Nació el 10 de octubre Je 1881 en Zaragoza, en una familia de clase media, tras estudiar el Bachillerato cursó la carrera de Medicina en la Universidad de Zaragoza. Poco después de licenciarse ejerció su profesión en la provincia de Cuenca, empleándose como medico mutualista de la Sociedad Obrera, una asociación de carácter moderado vinculada a sectores eclesiásticos. Años después obtuvo la plaza de médico titular de la Beneficencia Municipal de Cuenca.
V. Cortes republicanas.
Tras entrar en contacto con Rodolfo Llopis, que ejercía como profesor de la Escuela Normal, en 1926 decidió ingresar en el PSOE siendo uno de los fundadores, junto con Llopis y el catedrático Juan Giménez de Aguilar, de la Agrupación Socialista de Cuenca y colaboró también en algunos de los periódicos, como El Progreso y La Lucha, llegando a ejercer la presidencia de la Agrupación Socialista local, de la Federación Socialista Provincial y del Sindicato de Médicos perteneciente a la UGT.
Hombre con gran ascendiente popular, tras la proclamación de la Segunda República se hizo cargo durante cinco días del Gobierno Civil de Cuenca, preocupándose de que reinase la tranquilidad y expidiéndole incluso un salvoconducto al último gobernador monárquico para que pudiese abandonar sin problemas la provincia. En las elecciones a Cortes Constituyentes Aurelio Almagro fue presentado como candidato y resultando el único de los diputados socialistas electos por Cuenca. Obtuvo la mayoría de votos en todos los pueblos correspondientes a su demarcación médica. Adscrito a la minoría socialista, declaró como profesión la de médico en su alta como Diputado (5 de mayo de 1931), realizando la promesa de su cargo con fecha 27 de julio de 1931 y causando baja el 9 de octubre de 1933.
Desde 1931 Aurelio Almagro pasó a residir en Madrid , perteneciendo en las Constituyentes como vocal titular a la comisión de Gobernación. Sus relaciones con la Agrupación Socialista de Cuenca se deterioraron notablemente durante el primer bienio, ya que en septiembre de 1932 ésta solicitó a la ejecutiva su expulsión del partido, por extralimitarse en sus competencias en cuestiones organizativas, solicitud que no llegaría a ser tomada en consideración por los órganos directivos socialistas. Desde 1933 y tras su baja como Diputado volvió a ejercer como médico de la Beneficencia, al no ser proclamado candidato en la convocatoria electoral de noviembre.
En las elecciones del 16 de febrero de 1936 Aurelio Almagro Gracia volvió a ser incluido en la candidatura del Frente Popular por Cuenca, pero al ser anuladas por la comisión de actas de los Cortes los elecciones en esta circunscripción, la comisión ejecutiva nacional del PSOE propuso a los comités del Frente Popular de ambas provincias un intercambio de candidatos para los elecciones que habrían de repetirse en mayo, consistente en que el socialista Almagro se presentaría por Granada, mientras que el republicano Emilio Martínez Jerez, del partido de Martínez Barrio (UR) y que ya había resultado electo por los minorías en febrero, se presentase por Cuenca. En mayo obtuvo 207.215 votos, resultando el sexto de los trece diputados electos por Granada, siendo dado de alta como Diputado el 8 de mayo de 1936.
Durante la Guerra Civil Aurelio Almagro permaneció en zona republicana, encargándose de la organización de los servicios médicos del Ejército voluntario de la República en varias zonas y frentes de operaciones. Como Diputado del Frente Popular asistió a varias de las reuniones celebradas por las Cortes durante este período, como las que tuvieron lugar en Valencia, a comienzos de octubre de 1937, y en Sabadell en octubre de 1938. No figuró, sin embargo, entre los diputados asistentes a la última reunión celebrada en territorio español, las que tuvieron lugar en el castillo de Figueras en febrero de 1939.
Exiliado en Francia, en mayo de 1939 y acompañado de su mujer logró trasladarse a México a bordo del Sindia, desembarcando en el puerto de Veracruz el 13 de junio de 1939. Fue auxiliado por el Comité Técnico de Ayuda a los Republicanos Españoles. Fue integrado en el servicio de asistencia domiciliaría a los refugiados españoles y encargado de la asistencia a los miembros de la agrupación de inválidos y mutilados de la República, desde entonces ejerció la medicina adscrito a los servicios de la Benéfica Hispana, de la que fue nombrado médico honorario tras su jubilación.
Almagro permaneció muy vinculado a las organizaciones del exilio republicano. Finalmente murió el 1 de febrero de 1973, a la edad de 91 años.
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