Hijo de Niceto Alcalá-Zamora y Torre -primer presidente de la II República esparñola- y miembro del Comité Nacional de la FUE. Al estallar la Guerra Civil se hallaba en Francia, de regreso un largo viaje que en unión de sus padres y hermanas había realizado por el norte de Europa, de donde se trasladó inmediatamente a España y se enroló en el ejército republicano, formando parte del cual tomó parte en las operaciones que tuvieron por escenario las proximidades de Madrid (Villaverde, Cuesta de las Perdices, Cerro de los Angeles, Jarama, etc.) y alcanzando el grado de teniente en campaña del Ejercito Popular de la República, tras pasar por la academia correspondiente.
En marzo de 1937, hallándose en el frente de Guadalajara como oficial de la 11 División, mandada por Enrique Lister, dirigió una carta pública a su citado padre en la que, entre otras cosas, le decía: «... Yo soy feliz luchando en las filas del Ejército Popular; lo soy porque cumplo con mi deber de español. Todos los que abandonen España, los que incita o expresamente ayuden a los invasores, máxime cuando han ocupado puestos tan altos como el de presidente de la República, no tienen derecho en este momento histórico a llamarse esparñoles. Hoy más que nunca, estoy seguro de la victoria del pueblo español, que no sólo sera la victoria de España, sino también la victoria de la democracia universal.» Un año después falleció en Valencia, a consecuencia de una enfermedad.
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