por casualidad, eran gobernadores de provincia. Hay, repetimos, excepciones honrosas que en su día convendrá destacar. Aunque no sea más que por la circunstancia de que, subrayando las excepciones, se pone de relieve también la ineptitud de los demás.

El Socialista (26/7/36)art

sábado, 8 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (8 de diciembre de 1938)


Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Actividad de la aviación.—Ayer fueron bombardeados con éxito los objetivos militares del puerto de Alicante.

EL BANQUERO Y SUS GENERALES

Era fatal. Necesariamente había de proyectarse la sombra siniestra de Juan March sobre el cuerpo sangrante y lacerado de España. El judío mallorquín ha resultado ser, como no podía por menos, el banquero de los sublevados. Llegúele, dondequiera que se halle, el aviso colectivo de los españoles de que en esta ocasión no escapará con bien de sus, trágicos manejos, cualquiera que sea el refugio que busque para su, persona. El dinero que ha dedicado a posibilitar esta intentona criminal acabará por destruir su vida, castigo blando para la enormidad de su delito. Su soberbia y la confianza en su estrella le han perdido irremisiblemente. En la medida que España, por sus fuerzas armadas, arrolla y pulveriza a los sublevados, se echa encima de March la sentencia implacable que él mismo se ha buscado y a la que no escapará, porque contra las sentencias de esa naturaleza carecen de pólizas de seguro los Bancos. March, habituado a darse rumbo y altura por el olfato, no lo ha tenido en esta ocasión y se ha embarcado, embarcando a todos los suyos, en una empresa derrotada. El siniestro banquero mallorquín ha tropezado con el pueblo en armas. Despídase de sus malas artes. No espere blanduras. El destino le va a presentar, en una sola, todas las traiciones, todos los robos, todos los crímenes que no había pagado. Contra ese destino las fronteras nada pueden, nada garantizan. El destino opera, sin misericordia, en toda la rosa de los vientos. Tiene servidores leales que jamás se han permitido desacatar sus órdenes. March sería el primero en ponerse a cubierto de lo ineluctable que ha comenzado a asediarle.

Puede disponerse a correr la suerte de los traidores que se han beneficiado con su dinero. De estos generales traidores que, descontando su derrota, van poniendo a buen resguardo sus alectos. «La esposa del general Mola—dice la noticia de hoy—ha llegado a Biarritz.» El propio general debe confiar en poder reunirse pronto con ella en ese elegante rincón de la costa vascofrancesa. Falsa confianza. Quizá la raya francesa esté abierta por Navarra. Pero no tardará en quedar cefrada. La voluntad nacional tiene interés en asistir al juicio y acabamiento de los traidores. ¿A qué menos podría aspirar después de la prueba trágica a que se le ha sometido? La reata de los traidores no escapará, como tampoco escapará su banquero. La convulsión tiene tal magnitud, representa tal montaña de dolores y de -duelos, que la sentencia, inmodificable, está dictada desde el primer día, habiéndose empezado a cumplir en dos generales contumaces: Sanjurjo y García de la Herrán. La Junta de Defensa o Directorio militar con que sueñan los sublevados tendrá que reunirse en el infierno. Allí es donde están convocados para fecha perentoria. Allí se reunirán.

El Socialista (26/7/1936)

viernes, 7 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (7 de diciembre de 1938)


Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Sólo tiene, para divulgar por la radio, mentiras de gran calibre

