Amigo personal de Franco, tan conocido por sus éxitos militares como por los excesos de sus tropas, es el único marroquí en el Ejército español que dirige una división durante la Guerra y accede al generalato
Mohamed Ben Mizzian Ben Kassem protagoniza un caso único en la Historia del Ejército español. Hijo de un ilustre jefe rifeño que colabora con la administración colonial española en el norte de Marruecos, es también sobrino de un rebelde indígena que lucha contra los españoles, apodados, respectivamente, por los militares Mizzian El Bueno y Mizzian El Malo.
El Mizzián, como es conocido por amigos y enemigos, nace en la región de Segangan, hijo de Mizzian Ben Kassem, caíd -jefe- de la cabila de Mazzuza de Guelaya, tribu bereber del Rif cercana a Melilla, el 1 de enero de 1897. Los pocos datos que se conocen sobre su infancia son sorprendentes. Según relatan dos de sus hijas al historiador Francisco Sánchez Ruano, en la visita de Alfonso XIII a Marruecos en 1911, durante una inspección a una escuela de Melilla, el rey preguntó a algunos alumnos qué querían ser de mayores. Uno respondió: "Lo que tú". Alfonso XIII le dijo sonriendo: "¿Quieres ser rey?". El joven le aclaró: "No, quiero ser militar". Se trataba de Ben Mizzian, que contaba entonces con 14 años. Desde entonces, el joven se convertirá en ahijado del rey.
Bajo los auspicios de éste, ingresa en la Academia de Infantería de Toledo en el verano de 1913. Para ello hubo que cambiar las normas de la institución. Es en esa época cuando conoce al cadete Francisco Franco.
Licenciado con el rango de teniente a los 19 años, regresa a Marruecos como oficial de Regulares. Durante el levantamiento indígena liderado por Abd El Krim, que se inicia con el desastre de Annual, en 1921, el Mizzián cae herido luchando contra sus compatriotas. El propio Abd El Krim había sido profesor suyo en la escuela.
Ya entonces era muy popular y puesto como ejemplo de amigo de los españoles al tiempo que buen musulmán. En 1925, se casa con Fadela Amor, con la que tendrá siete hijos. En 1934, el Mizzián regresa a España. En esta ocasión, al mando de un tabor de regulares con la misión de sofocar la Revolución de Asturias.
En julio del 36, tras tomar el control de Melilla, el Mizzián aterriza en el aeródromo de Jerez el 14 de agosto de 1936. Desde ese día, participará en las principales y más decisivas batallas de la Guerra y siempre en primera línea de combate.
Se incorpora con sus hombres a la columna del coronel Asensio Cabanillas como su segundo jefe. Esta columna forma parte del Ejército que, mandado por Yagüe, avanza sobre Madrid. Sus regulares se destacan en la toma de Talavera y de Bargas, que abre el camino hacia Toledo, la liberación de su Alcázar el 28 de septiembre de 1936 y el comienzo de una feroz represión en la ciudad. Sin embargo, la mancha mas importante en la brillante trayectoria del militar marroquí se produce semanas después. Tras la toma de la localidad madrileña de Navalcarnero, el 21 de octubre de 1936, sus hombres llevan a dos jóvenes milicianas que habían capturado ante el Mizzián. Tras interrogarlas, éste las entrega a unos 40 regulares acuartelados en la escuela del pueblo. El periodista norteamericano John Whitaker, que acompaña a las tropas nacionales, muestra su preocupación por el destino de las jóvenes a Ben Mizzian. "Oh, no se preocupe, no vivirán más de 4 horas", le responde el militar.
Llegados a Madrid, su tabor se integra en la columna del coronel Delgado Serrano, una de las tres que manda el general José Enrique Varela y que tienen la misión de tomar la capital. Los regulares de el Mizzián son siempre los encargados de lanzar el primer ataque, siempre en primera línea, siempre con muchas bajas. El propio Mizzian cae gravemente herido en una pierna en la Ciudad Universitaria y es salvado por uno de los suyos al esconderlo bajo un tanque. Pero antes de caer consigue cruzar el Manzanares y tomar posiciones en la Ciudad Universitaria que el Ejército de Franco no abandonará hasta el final de la Guerra.
Cuando sale del hospital lo hace convertido en teniente coronel y al mando de su propia columna. En enero de 1937 Franco le destina al Frente Norte. El Mizzián permanece en Asturias hasta el hundimiento total del frente en octubre de 1937. En Aragón interviene con sus hombres en la Batalla de Teruel y en la partición en dos de la España republicana cuando, el 15 de abril de 1938, los nacionales ocupan Vinaroz y alcanzan el Mediterráneo. Participa activamente en la caida de Castellón, y en agosto, dentro del Cuerpo de Ejército del general Yagüe, actúa en la contraofensiva franquista en el Ebro. Para entonces ya es coronel y manda la 1ª División de Navarra. Es el único militar que sin ser general manda una división.
