Ciudad de la provincia de Teruel, cabeza del partido judicial del mismo nombre, situada en la comarca de la Tierra Baja, próxima a los ríos Guadalope, Mutarraña y Martín.
En 1936, durante la Guerra Civil, fue una de las colectividades españolas más importantes llevadas a cabo por los anarquistas de la CNT. No sólo se colectivizaron las tierras, sino que se emprendieron labores colectivas o recuperación de hospitales, así como la fundación de escuelas. Estas obras serían destruidas durante la guerra por las tropas nacionales.
La ofensiva nacionalista hacia el litoral se inicia en marzo del 38, y es de tal envergadura que el Ejército Popular no puede contener, pues en algo más de un mes, el 15 de abril, los nacionales consiguen llegar a Vinaróz. La derrota republicana en Teruel, que simbolizaba la última esperanza de una victoria sobre Franco, fue el anuncio del definitivo desplome del frente de Aragón, que se desplomó a partir del 9 de marzo bajo una ofensiva franquista en forma de "guerra relámpago". Unos 70000 hombre, según datos del general Rojo, se retiraron en desorden anta tal acometida, mientras los mandos intentaban contener a sus tropas a punta de pistola como relataba Enrique Líster, a quien se adjudican varias ejecuciones sumarias.
En este contexto, el día 3 de marzo de 1938 a las 16:10 horas, cuando la ciudad estaba bajo mando republicano, sufrió un fuerte ataque aéreo del bando nacionalista. Aviones italianos aliados del bando del general Franco, ensayaron sus armas aéreas, que más tarde utilizarían en la Segunda Guerra Mundial, tanto contra las tropas militares, como contra los ciudadanos de Alcañiz, provocando un cientos de muertos entre la población civil, que no pudo protegerse del ataque. Los 15 bombarderos Savoia lanzaron 120 bombas de 50 kilos y 50 bombas de 100 kilos, tras el bombardeo los 3 cazas hicieron pasadas ametrallando a la población. Los dos hospitales con capacidad para 400 pacientes no pudieron acoger a tantos heridos y tuvieron que derivarlos a poblaciones cercanas. El 14 de marzo de 1938, durante la ofensiva del Ebro, el CTV italiano, junto con fuerzas españolas, tomó la ciudad para el bando nacional desfilando victoriosamente.Este acto fue silenciado por los dos bandos. El bando franquista, por no mostrar cuan cruenta fue la acción; y los republicanos, por no desmoralizar a sus tropas en combate. Salió a la luz recientemente con la publicación del libro “1938, El bombardeo olvidado” de José María Maldonado.
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