Militar del Arma de Ingenieros que
durante la dictadura del general Primo de Rivera pasó a la situación
de retirado, trasladándose a continuación a Casablanca (Marruecos),
donde trabajó como ingeniero.
En agosto de 1936 abandonó Casablanca -donde poseía dos fábricas-, se puso a las órdenes del Gobierno de Madrid y al mando de las Milicias Vascas Antifasscistas, con la cual intervino en diversas operaciones que
tuvieron por escenario las sierras de Guadarrama y de Somosierra.
El 29 de septiembre de ese año, le es concedido el reingreso en el
ejército como comandante de ingenieros. Un mes después, el día 22 de
octubre asciende a teniente coronel, y el 4 de noviembre a coronel. El
general Miaja le encarga de las reservas situadas en el puente de Toledo
que apoyaban a las columnas de Mena, Escobar y Prada que defendían los
accesos a Madrid por las carreteras de Extremadura, Carabanchel y
Toledo. El día 10 de noviembre es nombrado jefe del sector Centro de la
defensa de Madrid, teniendo a su cargo la zona comprendida entre la Casa
de Campo y Vallecas. Al producirse el ataque de las columnas de Yagüe
en la Ciudad Universitaria, Alzugaray recibe la orden de tomar el mando
de las fuerzas que se reunieron en ese sector. El día 21 de noviembre, y
tras haber recibido la orden directa de Miaja de desarmar a la Columna Durruti,
Alzugaray caía gravemente herido, dividiéndose las fuerzas a su mando
en dos agrupaciones que se pusieron al mando de Kleber y Ortega.
El 16 de febrero de 1937, ya recuperado de sus heridas, fue nombrado
jefe de la 6ª División (Brigadas 4, 42 y 43). Su hijo Emilio, que, al
conocer en Casablanca la noticia de baja, se había trasladado a Madrid,
pasó a ser su ayudante (al regresar a España ingresó en las FARE como
piloto). El 14 de marzo se hizo cargo de la Jefatura del II Cuerpo de
Ejército, aunque ya la venía ejerciendo por delegación desde antes.
Durante su mando se produce la frustrada ofensiva sobre Garabitas y el
Cerro del Águila. El 30 de mayo fue cesado, siendo sustituido por
Modesto al frente del II C.E.
Según cuenta Juan Modesto Guilloto (Soy
del Quinto Regimiento.
Ed. Laia, Barcelona, 1978), que fue el encargado de comunicarle la
orden de cese y de sustituirle, se lo encontró en su puesto de
mando, «sentado ante su mesa, con una botella de coñac ante él,
jugando con su pistola». Al decirle el citado Modesto que iba a
relevarle, le contestó: «Bueno. ¡No me importa!»
Aunque no se probó que tuviera ninguna
responsabilidad, fue acusado de deslealtad pero fue absuelto, pasando a continuación a
Barcelona en situación de disponible, donde permaneció el resto de
la contienda, prácticamente ignorado, en un muy discreto segundo
plano.
Tras la caída de Cataluña se exilió a Francia y se estableció en Perpignan, donde entró en contacto con el
"Intelligence Service" británico a cuyo servicio se puso hasta 1943,
cuando en circunstancias desconocidas, fue arrestado por la Gestapo que,
lo envío a París donde fue interrogado por el coronel Boemelburg, jefe de la policía secreta en la capital francesa, logrrando atraerlo a su causa.
Convertido en colaboracionista o agente doble fue enviado de vuelta a la
Francia ocupada donde se puso a las órdenes de Messak, jefe de la
Gestapo en Marsella y Perpignan.
El 2 de enero de 1944, a pocos kilómetros de Toulouse, en el "carrefour
de Monges", un convoy en el que viajaban Messak y Alzugaray fue atacado
por un comando de la Resistencia francesa y en el tiroteo ambos
resultaron muertos. Fue enterrado en el cementerio de Deyme.
Libros:
. Ejército Popular y Militares de la República, 1936-1939, Cristóbal Zaragoza, Ed. Planeta, 1983
. El exilio republicano navarro de 1939, Angel Garcia-Sanz Marcotegui, Gobierno de Navarra, 2001
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