Recorremos un sinuoso camino de montaña, en servicio de vigilancia, Las copas de los pinos se abrazan en verde filigrana bajo el cielo claro de un sereno atardecer de otoño. El aroma penetrante de resina virgen y agreste romero estimula a respirar hondo. El cercano y tenaz estampido de nuestras baterías, me transportan el fragor de pasados combates y forja en mi pensamiento joven hechos heroicos que den victorias a España y honra a la Falange...
La brisa trae los sones graves de nuestro himno, cantado en alegre tiempo de marcha. Es una compañía del Ejército que viene hacia nosotros, dando al aire serrano el vigor de su juventud, que hace unas horas subió al carro del Triunfo, burlando a la muerte. Al frente de los soldados, animoso y tostado como ellos, un capitán, de venerable testa cana, dirige, con paternal orgullo, la alegría de sus muchachos...
Ya más cerca reconocen su paisanaje; nuestra escuadra y aquellos hermanos soldados, abrazándose jubilosos, gritan ¡Zamora! ¡Zamora!...
Es mía compañía del Regimiento de Toledo, que, cumplida su misión en este frente, marcha con destino que solo el mando conoce.
Nos separamos para seguir cada cual su camino: «¡Viva España!... ¡Hasta Madrid!... ¡Arriba España!... ¡Viva el Ejército!...»
¡Dios os proteja, bravo capitán que, a despecho de vuestra salud, quebrada por los años, dejasteis la quietud del retiro para servir a España en la primera línea; y a vosotros, hermanos soldados, enjutos hijos de Castilla, que hicisteis del deber virtuoso placer, sensibles a la llamada de la Patria: que seguisteis a vuestros jefes con lealtad, disciplina, confianza y heroísmo; que termináis vuestras cartas con un «¡Arriba España!», orlado de ingenuos arabescos, y cantáis briosos, por los campos de guerra, «Cara al Sol...»: La Falange está orgullosa de vivir en vuestros corazones!
¡ARRIBA ESPAÑA!
Imperio : Diario de Zamora de Falange Española de las J.O.N.S. Año I Número 6 - 1936 Noviembre 04
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