Haciendo juego con las victorias del pueblo, las derrotas del fascismo. ¡Qué abyección la suya! Una gran parte del ejército, traicionando sus propios compromisos, simulando una lealtad que se habían propuesto desgarrar, ha necesitado, para hacer armas contra la nación, equivocar primero, emborrachar después, a los soldados confiados a su mando. Los vapores alcohólicos y la anestesia del engaño han pasado o están a punto de pasar. Estamos seguros de que se producirá, no tardando, una tremenda fisura en los cuarteles. La lealtad pasiva de algunas guarniciones no puede prolongarse. La lealtad precisa ser activa, o no es lealtad, sino cuquería y cálculo. Los que se digan leales tienen la obligación de probarlo, o nos quedará el derecho a dudar. Leales como esos milicianos populares, que dan su vida con una generosidad que supera todo elogio; como esos soldados de la Guardia civil, que entran en fuego con serena arrogancia; como esos batallones de Carabineros, que se inmolan corajudamente; como esas compañías de Asalto, que desafían todo riesgo. La lealtad consiste en estos días en algo más efectivo que una declaración día civil, que entran en fuego con serena arrogancia; como esas compañías de Asalto, que desafían todo riesgo. La lealtad consiste en estos días es algo más efectivo que en una declaración pasiva. Cuando llegue el momento de los homenajes, de sobra sabemos que abundarán los leales que se pongan en fila para recibirlos. La prueba de la lealtad hay que hacerla ahora, en estos momentos, con el fusil en la mano y el ánimo resuelto a quedar triunfadores. No se olvide que nos corre prisa, mucha prisa, por poner término a la criminal intentona que ha desencadenado el fascismo.

Tenemos prisa porque necesitamos acabar rápidamente con los estragos que el crimen de los desleales está produciendo, en ningún caso porque nos ofrezca duda la victoria. Pero por lo mismo que la victoria está segura, nos importa disponer de ella, para la reedificación del país, en el plazo más corto posible. A las derrotas que se les han ocasionado a los rebeldes hay que añadir otras nuevas y más sonadas. Ya que aspiran al aniquilamiento de todo y de todos, necesitamos darnos prisa para impedirlo. Prisa, mucha prisa. Toda es poca para economizar sacrificios, dolores y quebrantos. Derrotas, más derrotas para el fascismo. Sabemos que quedará extenuado para siempre; pero debe buscarse que su total fallecimiento sea rápido. Tan rápido como lo demanda el prestigio de España y la conveniencia de los españoles.

Como el día de ayer, fecundo en derrotas de los sublevados, necesitan ser todos los días. Allí donde el fascismo ha acumulado efectivos necesitamos batirlo, si es que voluntariamente no renuncia a presentar batalla y se entrega sin condiciones, no para salvarse, sino para salvar lo que con su sola presencia ha comprometido. Que es mucho, no lo olviden los insurgentes. Ellos, poseidos de un odio ancestral, han colocado la lucha en un plano le inclemencia desconocido en los anales de las guerras civiles, incluso, en las religiosas. Allá donde han asentado su campamento han podrido el aire. Confiaron al horror y a la servicia el triunfo, y se han encontrado con que esa confianza es la que los ha perdido. El horror y la sevicia han sublevado toda la conciencia nacional y la universal, que los va reduciendo a la impotencia. Su último ataque lo hacen por conducto de la radio, que difunde embustes de un calibre inconmensurable. Citemos uno por vía dé ejemplo: En la frontera portuguesa ha sido detenido por la Guardia civil, al intentar pasarla, Casares Quiroga. Bien se ve que marcha mal el fascismo cuando precisa apelar a esas mentiras para sostener la moral de sus aliados.

El Socialista (25/7/1936)

jueves, 6 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (6 de diciembre de 1938)


Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Actividad de la aviación.—Ayer fueron bombardeados los objetivos militares de Altura y Gátova y los del puerto de Barcelona, ocasionando grandes incendios y derribando dos aviones de caza enemigos que, con otros varios, pretendieron inútilmente impedir nuestro bombardeo. Todos nuestros aviones regresaron a sus bases.

