Movimiento anarquista que confiere a las organizaciones sindicales proletarias un papel preponderante en las luchas reivindicativas de los trabajadores. Es un método de organización y de lucha de los trabajadores a través de sindicatos autónomos del poder político. Es el resultado de la síntesis del anarquismo y el sindicalismo revolucionario.
En España, el anarcosindicalismo fue ganando terreno a finales del siglo XIX, dejando atrás el terrorismo y las acciones individualistas en favor de que la huelga general era la mejor forma de iniciar la revolución. En el congreso anarquista que se celebró en Ámsterdam en 1907 salió reforzada la idea de la participación anarquista en los sindicatos. En 1907 se creó el sindicato Solidaridad Obrera en Cataluña, y en 1910 se extendió dicho sindicato a toda España creándose la Confederación Nacional del Trabajo o CNT. Aunque comenzó siendo pequeña, creció rápidamente, siendo uno de sus principales logros del anarcosindicalismo, la jornada laboral de ocho horas que se logró tras la Huelga de La Canadiense en 1919.
Una de las grandes dificultades a las que se ha enfrentado históricamente el anarcosindicalismo ha sido sus divisiones internas debido a las diferencias ideológicas entre el anarquismo y el sindicalismo revolucionario. Durante el período de la Segunda República hubo dos escisiones al respecto. La primera escisión, surge de una reacción por parte de sindicalistas ante el predominio de las ideas que defendía la FAI (Federación Anarquista Ibérica) con respecto a la CNT. El primer paso, fue la redacción de un manifiesto reclamando la independencia de la CNT de cualquier injerencia externa (en clara alusión a la FAI). Este manifiesto, fue firmado por 30 adherentes, por lo que fue conocido como "Manifiesto de los 30" y quienes lo utilizaron como arma dentro de la CNT, trentistas. Estos trentistas, más inclinados a defender un sindicalismo "puro" (es decir, no influidos por las ideas y prácticas anarquistas), contaron con poco respaldo en general dentro de la organización sindical, por lo que se escindieron formando los llamados "Sindicatos de oposición" (con cierta influencia del partido marxista BOC). Aún con todo, estos sindicatos de oposición se negaron a ir más allá, por lo que sufrieron la escisión, liderada por Ángel Pestaña, del Partido Sindicalista, que apenas congregó a un reducidísimo grupo de exmilitantes cenetistas (comparando con las cifras de afiliación y militancia de la época), a los que conminó a regresar a la organizar tras el Congreso de Zaragoza de la CNT (1936), en que se reintegraron los sindicatos de oposición y el estallido de la Revolución social.
Con el cambio gubernamental, la CNT abandonó la clandestinidad, volviendo a la legalidad y todos sus miembros encarcelados son puestos en libertad, pero la República continua con las represiones y abusos contra el sindicalismo, en su mayoría contra CNT puesto que sus militantes consideraban insuficientes las reformas que se estaban llevando a cabo. Convencidos de que la revolución era necesaria y solo podría llegar a través de sus propios medios, comenzaron a llevar a cabo ocupaciones de tierras y huelgas continuas. Los sucesos de Casas Viejas firmaron la ruptura definitiva entre el gobierno republicano y la CNT, aunque un número considerable de sus militantes terminarían votando al Frente Popular en 1936 debido a la represión llevada a cabo por la derecha.
Con la Guerra Civil española tuvo lugar uno de los mayores logros históricos de la CNT y del anarcosindicalismo en todo el mundo: la revolución española, mediante la cual los anarcosindicalistas se apoderaron de medios de producción en Cataluña y Aragón y llevaron a cabo las transformaciones sociales a las que aspiraban en una auténtica puesta en práctica de la anarquía. A pesar de sus ideales llegaron a entrar en el poder del Estado pues como dijo el líder cenetista García Oliver "La CNT y la FAI se decidieron por la colaboración y la democracia, renunciando a un totalitarismo revolucionario que había de conducir al estrangulamiento de la revolución por la dictadura confederal y anarquista." Sin embargo, los enfrentamientos con las autoridades comunistas y la posterior victoria del bando nacional en la guerra marcaron la práctica desaparición del anarcosindicalismo en España, que apenas pudo operar en la clandestinidad desde el exterior.
V. ANARQUISMO, ANARQUISTAS; CONFEDERACIÓN NACIONAL DEL TRABAJO, FEDERACIÓN ANARQUISTA IBÉRICA.
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