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martes, 11 de febrero de 2014

Ramón Franco (1896-1938)

Convertido en celebridad tras la hazaña del 'Plus Ultra', transita de la amistad con Alfonso XIII al republicanismo radical para terminar militando, hasta su muerte en un accidente de avión, en el bando que acaudilla su hermano

El 28 de octubre de 1938, dos hidroaviones salen de la bahía de Pollensa (Mallorca) para bombardear el puerto de Valencia. Uno de ellos, el Cant Z 506, es pilotado por el jefe de la base, el teniente coronel Ramón Franco Bahamonde. Aquella madrugada desaparece y dos días después se encuentran sus restos flotando en el mar.

La vida de Ramón Franco resume muchas vidas a la vez. Es el más pequeño de los cuatro hermanos Franco. El mayor, Nicolás, ingresa en la Escuela Naval; el segundo, Francisco, en la Academia de Infantería de Toledo; Pilar, siguiendo el camino marcado por la sociedad de su época, se casa y tiene diez hijos. En cuanto a Ramón, su madre quería que se hiciera sacerdote. Finalmente opta, como su hermano Francisco, por la carrera militar. Ramón Franco fue un buen alumno en la Academia Militar, mejor que su hermano. Ingresa en 1920 en el Servicio de Aeronáutica Militar e interviene en la guerra de Marruecos. Su experiencia en la naciente Aviación española y su espíritu emprendedor le llevan a plantear la posibilidad de un vuelo que a través del Atlántico sur uniese España y Argentina.

Después de numerosas dificultades, una tripulación formada Ramón Franco, Julio Ruiz de Alda, Duran y Rada sale de Palos de Frontera (Huelva) en un hidroavión al que se bautizó como Plus Ultra, para llegar 19 días después a Buenos Aires, el 10 de febrero de 1926. La pericia y "la suerte que me acompaña siempre en todas mis empresas", según el propio Franco, le llevaron a ser considerado como un héroe en ambos lados del Atlántico. Recibe, junto al resto de la tripulación, numerosos homenajes y es recibido en España por multitudes que le aplauden y vitorean. 

El héroe del Plus Ultra, enfrentado al dictador Primo de Rivera, cuenta sin embargo con el apoyo incondicional de Alfonso XIII. En los años siguientes, Ramón sigue siendo el Franco más conocido y en su mente bullen nuevos proyectos. Quiere dar la vuelta al mundo con un aparato de la casa Dornier. El proyecto se complica cuando: la tripulación decide cambiarlas matrículas de un hidro, fabricado en Alemania, por las de otro hecho en España y que era menos de fiar. El  vuelo resulta un fracaso. Tras caer cerca de las islas Azores, se da por muertos a los miembros de la tripulación. Franco demuestra en aquella ocasión ser un excelente jefe. Se mantienen con vida hasta que un buque de la Armada inglesa les rescata y el recibimiento en España es nuevamente apoteósico.

Pero cuando se descubre el cambio de matriculas, Franco es enjuiciado y separado de la Aviación. Acusado de haber recibido dinero de los alemanes, escribe un libro en su defensa. Ahora cuenta entre sus enemigos a Alfredo Kindelán, jefe de la Aeronáutica militar, y ha perdido el favor del rey. El héroe, se había convertido en un villano.

Empieza entonces a conspirar; abiertamente contra la Dictadura y acaba siendo detenido. Parece que en 1929 ingresa en la masonería, en la que llegará, según su hermana Pilar, al grado treinta y tres. Franco hace honor a su fama de contradictorio donde antes había grandes manifestaciones de fe, ahora se encuentra un anticlerical; si antes se consideraba amigo del rey, ahora dama por la República.

El aviador ingresa en la cárcel, acusado de contrabando de armas, fabricación de explosivos y propaganda revolucionaria. Allí recibe la visita de su hermano Francisco. Logra sin embargo escapar con la ayuda de su fiel amigo Rada. Convertido en fugitivo, la policía busca a ambos profugos, mientras la opinión pública rinde culto al héroe romántico e inconformista.

