Militante comunista desde muy joven, viaja a España y lucha a favor de la República en Barcelona, Madrid y Guadalajara, aunque termina perdiendo la vida tras la toma de Bilbao por parte de las tropas franquistas
El 19 de julio de 1936, Nino Nanetti se encuentra en Toulouse (Francia), lugar donde permanece exiliado para escapar de la tenaz vigilancia a la que es sometido en Italia por parte de la OVRA -policía fascista de Mussolini—. Nada más conocer la noticia del levantamiento en España toma la decisión de luchar por la República y el día 20 marcha a Barcelona, donde participa en los combates callejeros que tienen lugar en la Ciudad Condal.
Nanetti nace en Bolonia en 1906. Desde muy joven comienza su lucha contra el fascismo: con tan sólo 16 años -y coincidiendo con la marcha sobre Roma de Mussolini, en octubre de 1922-, se afilia a la Juventud Socialista, desde la que realiza una intensa actividad en los centros de trabajo, donde trabaja como obrero metalúrgico. A partir de 1927 evoluciona hacia el comunismo y su actividad le cuesta tres años de internamiento en la isla de Lipari, lugar al que Mussolini envía a los que se rebelan contra su política fascista. Allí aprovecha para estudiar a Lenin y a Marx. A su regreso, se convierte en instructor de la Juventud Comunista Italiana y en 1931 pasa a formar parte del Comité Central. Es entonces cuando, para evitar la represión, marcha a Francia.
Una vez sofocado el golpe en Barcelona, Nanetti se alista como voluntario en la Columna Octubre -llamada así en referencia a la revolución comunista de 1917- una de las muchas que salen para el Frente de Aragón. Durante su estancia en el frente, las Juventudes Socialistas Unificadas de Cataluña le encomiendan la organización de un batallón para dirigirse a la capital. Nombrado comisario político de la unidad sale para Madrid, adonde llega el 18 de septiembre de 1936.
Después de esto, regresa a Francia, esta vez a París, donde colabora con la oficina encargada de reclutar voluntarios para las Brigadas Internacionales. Se instala en el centro de reclutamiento más activo. Desde allí, Nanetti trabaja en contacto directo con los jóvenes soldados.
Sin embargo, en marzo de 1937 vuelve a España, esta vez para luchar contra sus compatriotas del Cuerpo de Tropas Voluntarias (CTV) que luchan al lado del Ejército nacional. En Guadalajara, pasa a encabezar la 12º División. La victoria sobre los fascistas italianos y las tropas nacionales de la División Soria, comandada por el general Moscardó, hace que Nanetti, junto con otros compañeros del frente, como Líster o el Campesino, sean considerados verdaderos héroes de la República.
Tras su paso por la Alcarria, el Ministerio de la Guerra le manda a Bilbao, donde los republicanos intentan mantener las posiciones frente a las ofensivas nacionales. A pesar de ello, el día 11 de junio de 1937 la ciudad es atacada con gran virulencia. Seis días más tarde comienza la evacuación. Cuando Nanetti y sus hombres se dirigen a Santander, un bombardeo termina con su vida.
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