El 23 de octubre de 1938, Ben Mizzian participa en el consejo de generales que, presidido por Franco, diseña la ofensiva final de la Batalla del Ebro. En las siguientes tres semanas, pierde a 7.000 hombres, pero llega hasta Aseó y Flix el 15 de noviembre, cruzando el Ebro. La penúltima hazaña de Ben Mizzian se produce el 24 de enero de 1939 con la toma de Manresa. Aún le da tiempo a regresar a la Ciudad Universitaria, lugar donde comenzó su leyenda militar, para entrar por el norte en la capital el 28 de marzo de 1939.
Mohamed Ben Mizzian recibe varias medallas, como la militar individual, la Laureada colectiva, la Gran Cruz del mérito militar o la de San Hermenegildo. Acabada la Guerra y llegada la hora de la política, este soldado marroquí y musulmán pasa a un segundo plano. Aunque cuenta con la amistad del Generalísimo y permanece en Madrid, no participa en el reparto del poder político entre los leales a Franco. Es ser ascendido a general y nombrado capitán general de la VIII Región Militar con sede en La Coruña, entre 1953 y 1955. La familia Mizzian acude con frecuencia al pazo de Meirás, residencia estival de los Franco. En junio de 1955 se hace cargo de la región militar de Canarias.
Destinado en las islas, una de sus hijas se casa en secreto con un militar español, sobrino del ministro de Asuntos Exteriores, Martín Artajo. La boda no es del agrado de el Mizzián, entre otras cosas porque su hija abjura del Islam. En 1957 se proclama la independencia de Marruecos. Ben Mizzian pide a Franco que le libere de su juramento a la bandera para regresar a su país. Nombrado por Mohamed V mariscal de sus ejércitos, consigue retener a su hija en un viaje de ésta con su esposo a Tetuán, al que envía de regreso a España. Franco se niega a intervenir y rechaza cualquier tipo de represalia personal hacia su antiguo camarada.
Poco después, Mohamed V nombra a Ben Mizzian ministro de Defensa. En un viaje a Moscú, el presidente Jruschov le dirá: "es usted el primer y último general de Franco al que recibo". En febrero de 1966 es nombrado por Hassan II embajador en España, cargo que ocupa durante un año. No vuelve a pisar tierra española hasta que su delicado estado de salud le obliga a acudir a una clínica madrileña, donde muere el 1 de mayo de 1975 a la edad de 78 años, pocos meses antes que su gran amigo, Francisco Franco.
SEGURAMENTE QUE LA HISTORIA SERA COMO LA CUENTAN, PERO LO QUE NO ES VERDAD ES LA PARTE EN LA QUE ENTRA SU HIJA. ESTA HIJA HA SIDO MI PRIMA POLITICA Y A MI SIEMPRE ME CONTARON OTRA HISTORIA, MI PRIMO PEDRO Y AMALITA SE ENAMORARON PERDIDAMENTE EN MARRUECOS, MI PRIMO ERA MADRILEÑO PERO NADA TENIA QUE VER CON LOS MARTIN ARTAJO Y LOS DOS, PEDRO Y AMALITA ABANDONARON MARRUECOS POR EL TEMOR AL PADRE DE ESTA OCULTANDOSE DURANTE AÑOS, VIVIERON EN MADRID MUCHOS AÑOS Y SE FUERON A CANARIAS , TUVIERON HIJOS Y AMALITA VIVE
ResponderEliminarUna gran ejemplo de militar siendo de religion musulman fiel en el trabajo me alegro mucho descansa en paz mizzian
ResponderEliminarUna gran ejemplo de militar siendo de religion musulman fiel en el trabajo me alegro mucho descansa en paz mizzian
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ResponderEliminarun traidor a los suyos, debio pelear junto a ab el krim, no en contra.
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ResponderEliminarUna gran carrera como militar pero un traidor para su pueblo y para el nuestro, los abusos que cometieron sus tropas sobretodo en mujeres y niñas son de sobra conocidos, el mío luchaba por España sino por si mismo y su ambición. Ruego por aquellos que sufrieron las hordas de extranjeros mercenarios en nuestra patria.
ResponderEliminarEl comentario sobre las milicianas está intencionadamente censurado. Hay que contar todo.
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