Italo Balbo, uno de los jerarcas más carismáticos del régimen fascista italiano, es recordado principalmente como pionero de la aviación, gobernador de Libia y posible sucesor de Mussolini. Sin embargo, su relación con la Guerra Civil Española (1936–1939) es menos conocida y, en muchos aspectos, sorprendentemente ambigua. A diferencia de otros líderes del régimen, Balbo adoptó una postura crítica respecto al apoyo militar italiano al bando franquista, lo que lo distanció del Duce y marcó un giro en su carrera política.
La posición de Balbo frente al conflicto español
Cuando estalló la Guerra Civil Española en julio de 1936, el régimen de Benito Mussolini decidió intervenir activamente en apoyo del general Francisco Franco y las fuerzas nacionalistas. Italia envió tropas, aviones y material bélico a través de la Corpo Truppe Volontarie (CTV), en una operación que buscaba expandir la influencia fascista en Europa.
Sin embargo, Italo Balbo se opuso públicamente a esta intervención. Según testimonios de la época y su propio diario —citado por historiadores como Giordano Bruno Guerri y Claudio G. Segre—, Balbo consideraba que la guerra en España era un error estratégico que comprometía los intereses italianos sin garantizar beneficios reales. Temía, además, que el conflicto arrastrara a Italia a una guerra más amplia en Europa, algo que deseaba evitar.
Distanciamiento del régimen y del Duce
Esta postura le granjeó tensiones crecientes con Mussolini. Ya desde 1938, Balbo había mostrado desacuerdo con las leyes raciales impuestas por el régimen bajo presión nazi, y su crítica a la alianza con Hitler se intensificó tras la invasión de Polonia en 1939. En ese contexto, su escepticismo hacia la aventura española no era un episodio aislado, sino parte de una postura más amplia de disidencia interna dentro del fascismo.
Aunque Balbo no ocupaba un cargo directamente relacionado con la política exterior durante la Guerra Civil Española —desde 1934 era gobernador de Libia—, su voz tenía peso. Como mariscal del Aire y miembro del Gran Consejo Fascista, su opinión era relevante, y su oposición fue vista como un desafío al liderazgo absoluto de Mussolini.
¿Por qué Balbo se opuso a la intervención en España?
Varios factores explican su postura:
- Intereses coloniales: Balbo estaba centrado en consolidar la presencia italiana en Libia y consideraba que los recursos destinados a España debían usarse en el norte de África.
- Visión geopolítica independiente: Desconfiaba de la alianza con la Alemania nazi y temía que el apoyo a Franco fortaleciera el eje Berlín-Roma en detrimento de la autonomía italiana.
- Pragmatismo militar: Sabía que la aviación italiana, que él había modernizado, corría riesgos innecesarios en un conflicto secundario.
Legado y silencio histórico
A pesar de su relevancia en la Italia fascista, el papel de Balbo en la Guerra Civil Española ha sido marginado en la historiografía tradicional, que suele enfocarse en la figura de Mussolini o en la acción directa de la CTV. No hay evidencia de que Balbo participara en operaciones militares en España, ni que visitara el país durante el conflicto.
Su muerte en junio de 1940 —presuntamente por fuego amigo en Tobruk, aunque con fuertes sospechas de asesinato orquestado por el propio Mussolini— selló su destino como una figura incómoda dentro del régimen. Galeazzo Ciano, yerno del Duce, escribió en su diario que Balbo “no había deseado la guerra y la había combatido hasta el final”, en clara alusión a su postura crítica.
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