Grupo político de derechas constituido en 1931, a raíz de la proclamación de la República, con la finalidad de oponerse al nuevo régimen, que salvo en algunas provincias de Castilla la Vieja tuvo escasa incidencia en la vida política española.
Desde este blog pretendemos hacer un diario día a día y ofrecerle información útil para completar el saber sobre nuestra Guerra Civil.
miércoles, 2 de abril de 2014
martes, 1 de abril de 2014
Un manifiesto de las Ejecutivas de los Partidos Socialista y Comunista
A LA CLASE TRABAJADORA
Un manifiesto de las Ejecutivas de los Partidos Socialista y Comunista
Un manifiesto de las Ejecutivas de los Partidos Socialista y Comunista
La radio difundió ayer >el siguiente manifiesto de los "Comités Nacionales da los Partidos Socialista y Comunista:
«Los manejos clandestinos del fascismo, dirigidos por Gil Robles y Franco, al que los desleales en sus votos por la República venían albergando en los cuartos de bandera de algunas guarniciones, han llegado a sazón. Un intento criminal promovido ayer en Melilla y Ceuta se ha corrido hoy a la Península, tomando como centro de insurrección a Sevilla. Las fuerzas leales a la República se baten denodadamente con los insurrectos. Los rebeldes confían en la ayuda que puedan prestarles otras plazas militares, con cuya promesa de solidaridad creen contar. Los momentos son difíciles, pero de ningún modo apurados. El Gobierno tiene la seguridad de contar con recursos suficientes para acogotar el intento criminal a que han osado los enemigos del régimen y de la clase trabajadora.
Ahora bien: para el caso de que esos recursos no sean suficientes, la República dispone de la promesa solemne del Frente popular, que encuadra bajo su disciplina a todo el proletariado español, resuelto, serena y apasionadamente, a intervenir en la contienda entablada tan pronto como su intervención se juzgue decisiva. Estamos deseando demostrar que nuestro ofrecimiento al Gobierno es algo de valor más decisivo y sincero que una promesa protocolaria de los días tranquilos. El Gobierno manda y e Frente popular obedece. Para que esta obediencia alcance a tener toda la efectividad necesaria es indispensable que la clase trabajadora se prepare desde ahora mismo, sin pérdida de tiempo para todas las contingencias de una lucha en la calle. No habrá después de éstas, más palabras de aviso. Cada militante obrero debe concentrarse en el local de la organización más inmediata, y quedar a la espera de la orden de actuar, que le será dada tan pronto como esa consigna sea necesaria. Nadie pida palabras útiles ni, por su parte, haga gestos innecesarios. La lucha puede ser a muerte, y hay que acumular la energía de todos para lanzarla como un alud sobre el adversario. El Frente popular necesita revalidar con las armas la victoria que alcanzó en las urnas A ese efecto se dirige al Gobierno y le dice: «Aquí nos tienes, serenos y resueltos, dispuestos a contribuir a la derrota de los que se han alzado para ensangrentar al país y entregarlo a la más en vilecedora de las reacciones.»
Pocas palabras más, camaradas. Los momentos son delicados pero no imposibles. No hay el menor motivo para desconfiar de la victoria. Es nuestra. Tiene que ser nuestra. No hay forma de admitir que la República, con ayuda del proletariado español el concurso de sus recursos naturales, deje de salir triunfante de la prueba criminal a que la someten sus adversarios de siempre
Camaradas: Disponed el ánimo para la contienda que se aproxima, a la que podéis ser convocados de un momento a otro. Cuando la orden de lucha sea dada, hay que caer como un alud.
El Socialista, 19/07/1936
académicos, juramento de fidelidad de los (Zona nacionalista)
Por orden de 1 de enero de 1938 -orden que, ya en la posguerra, se actualizó por decreto de 18 de abril de 1947- se estableció la fórmula del juramento que habían de prestar los académicos, viejos y nuevos, para acceder al ejercicio de sus funciones. «Abierta la sesión por el Presidente de la misma -decían las mencionadas disposiciones legales-, el Secretario Perpetuo del Instituto -el Instituto de España estaba compuesto por la agrupación de todas las Academias- llamará por su nombre, y según orden de antigüedad en la elección, a todos los señores Académicos que se hayan presentado a reingresar o ingresar en la sesión de que se trate. Sucesivamente se irá colocando cada uno ante la mesa presidencial, en la cual se encontrarán un ejemplar de los Santos Evangelios, con el texto de la Vulgata, bajo cubierta ornada con la señal de la Cruz, y un ejemplar del Don Quijote de la Mancha, con cubierta ornada con el blasón del Yugo y las Flechas. De pie, ante estos libros, con la mano derecha puesta en los Evangelios y vuelta la cara al Presidente, el Académico aguardará que el Secretario del Instituto le pregunte, según la forma del juramento: Señor Académico, ¿juráis en Dios y en vuestro Angel Custodio servir perpetua y lealmente al de España, bajo Imperio y norma de su Tradición viva; en su catolicidad, que encarna el Pontífice de Roma; en su continuidad, representada por el Caudillo, Salvador de nuestro pueblo? Responderá el Académico: Sí, juro.» V. Instituto de España (zona nacionalista).
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