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sábado, 15 de septiembre de 2012

Francisco Ascaso Budría (1901-1936)


Activo dirigente anarquista, participa en numerosos atentados, uno de ellos contra el rey Alfonso XIII. Secretario de la CNT desde 1934, muere el día 20 en Barcelona durante las primeras luchas en la ciudad

Poco se sabe de Ascaso en su plano más personal. Cuentan de su vida que era una persona seria, austera y reservada, unas características que le convirtieron en un personaje muy respetado y querido. Su peculiar carácter, unido a la generosidad y el arrojo que, según quienes le conocieron, mostró durante toda su trayectoria, le cuestan la vida el 20 de julio de 1936, cuando se expone a los disparos enemigos en el asalto al cuartel de las Atarazanas, en Barcelona.

El día 1 de abril de 1901 nace en Almudévar (Huesca) Francisco Ascaso Budría, el más pequeño de una familia de amplia tradición anarcosindicalista. Desde muy joven, el ambiente libertario que se respira en su casa hace que este pequeño y poco corpulento hijo de obreros se nutra de las ideas que tanto sus padres como sus hermanos, Domingo y Joaquín, cultivan. En 1913, se traslada a Zaragoza con su familia y desde muy joven empieza a participar en movimientos reivindicativos y conflictos laborales, lo que le lleva en el año 1919 a formar su primera agrupación, La Voluntad, Las actividades que realiza con este colectivo son las que le hacen caer detenido por primera vez, una situación que se repetirá en numerosas ocasiones a lo largo de toda su vida.

En cualquier caso, es a partir de 1922, una vez llegado a Barcelona cuando empieza a formar parte de algunas de las asociaciones más conocidas de la época. Los Justicieros y Los Solidarios, son las dos agrupaciones en las que unirá su destino con el de Buenaventura Durruti, junto al que prepara acciones armadas contra Martínez Anido y otros altos cargos de la época. También se incorpora a este último grupo otro personaje muy relevante, Juan García Oliver. En estos años Francisco se encarga de la redacción de El Crisol, el periódico de la agrupación. Los colectivos de afinidad, base de la estructuración de los anarquistas, son el modo organizativo más común en el anarquismo ibérico durante estos años.

Las actividades que desarrolla le llevan en varias ocasiones más a la cárcel y más tarde a Francia, donde trata de crear un comité revolucionario y una editorial de apoyo a las luchas en el interior de España.

Al llegar la dictadura de Primo de Rivera todas las organizaciones anarquistas quedan prohibidas, por lo que la actividad clandestina será uno de los rasgos que definan la década de los años 20. La situación en estos momentos es dramática, ya que la tensión y la violencia con la patronal aumentan enormemente. Según el historiador Abel Paz, Ascaso afirmaba de esta situación: "La calma es ficticia. Se nota en el ambiente un presagio de dramatismo. El pistolerismo patronal ha encontrado ahora un nuevo refugio creando un sindicalismo amarillo, cuyos miembros gozan de los mismos privilegios que los anteriores".

Perseguidos por los delitos cometidos en estos años, Ascaso y sus compañeros deben partir hacia América, donde visitan Nueva York, México, Chile, Buenos Aires y Cuba en un viaje que les sirve para seguir con su actividad ilegal atracando entidades bancadas para sufragar los gastos de su movimiento libertario. Especialmente importante es el atraco a la industria Tucumán de México, cuyo dinero se destinaría a la construcción de una escuela para hijos de obreros, una práctica muy habitual entre los colectivos anarquistas.

Con una movilidad constante, Francisco trabaja de camarero, estibador y cortador de caña para poder sobrevivir en estos años. Héroe para unos y un simple bandolero para otros, la figura de Ascaso despierta gran interés en la época y en torno a él y sus compañeros anarquistas giran innumerables leyendas. La actividad del grupo anarquista al que pertenece continúa hasta la preparación de un atentado en 1926 contra Alfonso XIII, un hecho que hace que vuelva a entrar en prisión, aunque al año siguiente es expulsado a Bélgica y Francia, un destierro que no acabaría hasta la llegada de la Segunda República. Durante estos años, los grupos agitadores de toda la Península se han ido conociendo y coordinando en distintos encuentros, cuajando en el año 1927 en la constitución, en Valencia, de la Federación Anarquista Ibérica (FAI), organización en la que los anarquistas construyen una estructura común, un proceso en el que Ascaso, Durruti y García Oliver tienen un papel central.