La Sierra es un gran monumento al heroísmo de Madrid

La gesta que está escribiendo Madrid necesitará de plumas menos secas que las de los periodistas para ser relatada. Hay más de una razón para el asombro. Millares de ellas para la admiración. Si la Sierra está totalmente dominada y expurgada de adversarios, ello es obra del coraje arrollador, del ímpetu extraordinario de las columnas mixtas que la capital ha puesto en pie de guerra. Ese coraje y ese ímpetu, bañado de sangre y jalonado de sacrificios, han derrotado a los facciosos, que se han desbandado en una huida vergonzosa. Este, heroísmo del pueblo de Madrid no está a falta de antecedentes. Tiene una tradición bien gloriosa: a ella hacen honor los milicianos y las fuerzas leales. Esas fuerzas asumen hoy la total representación del pueblo madrileño, al que brindan sus victorias. España está segura de su capital. Puede confiar en-'ella. En la misma medida que el país ¡entero confía en Madrid, este confía en la resistencia de España, que ya está organizada y en camino tic rendir triunfos arrolladores. Se comprende el desmoronamiento de los sediciosos. Desdeñaron, al formalizar sus planes de ataque, factor tan decisivo como es el del heroísmo popular. Proyectaron un paseo victorioso a lo ancho y largo de la nación, sin resistencias ni tropiezos, y se han encontrado con la infranqueable barrera del pueblo, que, puesto a hacer la guerra, la sabe hacer, no sólo heroicamente, sino también eficazmente. El instinto vital le dicta lecciones de estrategia, y del lejano abuelo que se paseó por el mundo rindiendo adversarios, le sube un valor frío, seguro, inagotable, que está superando todas las marcas conocidas. Ni dificultad que le arredre ni enemigo que le amilane. No sabe este pueblo de Madrid de adversidad más implacable queda que le impone la pérdida de la libertad y la independencia. Con esa desgracia infamante, el pueblo de Madrid no pacta, y acepta, para eludir aquel castigo, todos los sacrificios imaginables.

La Sierra es hoy, toda ella, un grandioso y macizo monumento al heroísmo del pueblo madrileño. Cada una de sus arrugas, de sus piedras, de sus terrones, ha asistido a un grave episodio, jugado a vida o muerte, embebiendo, las más de las veces, sangre de héroes. Grandioso monumento que ninguna fantasía creadora logrará superar. En lo sucesivo, a nadie le será dado acercarse a. ella sin que una muy viva emoción le lleve a recordar estos días de heroísmo multitudinario en que se han ventilado tantas, cosas sagradas. Varios días de reñidísimos combates han conocido ayer gloriosa culminación. Las crestas de la Sierra han quedado absolutamente dominadas. El adversario ha sido batido, dejando en poder de los victoriosos toda clase de pertrechos de guerra, trofeos con que subrayar, una gesta por tantas razones consignada a la Historia. Marca la victoria un nuevo hito en lo que toca a la total liberación de España. Los facciosos pueden ir preparando a los suyos para la entrega definitiva, que deberá ser hecha sin condiciones. Necesitan rendirse al pueblo y a la ley. Persistir en el crimen que han cometido no puede servir para otra cosa que para empeorar su propia situación y la de cuantos los rodean. Procedan como quieran, una cosa es clara : que están virtualmente derrotados. La efectividad de esa derrota será cosa de muy poco tiempo. La garantía de que decimos verdad está en el heroísmo de Madrid, que se ha contagiado a todo el pueblo español. Un heroísmo de epopeya que está iluminando al mundo y encendiendo de fe a todos los españoles, estimulados en sus decisiones por el motor de la victoria segura.

El Socialista (25/7/1936)

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (5 de diciembre de 1938)

Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Actividad de la aviación.—En el día de ayer fueron bombardeados dos veces el puerto de Barcelona, alcanzando muelles y almacenes, las fábricas de material de guerra de Badalona, Gava y Villanueva y el puerto de Valencia.
Hoy se han bombardeado los objetivos militares de la estación ferroviaria de Segorbe y los del pueblo del mismo nombre.

LA ESCUADRA, FIEL A SU TRADICIÓN

Un ejemplo de lealtad y decisión que debe ser brindado a los soldados

Por conducto de «Heraldo de Madrid», la Escuadra ha enviado a los diarios republicanos un saludo efusivo, al que nos obligamos a corresponder; pero no de una manera protocolaria y fría, sino cordial y caliente, como se merecen las tripulaciones y los nuevos mandos de la Escuadra, que tan excepcionales servicios están rindiendo a la nación y a la República. A su actividad y a su capacidad de sacrificio fiamos todos los combatientes aquellas victorias que hayan de conseguirse en el litoral y en el norte de Africa. No es éste el momento de reseñar sus proezas ni de exaltar las victorias conseguidas por los cañones de la Escuadra.

