Parte de Guerra Republicano (13 de julio 1937)

Campaña de Vizcaya.—Batalla de Brunete.—Ofensiva sobre Zaragoza.

PARTE OFICIAL DE GUERRA

Ejército de Tierra

Centro.—Fuerzas del VI Cuerpo de Ejército rompieron el frente enemigo en el kilómetro 16,50 de la carretera de La Corana, apoderándose de las trincheras de la línea principal de resistencia. Se cogió al enemigo un campamento de tiendas de campaña y otros efectos, y se le causaron bastantes bajas. La situación de nuestras tropas no ha variado sensiblemente en el día de hoy en el sector de la Sierra donde se combate. Se rechazaron brillantemente varios contraataques del enemigo que tendían a reconquistar Villanueva del Pardillo, ocasionándosele muchas bajas.

Aragón.—El enemigo, reforzado considerablemente, con grandes masas de aviación y artillería, atacó nuestra posición de Cerro Moro, en el sector de Albarracín, habiendo conseguido desalojarnos de ella.

Vizcaya.—La artillería propia disolvió una fuerte concentración en Castro Alen.

Santander.—Se ha rechazado enérgicamente un ataque enemigo a las posiciones de Mata y sector de Tama.

Ejército del Aire

Centro.—A las seis despegaron 30 aparatos de caza para proteger a dos escuadrillas de bombardeo. Nueve de ellos sostuvieron, sobre Navalcarnero, combate con cuatro cazas enemigos, monoplanos de tipo muy moderno, de los cuales fueron derribados dos, que cayeron al oeste de Aravaca, resultando indemnes los nuestros. Dos aviones «Heinkel» iniciaron un ataque contra los de bombardeo leales, pero aquéllos huyeron al divisar los aviones de protección. Seis de los aparatos de caza, a los que por su pequeñez se ha dado en denominar «Moscas», atacaron primeramente a un «Junker» trimotor y a seguida a otros cinco de la misma clase, todos los cuales emprendieron la huida hacia sus líneas en dirección a Segovia, suponiéndose que sufrió deste y sureste de Villafranca del Castillo; por otra, los huertos cercanos a dicho pueblo; por averias uno, que quedó bastante retrasado. Nueve aviones de caza, de los llamados «Chatos», vieron en la zona de El Escorial a tres monoplanos y tres «Fiats», pero éstos no aceptaron combate retirándose a toda prisa hacia sus líneas. A las 6,20, bajo la protección de los cazas de que se ha hecho mención, fueron bombardeados por una escuadrilla, los reductos enemigos al norte, el bosque situado entre Majadahonda y Villafranca del Castillo, y por otra, el bosque enclavado entre el norte y el nordeste de Boadilla del Monte. Esta última escuadrilla fue atacada infructuosamente por dos aparatos enemigos. A uno de éstos se le vio descender en picado muy fuerte ignorándose si le llegó a derribar. A las 6,30 fueron bombardeadas la carretera de Villanueva del Pardillo a Majadahonda y el bosque próximo a Boadilla del Monte. Al pasar sobre Carabanchel Alto, a las 6,48, uno de los aparatos que realizaron este servicio fue alcanzado por la artillería antiaérea, cayendo en las líneas enemigas. Desde nuestros observatorios se pudo apreciar cómo el avión al estrellarse contra el suelo estalló, destruyéndose. Uno de los tripulantes, que se había lanzado con paracaídas, cayó muy cerca de las antenas de la estación radiotelegráfica del Campamento, siendo hecho prisionero. Desde las 6 hasta las 8,20 hízose un reconocimiento muy profundo por las provincias de Guadalajara y Soria, y habiéndose visto en la estación de Álmazán 50 vagones y dos locomotoras se lanzaron varias bombas contra este material. A las 7,30 tres aparatos rápidos de gran bombardeo atacaron a las tropas facciosas en Boadilla del Monte, al mismo tiempoque otra escuadrilla, del mismo número y de la misma clase, realizaba idéntica operación contra las tropas del campamento. A las 12,45 fueron bombardeados Villafranca del Castillo y el bosque que está a dos kilómetros al oeste de Las Rozas. Los seis aparatos que bombardearon Villafranca del Castillo se vieron perseguidos, al salir del objetivo, por varios «Fiats» que no consiguieron alcanzarles. Los cazas encargados de proteger estos servicios ametrallaron hasta tres veces las trincheras de la Casa de Campo y a las tropas facciosas, que mantienen la línea al oeste de Pozuelo. A las 14, tres «Moscas», en misión de vigilancia, ametrallaron a fuerzas rebeldes en Majadahonda.