Una vez iniciado el periodo republicano, Francisco Ascaso retoma los asaltos bancarios y participa en varios intentos de alzamiento en Figols y el Ebro, lo que le lleva a ser deportado a África en febrero de 1932. Su vuelta a Cataluña no se produce hasta 1934, para ser nombrado secretario general de la CNT de Cataluña y redactor de Solidaridad Obrera, desde cuyas páginas Ascaso expone algunas de sus ideas, enfrentándose a los sectores más moderados de la CNT, conocidos como treintistas. El historiador Miguel Íñiguez, escribe de él: "Militante serio y austero, no se caracteriza por sus reflexiones escritas, ya que él mismo se considera una persona de acción, lo que no es excusa para que participe en diversos medios impresos". En esta época escribe, efectivamente, algunos artículos como "El Estado", en el cual afirma: "Solamente una sociedad comunista libertaria, donde el Estado resulta inútil, al establecerse el patrimonio común de todo, y para cuyo mantenimiento cada cual colaborará, puede realizar la administración del patrimonio por acuerdo y reconocimiento de todos sus componentes".

La confianza en que la sociedad puede defender sus intereses sin necesidad de instituciones estatales, le pone a la cabeza -en los primeros días del alzamiento- de la organización de los grupos de milicianos anarquistas. Como coordinador de comunicaciones y miembro del Comité de defensa de la CNT de Cataluña trata de apagar la rebelión militar. En ese ambiente, el asalto al cuartel de Atarazanas se convierte en un objetivo central y prioritario, produciéndose crudos enfrentamientos armados entre un bando y otro. Una bala certera de un francotirador enemigo es la que acaba el día 20 de julio con la vida de Ascaso.

Como figura ensalzada en mítines, artículos de prensa y con su nombre en una columna que parte hacia el Frente de Aragón, Francisco Ascaso pasa desde ese momento a formar parte de la mitología de los militantes del frente republicano.

4 comentarios:

  1. ESTOY RECOPILANDO DOCUMENTACIÓN SOBRE ESTE FAMILIAR DEL CUAL, PRETENDO ESCRIBIR UN LIBRO EN EL QUE SE HAGA JUSTICIA A TODOS AQUELLOS QUE MURIERON POR DEFENDER EL GOBIERNO LEGITIMO DE ESPAÑA. TODO SOBRE LOS SOLIDARIOS. HAY UNA FOTOGRAFÍA MOMENTOS ANTES DE LA MUERTE DE F.ASCASO, QUE NO TENGO Y ME INTERESARIA.

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  2. ME INTERESARÍA LOCALIZAR CUANTOS FOTOS SEAN POSIBLES PARA EL LIBRO. TAMBIÉN UNA QUE SE HIZO MOMENTOS ANTES DE SU MUERTE EN EL ASALTO AL CUARTEL. GRACIAS. FRANCISCO ASCASO ABADIA (JESÚS ASCASO GIMÉNEZ

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  3. ME INTERESARÍA LOCALIZAR CUANTOS FOTOS SEAN POSIBLES PARA EL LIBRO. TAMBIÉN UNA QUE SE HIZO MOMENTOS ANTES DE SU MUERTE EN EL ASALTO AL CUARTEL. GRACIAS. FRANCISCO ASCASO ABADIA (JESÚS ASCASO GIMÉNEZ

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  4. ESTOY RECOPILANDO DOCUMENTACIÓN SOBRE ESTE FAMILIAR DEL CUAL, PRETENDO ESCRIBIR UN LIBRO EN EL QUE SE HAGA JUSTICIA A TODOS AQUELLOS QUE MURIERON POR DEFENDER EL GOBIERNO LEGITIMO DE ESPAÑA. TODO SOBRE LOS SOLIDARIOS. HAY UNA FOTOGRAFÍA MOMENTOS ANTES DE LA MUERTE DE F.ASCASO, QUE NO TENGO Y ME INTERESARIA.

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