Campañas de Aragón y Levante.
Ejército de Tierra
Este.—En las últimas horas de ayer el enemigo intentó cuatro veces asaltar nuestras posiciones de Piedras D’Aolo, en la zona de Sort, siendo rechazadas todas ellas y replegándose en desorden, después de sufrir duro castigo.
Levante.—Los facciosos han proseguido su ofensiva en todos los sectores de este frente, atacando con gran dureza nuestras posiciones de Carril, al suroeste de cerro Montero y Pista de Ca-marasa, en la zona de Puebla de Valverde, siendo totalmente rechazados. Con fuerte protección de tanques, aviación y artillería, presionaron intensamente en el sector de Villahermosa, donde nuestras fuerzas se vieron obligadas a abandonar el vértice Peñagolosa y Sanahuja. La aviación leal realizó eficaces servicios de ametrallamiento y bombardeo de las líneas rebeldes. Cuarenta y un cazas propios entablaron combate con ocho aparatos facciosos de gran bombardeo, a los que protegían 45 «Fiat». Fueron derribados los siguientes aparatos enemigos: uno de gran bombardeo, que cayó incendiado; un «Fiat», que cayó en la cuenca del río Lucena; otro al norte del pueblo de este nombre; otro al norte de Figuerola; otro al sur de Adzaneta; otro al noroeste de ese pueblo, lanzándose el piloto en paracaídas; otro en Lucena de Cid, entre el pueblo y el castillo de Hijar y otro que cayó incendiado en Benafigos. Además, dos «Fiats» chocaron, ardiendo uno de ellos y cayendo los dos bastante dentro del territorio rebelde. Total, diez. Nosotros perdimos tres aparatos, resultando ilesos los pilotos.
En los demás frentes sin novedad.
Ejército del Aire
La aviación rebelde realizó agresiones contra las poblaciones civiles de Benicasin, Gandía y Villajoyosa. En el primero de los pueblos citados ocasionaron la muerte de dos mujeres y un niño, resultando además 19 heridos. A las 22,42 horas de ayer, un hidro rebelde, a 700 metros de altura, evolucionó sobre el puerto de Denla, arrojando cinco bombas, que alcanzaron al mercante francés «Brisbane», ocasionando un incendio en la parte de popa. El barco también fue ametrallado. Resultaron cinco muertos (cuatro marineros y el observador de control) y 13 heridos, entre ellos el capitán del barco.
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