Campaña de Vizcaya.— Ofensiva sobre Zaragoza.
Ejército del Norte
Frente de Vizcaya.— Nuestras fuerzas, siguiendo su victorioso avance en tierra de Vizcaya, ocuparon las alturas al lado del ferrocarril minero y al oeste de Peña Helada. El enemigo, que intentó reaccionar, fue castigadísimo, abandonando numerosos muertos.
A las doce y media se ocupó Valmaseda, continuando su progresión hacia el Oeste nuestras tropas, que tomaron: El Sabugal, San Miguel, Anoncia, Portedo y Antuñano. Al llegar a Valmaseda se entregó una compañía enemiga del batallón Avellaneda, que, formada con sus oficiales, rindió honores a nuestras fuerzas. Pasan de 500 milicianos los presentados con sus armas en este sector del frente.
También se ocupó la Nevera, Lagarbea y una fundición próxima de trabajos de plomo y estaño que los rojos tenían preparada para destruirla por voladura, lo que se evitó con la pronta llegada de las tropas nacionales.
El mal tiempo reinante en la región no fue obstáculo para las operaciones, dado el alto espíritu y arrojo de las tropas nuestras, a las que nada detiene.
Frentes de Santander, Asturias y León.— Tiroteos.
Ejército del Centro
En Aragón se operó al este del Gallego, ocupándose importantes posiciones que aseguran la carretera de Viescas y el pueblo de Sabiñánigo de las agresiones enemigas.
Se han cogido varias ametralladoras, tres fusiles ametralladores, 50 fusiles y otro material sin clasificar aún.
Frentes de Madrid, Avila y Soria.— Tiroteo y cañoneo.
Ejército del Sur
Se han avanzado nuestras líneas a las alturas que dominan la presa y el pantano del Gua-dalmellato, asegurando las nuevas posiciones el dominio de 100 kilómetros más de territorio, así como el riego de los campos de Córdoba. Los rojos abandonaron en una de las posiciones conquistadas una veintena de muertos.
En los demás frentes de este ejército tiroteos.
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