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miércoles, 10 de diciembre de 2025

Bernanos, Georges (1888-1948): entre la denuncia y la contradicción

El escritor francés Georges Bernanos vivió la Guerra Civil Española desde Mallorca. Denunció las represalias franquistas en Los grandes cementerios bajo la luna, pero su entorno familiar colaboró con los sublevados. Conoce los hechos documentados.

Georges Bernanos en la Guerra Civil Española: entre la denuncia y la complicidad

En julio de 1936, el célebre escritor católico francés Georges Bernanos (1888–1948) residía en Palma de Mallorca con su familia. Lo que comenzó como un retiro literario se convirtió en un observatorio privilegiado —y conflictivo— de los primeros meses de la Guerra Civil Española. Su experiencia allí derivó en una de las denuncias más contundentes del franquismo: Los grandes cementerios bajo la luna (1938). Sin embargo, los archivos y estudios históricos revelan una realidad ambigua, marcada por tensiones entre su voz pública y el comportamiento de su entorno cercano.

Presencia en Mallorca durante el golpe de Estado

Según consta en fuentes académicas citadas en la Wikipedia en español —especialmente en las investigaciones del historiador Josep Massot i Muntaner—, Bernanos y su familia se encontraban en El Terreno (Palma) en el momento del alzamiento militar del 18 de julio de 1936.
Su casa fue utilizada como sede de la oficina de prensa de Falange Española, y su hijo Yves Bernanos se integró como militante falangista, formando parte de la escuadra dirigida por Néstor Gallego y participando en los combates contra el desembarco republicano en Porto Cristo (agosto-septiembre de 1936).

Además, el propio Bernanos mantuvo una relación cordial con Alfonso de Zayas y de Bobadilla, jefe territorial de la Falange en Mallorca, según documenta Massot (2000).

Denuncia internacional: Los grandes cementerios bajo la luna

A pesar de estos vínculos, Bernanos escribió en 1938 Les Grands Cimetières sous la lune, una obra de no ficción en la que denunciaba las ejecuciones sumarias y la represión franquista en Mallorca. El libro, publicado en París, se convirtió en un alegato a favor de la República española y criticaba la indiferencia de Europa ante las "matanzas fascistas".

La obra se erigió como un testimonio excepcional, no solo por su tono moralista y literario, sino por provenir de un autor católico, monárquico y crítico con el liberalismo, lo que le otorgaba una autoridad difícil de ignorar en círculos conservadores europeos.

Una postura compleja, no heroica

La historiografía actual —como la de Massot— subraya que la figura de Bernanos no puede reducirse a la del "defensor de la República". Su posición fue contradictoria: mientras denunciaba la violencia franquista desde el exilio, no condenó públicamente la participación de su hijo en las milicias sublevadas, ni cuestionó el uso de su vivienda por la propaganda falangista.

Esta ambigüedad refleja las divisiones morales y políticas que atravesaron a muchos intelectuales europeos durante la Guerra Civil Española, especialmente en el seno del catolicismo tradicionalista.


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