Parte de Guerra Republicano (19 de julio 1937)

Campaña de Vizcaya.—Batalla de Brunete.—Ofensiva sobre Zaragoza.

PARTE OFICIAL DE GUERRA

Ejército de Tierra

Centro.—El enemigo, aun cuando con mucho menor ahínco que la víspera, realizó hoy nuevos intentos de penetrar en nuestras líneas, siendo enérgicamente rechazado y manteniéndose incólumes nuestras posiciones. La actuación enemiga se caracterizó principalmente en esta jornada por intensa actividad artillera.

Aragón.—En el frente de Teruel las tropas del 13.° Cuerpo de Ejército se han replegado a posiciones del oeste, inmediatas a los pueblos de Bronchales y Monterde. Se pasaron a nuestras filas dos soldados, uno de ellos con armamento y municiones y otro con tres granadas de mano y cargadores de ametralladoras.

Norte.—Nuestra artillería, batió con acierto algunos objetivos militares de Oviedo. En el sector de Somiedo conquistamos la posición de Majón, con la cual quedamos dueños por completo de dicho puerto, consolidándolos en tan importante vía de acceso. En Santander nuestros cañones volaron un parapeto enemigo sito en San Miguel, y desde donde se nos disparaba con mortero. En Vizcaya no se ha registrado novedad alguna. Otros frentes, sin novedad a la hora de cerrar este parte.

Ejército del Aire

Centro.—A las 7,30 se realizaron bombardeos por diversas escuadrillas sobre los siguientes objetivos: concentraciones enemigas al suroeste del Colmenar del Arroyo en la prolongación de la carretera de NavalagameHa, los bosques situados al oeste de este pueblo, el bosque que hay entre el río Perales y el Castillo, la cota La Casa y el bosque al sur de la misma. Una patrulla de aparatos «Heinkel» intentó atacar a nuestros aviones de bombardeo que realizaron el primer ataque al suroeste de Navalagamella, pero los cazas leales lo impidieron ahuyentándoles. Pocos minutos después, dos patrullas de gran bombardeo realizaron consecutivamente dos ataques contra Navalagamella. Cuando los aparatos que realizaban este servicio entraban en el objetivo aparecieron cazas enemigos, que entablaron combate con los nuestros de protección, siendo derribado un caza faccioso. A las 9,10 despegaron 16 cazas en persecución de siete «Junkers», a los cuales no lograron dar alcance. A las 11,30 una patrulla bombardeó posiciones enemigas en Navalagamella y carretera al suroeste de dicho pueblo. A las 13,15 despegó por alarma una escuadrilla de cazas que no encontró a los aparatos facciosos. A las 13,30 otra escuadrilla repitió el bombardeo sobre Navalagamella. Ocho cazas enemigos persiguieron a los aviones que realizaron este servicio sin lograr alcanzarlos. A las 15,30 se bombardeó de nuevo Navalagamella y carretera al suroeste del pueblo.

Aragón.—Fueron bombardeados en la capital de Teruel objetivos militares.

A las 18,52 seis aparatos bombardearon Majadahonda y doce minutos más tarde otros seis aparatos bombardearon Villafranca del Castillo. Estos últimos dos bombardeos, originaron una serie de combates aéreos que produjeron viva emoción entre los combatientes de tierra que los presenciaron. Sobre el sector de la Sierra, donde se desenvuelve nuestra ofensiva, coincidieron nuestras escuadrillas de bombardeos dando lugar a que se enfrentaran los cazas de las respectivas protecciones. Los combates y su resultado pueden compendiarse asi: nueve de nuestros «Moscas» atacaron a aparatos enemigos «Junkers», que iban protegidos por otros de caza, nuevos, muy rápidos y de las marcas «Romeo» y «Fiat». Uno de los cazas rápidos nuevos fue derribado e incendiado y otro «Romeo» quedó igualmente destruido. Al mismo tiempo otros cinco «Moscas» sostenían batalla con nueve cazas rápidos y un «Heinkel». Los 14 «Moscas» que mantuvieron estos dos encuentros, aterrizaron en su base sin novedad. Simultáneamente siete «Moscas» combatieron con aparatos «Junkers» bimotores y la protección de los mismos confiados a aparatos «Romeo» «Fiat» y rápidos. Se derribó a un «Fiat», un «Romeo» y un caza rápido. Uno de los «Moscas» fue derribado, cayendo en nuestras líneas y resultando muerto el piloto. Coincidiendo con todos los encuentros referidos cinco «Chatos» acometieron a seis bimotores «Junkers», logrando derribar a uno de éstos que cayó a tierra envuelto en humo; entre los «Chatos» no hubo bajas. Mientras se libraba la gran batalla aérea constituida por los encuentros narrados, nuestros aparatos de bombardeo realizaron eficazmente y sin novedad, cuantos objetivos se les señaló, en tanto que los «Junkers» enemigos al huir lanzaron las bombas sobre sus propias líneas entre Fresnedilla y San Martín de Valdeiglesias. El resultado total de la batalla aérea, con que se cerró la jornada en los frentes de Madrid, se cifra así: Diez aviones enemigos destruidos por uno nuestro. Sumando estos resultados a los de los encuentros habidos por la mañana, nos darán las cifras siguientes: Dos aparatos leales destruidos y 12 del enemigo.

Región del Norte.—Las fuerzas destacadas en esta zona han entrado en período de franca actividad, anulando la forma impune con que venía actuando la aviación enemiga. Nuestros aviones no se limitan a acciones defensivas, sino que realizan con frecuencia movimientos ofensivos sobre las líneas rebeldes y contra los aeródromos que tiene el enemigo en retaguardia. Ultimamente se ha bombardeado el aeródromo que los facciosos han construido en Aguilar de Campoó. Tal actividad aérea ha levantado considerablemente la moral de nuestras tropas de tierra.

Región del Este.—A las 10 se efectuó un reconocimiento del sector de Teruel, siendo bombardeadas las posiciones facciosas en Gea de Albarracín. A las 18,30 fueron bombardeadas las inmediaciones de Albarracín. Al suroeste de Albarracín se vieron tres patrullas de trimotores «Junkers», que fueron ametralladas por nuestros aparatos. Se hizo un bombardeo intenso si noroeste de Albarracín.

La jornada del día 13 ha sido para la aviación tan intensa y triunfante como la de la víspera. En dos días hemos destruido al enemigo 25 aviones, limitándose nuestras bajas a cinco aparatos, siendo, por tanto, cinco veces mayor la pérdida que en su armada aérea han experimentado los facciosos.