De eso habrá que hablar con detalle y por largo. Lo más urgente está en decir que la Escuadra, una vez más, ha hecho honor a su gloriosa tradición de liberalismo, primero, y de republicanismo después.

Todavía conservamos viva en el recuerdo aquella memorable noche bilbaína en que, surta la Escuadra en el Abra, de paso para Santander, donde la ex real familia veraneaba, ocupando el Palacio de la Magdalena, representantes autorizados de la marinería y del personal técnico hicieron este sobrio ofrecimiento: «Estamos a la devoción de la República. Al amanecer daremos vista a Santander. Désenos la orden, y reduciremos a cenizas el Palacio de la Magdalena con todos sus ocupantes. Tenemos dispuesta todas las cosas para ello.» Era en las postrimerías del golpe de Estado de Primo de Rivera. No se dio la orden. Lo que entonces no hicieron los marinos lo han hecho ahora : desembarazarse de los mandos traidores y poner los buques al servicio del pueblo y de la República. Esa es su gran lección. Una lección que debe ser brindada a los soldados que mandan los insurrectos, y a los cuales se les da, más fácilmente, la posibilidad de reducir a quienes los mandan y sumarse a las fuerzas leales y a las milicias populares. Más fácilmente, por cuanto que, una vez en la calle y pertrechados de munición, a los mandos facciosos no se les da la posibilidad de controlar a sus tropas.

Es el momento adecuado para que los soldados imiten la conducta admirable de la marinería y clases de la Escuadra. Es la única que puede legitimar a los soldados, que, a estas horas, saben perfectamente cuál es la posición del pueblo y cuál la intención de los insurrectos. Es dificilísimo admitir la ignorancia. Los soldados que hacen fuego y causan bajas a las milicias populares, ¿cómo conseguirán justificarse una vez prisioneros? Tanto más difícil esa justificación, cuanto que hay compañeros suyos que, al acecho de toda oportunidad para pasarse a los leales, desertan de los facciosos incluso con riesgo de la vida. La comprensión y la tolerancia de que hemos venido haciendo alarde están a punto de agotarse. En el Alto del León y en Somosierra, soldados no menos facciosos que sus jefes, afinaban su puntería contra las milicias, causándoles heridos y muertos. Es demasiado esperar, después de su criminal conducta, que se les respete la vida.

Para que ese respeto se produzca es indispensable que manifiesten su voluntad de rebelarse contra sus jefes, a los que ni legal ni moralmente deben acatamiento. Pueden ajusticiarlos con la seguridad de merecer el reconocimiento público, de la misma manera que lo han ganado las tripulaciones de la Escuadra, a las que enviamos nuestra más calurosa felicitación.

Una vez más, la marina de guerra, servida por hombres del pueblo, mandada por una vieja aristocracia apolillada, ha pasado por alto las órdenes de sus jefes para ponerse incondicionalmente al servicio del pueblo. ¡Salud a ella!

El Socialista (24/7/1936)

martes, 4 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (4 de diciembre de 1938)

Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Actividad de la aviación.—Ayer fueron bombardeados los objetivos militares del puerto de Barcelona, el puerto y los Altos Hornos de Sagunto, las fábricas de material de guerra de Blanes y las de municiones y cemento de Chiva y Buniel.

lunes, 3 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (3 de diciembre de 1938)

Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Actividad de la aviación.—En la noche del 1 al 2 se bombardearon las industrias y fábricas de electricidad de Badalona.
Ayer fueron bombardeados los objetivos militares de Borjas Blancas, el puerto de Valencia, logrando alcanzar y producir incendios en el taller «Gómez», y los muelles de Palamós, ocasionando grandes explosiones.
En el día de hoy han sido alcanzadas las centrales eléctricas de Adra y Figols y los objetivos militares de la estación de Pozoblanco.