Cuando en 1930 se produce la sublevación de Jaca, Franco decide actuar desde el aeródromo de Cuatro Vientos. Consigue un avión y carga unas bombas decidido a bombardear el Palacio Real. Desiste, al parecer después de ver en la explanada a un grupo de niños, por lo que se ve obligado a marchar en avión a Portugal. Su partida va acompañada del rencor contra los socialistas que prometieron declarar la huelga cuando los militares estuvieran en la calle y llegada la hora de la verdad no hicieron nada.

La proclamación de la Segunda República le sorprende en Francia. Su regreso a España le vale un tercer recibimiento triunfal. Es nombrado jefe de la Aeronáutica Militar en sustitución de Kindelán, cargo en el que durará poco tiempo tras ser destituido por participar en una revuelta anarquista en Andalucía. Pronto, las ideas extremistas de Franco asustan a los propios republicanos.

Maciá, al que Franco había conocido en el exilio, le propone presentarse por Barcelona inscrito en las filas de Esquerra Republicana de Cataluña. También lo hará en Sevilla junto a Blas Infante. En la campaña electoral andaluza es aclamado como un mesías que quiere hacer cumplir el sueño de dar la tierra a los jornaleros y acabar con los latifundios. Mientras tanto, en Madrid, Miguel Maura, ministro de Gobernación, informa al Consejo de Ministros de un presunto movimiento sedicioso liderado por Ramón Franco. El 28 de junio de 1931, Ramón Franco es elegido diputado por Sevilla y por Barcelona. Renuncia al acta de Sevilla, lo que motiva que parte de la prensa le acuse de ser un agente de Maciá que busca encender una guerra civil en Andalucía en beneficio de Cataluña. Franco se encuentra con que sus enemigos están ahora en las filas de la mayoría, la coalición: republicano-socialista, además de los muchos que no le perdonan su antigua amistad con el rey.

Su primera intervención parlamentaria frente a Maura acaba en un desastre para Ramón Franco, que recibe, según Azaña, "una pateadura", del ministro. El menor de los Franco se encuentra arrinconado en la cámara del brazo de la extrema izquierda.

En 1932 se divorcia de su primera esposa y se casa con Engracia Moreno. Parece que su nueva mujer le cambia, ya que en adelante mantiene un prudente silencio en las Cortes. Tras formar Gobierno, Lerroux le reingresa en la Aviación. En 1935 es nombrado agregado del Aire en la embajada de Washington, donde le sorprende el alzamiento. Vuelve a España y se incorpora al bando nacional. Su hermano Francisco, ya convertido en Generalísimo, le asciende a teniente coronel en noviembre del 36 y le da el mando de la base de las Baleares, nombramiento que suscita una protesta formal ante el Caudillo de Kindelán, jefe del Aire nacional. Ramón Franco acabará siendo apreciado por los pilotos debido al valor que demuestra.

El accidente que le cuesta la vida dará lugar a sospechas sobre si se trató de un accidente o si se trató de un sabotaje -Pilar Franco defenderá que fue obra de masones-. Quizá sólo el destino que espera a los héroes populares: la tragedia.

1 comentario:

  1. Antes de lo del cambio de matrícula del hidro Dornier, tenemos una de las cosas más calladas de la biografía de Ramón Franco:

    El cambio fraudulento de los motores del Plus Ultra, de nuevo diseño en su época, en la misteriosa "etapa no prevista de Montevideo", que hizo que durante 24 horas estuviesen en "paradero desconocido". La consecuencia de esa parada fuera de programa fue que el Gobierno Español decidiese regalar la aeronave a la República Argentina, para así evitar el bochorno que hubiese supuesto que, al revisar la misma al retorno del viaje, se descubriese el cambiazo, llevado a cabo por él y el mecánico Rada.

    Otro personaje de ese viaje fue Rada. Rada fue encargado por el Gobierno del Frente Popular, al comienzo de la Guerra Civil, para la adquisición de aviones en el extranjero, por lo que se trasladó a París. Allí la embajada le proporcionó más de veinte millones de pesetas (¿cuantos de ahora?), pese a la oposición del encargado de negocios, que le conocía. Una vez que cogió el dinero procedió a desaparecer, no volviéndose a saber ni de él, ni de los aviones, ni, naturalmente, del dinero.

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