Combates en la Sierra de Madrid.—Campaña de. Guipúzcoa
—Ocupación de Aragón,—Socorro a Oviedo—Operaciones en Andalucía
Segunda División.—Una Columna salida de Sevilla con dirección a Utrera se encontró, cerca de esta ciudad, a fuerzas enemigas que fueron cogidas entre dos fuegos por nuestras fuerzas, quedando completamente deshecha y dejando en el campo unos 300 cadáveres.
Otra Columna salió con la misión de ocupar Santiponce. La Algaba, Alcalá del Río y la Rinconada, castigó a los marxistas que habían cometido muchos asesinatos y atropellos. Una vez cumplidos los objetivos regresaron a la plaza.
Quinta División.—Se establece una posición defensiva en la línea Puebla de Alfindén-La Cartuja-Miraflores, con destacamento en Villamayor y Pastriz y una reserva en el kilómetro 4 de la carretera de Castellón y en la bifurcación de la de Zaragoza a Villamayor y de Zaragoza a la Puebla de Alfindén.
Una Columna de Zaragoza se halla en Alcubierre, sale en dirección Robres-Tardienta, regresando a Zaragoza sin novedad.
Sexta División.—Fuerzas que avanzan sobre Beasain, hostilizadas por el enemigo en esta ciudad y Olaverría, han ocupado las iglesias de este último pueblo, continuando su avance sobre Beasain. Las fuerzas que se hallan sobre Tolosa se encuentran en la parte sur de Leaburu y el resto a unos dos kilómetros al oeste de aquel punto.
Las fuerzas del norte realizaron la operación sobre Irún, copando un puesto de carabineros. La Columna Ortiz de Zárate ocupó el corrado de Arichelegui, continuando hacia Biandiz.
Una pequeña Columna recorrió Cenicero, Briones, Gimileo, Haro, Anguciana, Sajazarra, Fonzaleche, Treviana, Herramélluri, Santo Domingo, Alesanco, Berceo, Badarán, Baños y Nájera, regresando sin novedad.
Séptima División.—En Somosierra hubo de soportar nuestras fuerzas un bombardeo de aviación que arrojó 600 bombas.
Continúan los duros combates conteniendo al enemigo en su esfuerzo para apoderarse del Alto de León. La aviación enemiga intensifica sus bombardeos sobre nuestras posiciones. La artillería igualmente hostiga sin cesar a nuestras fuerzas. Los jefes, oficiales y suboficiales se han portado brillantemente dudando que, su valor, su estoicismo ante los precisos fuegos de la artillería y aviación, y su eficiencia combatiente, puedan ser superados por nadie.
Las bajas enemigas han sido numerosísimas, las nuestras unas 215, de ellas un jefe, cinco oficiales, dos suboficiales y 21 de tropa, muertos, y un general, un jefe, 16 oficiales , 11 suboficiales y 156 de tropa, heridos.
Octava División.—La Columna Ceano entró en Tuy sin combate, dejando restablecida la comunicación hasta la frontera, limpiando aquella zona de enemigos.
Aumenta la tranquilidad y las comunicaciones quedan restablecidas en casi toda la región.
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