Descubre el papel clave de Bartolomé Barba Hernández en la conspiración militar y la Guerra Civil Española: de la UME al frente de inteligencia franquista.
El militar conspirador que operó en las sombras de la Guerra Civil
En los días previos al estallido de la Guerra Civil Española, mientras el país se deslizaba hacia el abismo, un coronel madrileño ya tejía alianzas, organizaba redes y preparaba el terreno para la sublevación militar. Bartolomé Barba Hernández (1895–1967) no fue un simple testigo del conflicto: fue uno de sus arquitectos desde las sombras. Su figura encarna la fusión entre el militarismo conspirador, la inteligencia franquista y la represión posbélica.
Fundador de la UME y enemigo acérrimo de Azaña
Barba Hernández, de ideología monárquica y derechista, ocupó puestos burocráticos durante la dictadura de Primo de Rivera y fue profesor en la Academia Militar de Zaragoza, bajo la dirección de Francisco Franco. Pero su verdadero impacto comenzó en la Segunda República.
En 1933, tras acusar falsamente al presidente Manuel Azaña de ordenar disparar “a la barriga” contra los anarquistas en los Sucesos de Casas Viejas, perdió su puesto en el Ministerio de la Guerra y desarrolló un profundo rencor contra el régimen republicano. Ese mismo año, fue uno de los fundadores de la Unión Militar Española (UME), organización secreta que agrupaba a militares antirrepublicanos.
Pronto sucedió a Emilio Tarduchy al frente de la UME, convirtiéndose en un eficaz organizador de la conspiración. En 1935, entabló contactos con José Antonio Primo de Rivera, logrando acuerdos entre falangistas y carlistas. Su labor fue crucial para articular el entramado que desembocó en el Golpe de Estado de julio de 1936.
La Guerra Civil: del fracaso en Valencia a la inteligencia franquista
La sublevación fallida en Valencia
Al estallar la guerra, Barba se encontraba en Valencia junto al general Manuel González Carrasco, con quien debía liderar la sublevación en la ciudad. Sin embargo, ante el fracaso del golpe en Madrid y Barcelona, y la rápida movilización de las fuerzas leales a la República, la rebelión en Valencia se desmoronó.
Barba y González Carrasco huyeron precipitadamente a la zona sublevada, evitando ser detenidos o ejecutados. Aunque su intento inicial fracasó, su valor estratégico no pasó desapercibido para el bando nacional.
Operativo de inteligencia y el Pacto de Santoña
Durante la contienda, Barba Hernández trabajó para los servicios de inteligencia del bando franquista. Su intervención más destacada fue en las negociaciones del Pacto de Santoña (1937), donde desautorizó a los oficiales italianos del CTV que habían alcanzado acuerdos con los nacionalistas vascos sin el consentimiento de Franco. Su acción reafirmó el control exclusivo del mando franquista sobre cualquier rendición o pacto.
Este episodio subraya su papel no como combatiente en primera línea, sino como operativo de alto nivel en la sombra, encargado de asegurar la coherencia política y militar del bando sublevado.
Legado y continuidad en la dictadura
Tras la guerra, ascendido a coronel, Barba Hernández continuó su carrera en la administración franquista. En 1945 fue nombrado gobernador civil de Barcelona, donde aplicó una política de represión selectiva combinada con gestos simbólicos hacia el catalanismo moderado (como permitir conciertos del Orfeón Catalán o publicaciones en catalán), siempre con el objetivo de integrar los símbolos regionales en el marco español.
También reactivó el Somatén para combatir al maquis y participó en la represión de la huelga de Manresa de 1946. Entre 1946 y 1947 fue procurador en Cortes por el partido único FET y de las JONS.
Conclusión: un conspirador institucional
Bartolomé Barba Hernández representa el perfil del militar político que operó tanto en la clandestinidad republicana como en la institucionalidad franquista. Su trayectoria —desde la UME hasta los servicios de inteligencia y la gobernación civil— ilustra cómo la Guerra Civil no fue solo un choque armado, sino una lucha por el control de las estructuras del Estado, en la que figuras como él jugaron un papel decisivo.
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