Avances sobre Madrid.—Campaña de Guipúzcoa.—Ofensiva de Aragón.
—Socorro a Oviedo.— Operaciones en Andalucía.—Invasión de las Baleares.
A las nueve de la mañana
Sigue Oviedo encerrado en el círculo de hierro de nuestras fuerzas leales, que le imposibilitan toda ayuda de las columnas facciosas mandadas en su socorro.
La desmoralización es cada vez mayor en el enemigo en que se registran nuevas deserciones. En Irún se combate con gran violencia. Nuestras fuerzas combaten heroicamente y contraatacan con éxito creciente.
En Huesca, nuestras tropas continúan reduciendo los focos de resistencia que aún quedan en dicha población.
Nuestras tropas luchan con denuedo y coraje sin igual en Talavera, frustrando los propósitos del enemigo.
Córdoba ya no puede resistir. La situación de esta capital es desesperada. A título de curiosidad se confirma que actúan como jefes facciosos los toreros Guerra y "Machaco" y el rejoneador Cañero. La rendición de Córdoba es inminente. La población civil reacciona en una protesta airada contra la tiranía fascista que aún la sojuzga.
En la Sierra, sin variación de importancia. Cada día aumenta el número de deserciones del enemigo.
A las tres de la tarde
Sigue nuestra reacción en el sector de Extremadura. El enemigo, previendo nuestro empuje, busca refugios para atrincherarse.
Se combate en Oviedo, Zaragoza, sectores de Andalucía y en algún punto de la Sierra.
Hay relativa calma en otros frentes.
Nuestra aviación actúa con gran brío y eficacia.
Por la noche
En el sector de Extremadura ha quedado detenido el ataque enemigo, rectificadas nuestras posiciones a vanguardia y reforzada la línea general.
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