Descubre el papel clave de Fernando Barrón Ortiz en la Guerra Civil española: comandante de la 13.ª División, estratega en Toledo, Brunete y el Ebro, y figura influyente del bando sublevado.
Fernando Barrón Ortiz: el general que marcó el avance franquista
Fernando Barrón Ortiz (1892–1953) fue uno de los militares más eficaces del bando sublevado durante la Guerra Civil española. Al mando de la temida 13.ª División, conocida como la Mano Negra, participó en algunas de las operaciones más decisivas del conflicto: desde la liberación del Alcázar de Toledo hasta las batallas del Jarama, Brunete y el Ebro. Su carrera militar, forjada en Marruecos y consolidada en el frente republicano, lo convirtió en una pieza clave del alto mando franquista.
De Melilla al frente de Madrid
El 17 de julio de 1936, día del levantamiento militar, Barrón era teniente coronel al mando de los Regulares en Melilla, la primera plaza en sumarse a la sublevación. Su primera acción fue asegurar el aeródromo de Tauima, facilitando el puente aéreo con la península. Tras cruzar el Estrecho, organizó una columna que avanzó rápidamente por la provincia de Toledo, tomando localidades como Santa Olalla, Maqueda, Escalona e Illescas, y contribuyendo decisivamente a la liberación del Alcázar de Toledo en septiembre de 1936.
Su velocidad y eficacia le valieron el apodo de “la flecha más rápida” del ejército franquista, según el historiador Ricardo de la Cierva.
La 13.ª División: choque y ofensiva
Convertido en comandante de la 13.ª División, unidad de élite formada por legionarios y regulares, Barrón se destacó en los combates más duros del frente central:
- En la Segunda batalla de la carretera de La Coruña (diciembre de 1936), atacó desde Villaviciosa de Odón hacia Boadilla del Monte y Majadahonda.
- Durante la batalla del Jarama (febrero de 1937), su asalto al puente del Pindoque permitió el avance de otras unidades franquistas y cortó el avance republicano.
- En Brunete (julio de 1937), su división sostuvo combates encarnizados contra la 11.ª División republicana de Líster, con un altísimo número de bajas en ambos bandos.
Ofensiva en Aragón y campaña de Cataluña
Tras la ruptura del cerco de Teruel a principios de 1938, Barrón se integró en el Cuerpo de Ejército Marroquí y participó en la Ofensiva de Aragón, tomando La Puebla de Albortón, Codo y Belchite. Su división fue clave en la caída de Caspe (17 de marzo de 1938) y en el cruce del Ebro por Quinto, que permitió avanzar hasta Fraga y Lérida, donde combatió contra la 46.ª División de “El Campesino”.
Durante la Batalla del Ebro y la posterior Ofensiva de Cataluña, mantuvo un papel relevante en el mando franquista. Su prestigio era tal que, en febrero de 1939, el coronel republicano Segismundo Casado exigió una carta firmada por Barrón como garantía para iniciar las negociaciones de rendición de Madrid.
Del frente a la dictadura
Tras la guerra, Barrón ocupó altos cargos en el régimen franquista:
- Subsecretario del Aire (1939)
- Gobernador militar del Campo de Gibraltar
- Jefe del Estado Mayor Central del Ejército (1950–1952)
- Presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar (1952–1953)
Aunque participó en círculos monárquicos que buscaban la restauración de Juan de Borbón, mantuvo su influencia hasta su muerte en Madrid en 1953.
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