Batalla del Ebro.
Ejército de Tierra
Este.—En la noche del 31 al 1 fueron rechazados en su totalidad algunos ataques y golpes de mano realizados por las tropas al servicio de la invasión en los sectores de Camino Vilavert y región de Ragas.
En la mañana de hoy nuestros aparatos bombardearon eficazmente concentraciones enemigas localizadas en Bot. También actuó nuestra aviación sobre las trincheras del sector de Lérida, que ametralló y bombardeó con gran precisión así como los camiones con fuerzas enemigas que circulaban por carreteras próximas.
Centro.—Fuerzas españolas han conquistado hoy posiciones dominantes en la carretera de Las Rozas a El Escorial. Las fuerzas al servicio de la invasión, apoyadas por intenso fuego de artillería, atacaron sin resultado posiciones propias de la Meseta y Cerro Pelado.
Extremadura.—Las tropas republicanas han rechazado totalmente un ataque enemigo por el sector del Puente del Arzobispo.
Levante y Andalucía.—Sin novedad.
Ejército del Aire
En la mañana de ayer, la aviación alemana agredió la población civil de Palamós, lanzando sobre el casco urbano medio centenar de bombas de gran peso que destruyeron completamente cuarenta edificios, destrozando parcialmente más de sesenta.
Entre los edificios tomados por objetivo por los aparatos extranjeros figura el hospital de infecciosos y un puesto de la Cruz Roja.
Cuatro mujeres y cinco hombres resultaron muertos y cuarenta heridos, la casi totalidad mujeres y niños.
A las diez horas de hoy la aviación alemana actuó en número de cinco trimotores «Junker» contra la población civil de Guixols. Arrojaron 50 bombas de doscientos kilos que destruyeron los baños de Santelmo y veinticinco casas, produciendo además desperfectos en otras treinta y cuatro.
A las 16 horas de ayer, seis trimotores «Junkers» bombardearon diversos barrios de Tarragona.
Alrededor de las 22 horas una escuadrilla de cinco trimotores italianos «Savoia» intentó volar sobre Barcelona, impidiéndolo el fuego de cortina de nuestros antiaéreos. Los aviones italianos continuaron volando paralelamente a la costa hasta Cabrera de Mataró, donde viraron rumbo suroeste. Cuando llegaban a la vertical de Besos fueron alcanzados por haces de luz de los reflectores. Inmediatamente un caza propio entabló combate con los aparatos extranjeros.
La lucha fue perfectamente visible desde tierra, observándose cómo uno de los trimotores italianos, alcanzado por las ráfagas de ametralladora, se separaba de la formación perdiendo velocidad y altura. Éste aparato cayó en el mar a cuatro kilómetros de la costa. Los demás arrojaron precipitadamente las bombas en el mar huyendo hacia Palma.
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