Pintor e ilustrador, trabaja para la Junta Nacional de Defensa durante la Guerra y, acabada ésta, colabora en la 'Historia de la Cruzada Española', una extensa obra sobre el conflicto, contada desde el punto de vista nacional
Artista polifacético dedicado especialmente a la ilustración, alcanza gran repercusión por su colaboración artística con el bando nacional durante la Guerra Civil. En estos años, Carlos Saenz de Tejada realiza numerosos carteles de propaganda en apoyo a los alzados contra la República. Tras el levantamiento, el artista se incorpora a la Junta de Defensa Nacional donde desempeña el trabajo de ilustrador oficial, puesto en el cual comienza realizando caricaturas e ilustraciones de sucesos y narraciones de tipo policiaco.
La Guerra Civil supone para él no sólo un cambio vital, por su marcado compromiso político, sino también, y quizá como consecuencia de ese cambio, una evolución en su trayectoria artística. Como afirma Valeriano Bozal, profesor de Historia del Arte, Saenz de Tejada pasa de "un costumbrismo tradicionalista bastante anecdótico, hacia una ilustración (...) supeditada a las exigencias de su función narrativa, ornamental, simbólica. (...)". Efectivamente, las obras anteriores a la contienda recogían, fundamentalmente, la
vida cotidiana en la época de la dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República.
Pronto, sus ilustraciones sobre la Guerra comienzan a aparecer en diversas revistas de ámbito nacional, pero también internacional, como The lllustrated London News y The Sketch. Una de las características principales de sus pinturas es, tal y como explica Valeriano Bozal, que Saenz de Tejada adopta un punto de vista desde abajo, "o que le permite destacar las figuras sobre el horizonte (...)", ya que los perfiles de aquellos a quienes dibuja aparecen como enormes figuras. Siguiendo con la descripción de Bozal, "los hombres son gigantes, y estos gigantes son militares, falangistas o requetés, capaces de grandes acciones, de gran vigor masculino, y las mujeres son madres y esposas".
Todo este trabajo lo realiza Saénz de Tejada desde el frente, ya que forma parte de las milicias armadas de La Guardia, población alavesa de la que es originaria su familia.
En 1937 colabora en la Delegación Nacional de Prensa y Propaganda, que tiene su sede en Salamanca, y más tarde trabaja para Ediciones Españolas, en Sevilla. Un año después, en 1938, realiza las ilustraciones para Canción de la Falange, de Agustín de Foxá, pero su colaboración más significativa y conocida es la que realiza en 1939, poco antes de acabar la Guerra, en Historia de la Cruzada Española, dirigida por Joaquín Arrarás, en la que participa como director artístico. La obra, publicada por tomos hasta 1945, es un extenso relato de la Guerra Civil desde el punto de vista del bando nacional.
También realiza los dibujos para Poema de la Bestia y el Ángel, de José María Pemán y Marruecos, diario de una bandera, de Francisco Franco.
Saenz de Tejada nace, por azar, en Tánger, Marruecos, en 1897, lugar al que se habían trasladado sus padres por motivos de trabajo. Sus estudios artísticos comienzan en el Centro de Fomento de las Artes de Madrid y en el estudio del pintor José María López Mezquita, y continúan en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde ingresa en 1916. En sus años en Madrid, recibe las influencias de sus maestros entre los que se encuentran el propio López Mezquita, Joaquín Sorolla y Álvarez Sotomayor.
Su talento le sirve para colaborar con las revistas más importantes de la época como La Esfera, Nuevo Mundo o Aire Libre y en el periódico ABC.
En 1925 es becado por la Junta de Ampliación de Estudios y decide marcharse a Francia. En París, continúa su faceta de ilustrador en algunas publicaciones como Robe, Femina y Vogue. Vuelve a España en 1935, justo un año antes de ser sorprendido por el estallido de la Guerra.
Al acabar el conflicto participa como artista en la Bienal de Venecia de 1940, y en 1943, es nombrado director de La Moda en España. Este mismo año participa en la exposición Así eran los rojos celebrada en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Al año siguiente ingresa como profesor en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, y en 1948 es nombrado catedrático de la misma.
La implicación artística de Saenz de Tejada, a pesar de su gran entusiasmo, no se puede considerar, según el crítico de Arte Arturo Ángel Madrigal, "como formando parte de un corpus configurador de una infraestructura artística en el seno del franquismo -una infraestructura que no existió-, al contrario de lo que ocurría en el republicanismo y en las fuerzas de la izquierda en general".
Carlos Saenz de Tejada muere en Madrid en 1958, poco después de recibir lo que, en palabras de Valeriano Bozal, son dos recompensas claramente políticas: el ingreso en la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, y la Cruz de segunda clase al Mérito Militar. Aunque también cuenta con premios puramente artísticos, como la primera medalla en la Exposición de Artes Decorativas, celebrada en Madrid en 1947.
España siempre te llevara en el corazon
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