Hacer de España una escombrera inmensa de cadáveres (El Socialista, 24-7-1936)

La suerte de los insurrectos no ofrece, a estas alturas, la menor duda. Es trágica. Ellos mismos reconocen su derrota, y no la ocultan, al decir, como dicen, «que se saben perdidos, pero que procurarán causar los mayores daños». Por monstruosa que la declaración parezca, es rigurosamente cierta y está confirmada por los hechos. No es que traten de vender caras sus vidas, es algo peor: es que se disponen a ocasionar los más terribles quebrantos al país. Quebrantos de toda índole: vitales, económicos, artísticos, morales. Ahora es cuando se pone de manifiesto, con terribles luces sangrientas, aquella verdad nuestra que afirmaba qué sólo siendo la Patria una propiedad de ellos les interesaba la Patria. Ahora que la derrota les hace comprender que en lo sucesivo no dispondrán del menor privilegio, se disponen a arrasarlo todo: vidas, cosechas, testimonios históricos y artísticos del pasado nacional. ¡Todo! A poder, convertirían a España en una escombrera inmensa sembrada de cadáveres, o la entregarían como colonia a una cualquiera de las naciones fascistas. Algo de esto segundo, y mucho de lo primero, ha hecho en Sevilla el ex general Queipo de Llano, mezclando al cónsul general de Italia, a quien le es obligada una neutralidad exquisita, en la contienda que vamos liquidando los españoles con manifiesta rapidez y fortuna.

Lo que en Queipo de Llano es una botaratada, propia de su imbecilidad congénita, es en Franco un acto de fría traición, por cuanto que sabe todo el alcance internacional que puede llegar a tener la insurrección de las tropas de Africa.

La lección de patriotismo que han dado al país los generales será inolvidable para los españoles. Queda liquidada toda una etapa engañosa y falsa. A partir de la traición de una parte del ejército, la que presumía de depositaría de nuestras tradiciones se abre un proceso de consecuencias fácilmente previsibles. Se ha acabado el monopolio de la Patria que se habían concedido a sí mismas las derechas. Mejor que acabarse, se ha transferido: la Patria la encarna, una vez más, el pueblo. El mismo que la encarnó en todos los momentos decisivos de nuestra historia; pero esa encarnación tiene ahora una particularidad que la diferencia de las anteriores, a saber, que, en lo sucesivo, la Patria no será el feudo de los que la han tenido como proveedora inagotable de sus privilegios de casta. Convencidos de ello, intentan aniquilarlo todo. Ese es su monstruoso objetivo de estas horas.

Nada, por respetable que sea, contiene su furia de derrotados.

¿No acabarán por reconocer su engaño los que dieron crédito a las falsas prédicas patrióticas de los insurgentes? ¿No saldrán de su error las gentes sencillas que tenían por ciertos juramentos falsos en su misma raíz?

El famosísimo brazo armado de la Patria, constituido y mantenido exclusivamente para su defensa, le hace el daño que no hubiera podido hacerle su peor enemigo. Por increíble que en otros días se nos hubiese antojado esa sospecha, tiene en la actualidad la fuerza avasalladora de un hecho brutal. Cuando se haga el balance de estas jornadas trágicas, el más impasible se sentirá anonadado, incapaz para contener el impulso violento de su alma.

Toda esta tragedia inmensa se la debemos a los traidores, a ese grupo de generales, jefes y oficiales, que no podrán compensarnos, por dura que sea su suerte, de los daños que han inferido a España. ¿Qué valen todas las vidas de todos los jefes facciosos junto a una sola de los numerosos trabajadores que la han perdido en defensa de España y de la República ? Guardan la misma relación de precio que la bola que arrastra el escarabajo junto a la más pura pieza de diamante.

El Socialista  (24/7/1936)

domingo, 2 de diciembre de 2018

Parte de Guerra Nacional (2 de diciembre de 1938)

Estabilización.

Sin novedades dignas de mención.

Actividad de la aviación.—En el día de hoy se bombardeó el puerto de Barcelona, alcanzando los muelles y depósitos.
En el de hoy, se han bombardeado con eficacia las centrales eléctricas de Alp y San Pablo de Seguries, y los objetivos militares de la estación del ferrocarril de San Juan de las Abadesas.


sábado, 1 de diciembre de 2018

Un gran problema histórico en liquidación (El Socialista, 23-7-1936)

Harán mal quienes, al someter a examen la sangrienta contienda que estamos viviendo, la juzguen solamente como un episodio trágico, de gran volumen, terrible en su desarrollo y en sus consecuencias, pero encajable en los límites estrictos de un problema actual. Es todo eso, desde luego; pero es algo más que eso. Lo que al presente se ventila en España a tiros de fusil no es más ni menos que el gran pleito histórico de la civilidad española, soterrado a veces, pero siempre latente; disminuido en la apariencia, pero intacto en la realidad; diferido en su urgencia, pero siempre sin resolver. Habrán podido las circunstancias procurarnos, en ocasiones, la ilusión de que ese gran problema quedaba ya entregado al pasado. La ilusión, sin embargo, no acaba de tomar tierra entre nosotros. Es una ilusión forastera que nos hace visitas fugaces y escapa luego a golpes de la adversidad. El fantasma surge inevitablemente cuando se le cree, con mejor fundamento, vencido, para dar testimonio, con su presencia, de que sigue en pie la lucha dramática que arruina desde hace un siglo nuestra vida nacional. Oligarquía contra democracia; militarismo contra política; pretorianismo contra civilidad. Cien veces se afirmó en España por la fuerza de la razón el espíritu civil, y otras tantas fue derrotado por la fuerza de la brutalidad. 

A despecho de cambios y revoluciones, la libertad tuvo siempre en España dos carceleros que la retuvieron prisionera: la Iglesia y el cuartel.En las horas que corren —cada una tiene el valor de un día; cada día, el valor de un año—, cargadas de tremenda gravedad, se advierte bien hasta qué punto nuestra ciudadanía se alimenta de mentiras y vive en precario. Amarga y deprimente es la confesión, pero obligada. La democracia republicana tenía más de retórica que de sustancia; más de estampa que de fibra; era una arquitectura elegante montada sobre unos cimientos carcomidos. No tiene nada de extraño que la arquitectura se bambolease a merced de los vientos. El 10 de agosto... Noviembre de 1933...

La represión salvaje de Asturias... Y esta otra sublevación bestial, en que todas las fuerzas de un pasado incivil han vuelto a juntarse para levantar contra la República, en golpe definitivo y bárbaro, el espadón clásico para cercenarle la cabeza a la civilidad. Tan de mentira vivíamos, que los sublevados han podido creer que también la República, en sí misma, era una mentira. Ese ha sido su error. Un error que ninguna estrategia militar puede hacer remediable. Los sublevados lo están comprobando a través de su derrota. Esas milicias armadas, sin técnica guerrera, mal pertrechadas, cargadas de sueño, comiendo mal o no comiendo,  ¿de dónde sacan la bravura indomable que pone en fuga a los generales? ¿Qué aliento los empuja que hace retroceder los cañones? Presumimos el asombro de los militares frente al milagro.

Asombro porque ellos son incapaces de comprender la gran fuerza contra la cual no sirve la fuerza: la fe. Es la fe la que pone ímpetu en el brazo y coraje en el alma. ¡A qué distintas razones responde el pretorianismo de los generales! En su conducta todo es subalterno, sórdido y miserable. En las fuerzas que les cortan el paso, todo es grandeza, desinterés, heroísmo que vive  de sí mismo, no de las cruces, ni de las pagas, ni de la jerarquía social. Lo que está muriendo, a fuerza de sacrificio y sangre proletaria, es el pretorianismo infamante que España y la República venían soportando sobre sus espaldas. Batalla histórica, en la que un pueblo cobra, a precio de dolor, su libertad definitiva. La sangre que se vierte hoy es la semilla de una cosecha que ninguna tempestad podrá malograr ya.

El Socialista (23/7/36)