Campaña de Vizcaya.— Ofensiva sobre Zaragoza.
Ejército del Norte
Frente de Vizcaya.— En la tarde de ayer fuerzas legionarias ocuparon Maruri, Unza de Lemoniz, Górliz y Plencia. Hoy han pasado la ría y siguen avanzando victoriosamente.
Las demás Columnas han continuado también su impetuoso avance, ocupando Santo Domingo, Galdácano, Yurre, Yxedu y Apadio.
Nuestras tropas desde Galdácano han pasado el río Ybaizobal y siguen avanzando.
Cada día toma proporciones más gigantescas la derrota del enemigo, que deja en nuestro poder numerosísimos cadáveres, armamentos y material diverso en cantidades grandiosísimas.
Frente de Santander.— Fue rechazado un intento de ataque del enemigo en el Sector de Aguilar de Campóo causándole varias bajas.
Frentes de Asturias y León.— Algunos tiroteos y cañoneos.
Ejército del Centro
Frente de Aragón.— El enemigo intentó llevar a cabo un ataque en el Sector de Molina de Aragón, siendo rechazado y perseguido por nuestras fuerzas que le cogieron ocho prisioneros y cinco muertos, entre éstos un teniente y un sargento.
En un ataque de los rojos a una posición del Sector de Cariñena, fueron rechazados, causándoles 18 muertos, de los cuales diez quedaron en nuestro poder.
Otro intento, con infantería y siete tanques rusos, fue también rechazado con numerosas pérdidas para el enemigo.
Frente de Soria.— Tirotetos en algunos Sectores.
Frente de Avila.— Se presentaron 11 milicianos enemigos, cinco de ellos con armamento.
Frente de Madrid.— Sin novedad.
Ejército del Sur
Tiroteos en varios Sectores.
Actividad de la aviación.— En Zaragoza 18 aparatos enemigos hicieron una incursión, descargando las bombas precipHadamente en El Burgo y cerca del aeródromo sin consecuencias, pues les salieron al encuentro nuestros cazas derribándoles uno sin novedad por nuestra parte.
Sobre Málaga arrojaron cuatro bombas dos aeroplanos enemigos, resultando tres muertos v ocho heridos leves, todos ellos paisanos.
Nota oficial del Cuartel del Generalísimo dada a las 22,00 horas
Las radios extranjeras recogen un mensa de que el cabecilla vasco dirige a los presidentes de los Gobiernos de diversas naciones, difamando ante el mundo al Ejército Nacional, presentándole como compuesto de extranjeros cuando, en su casi totalidad está formado por españoles.
El coronel del Ejército francés Maunnier, con el nombre de Jaúregui es, según testimonio del defe de E.M. del Cinturón de la defensa, recientemente hecho prisionero, quien dirige la de Bilbao; rusos y franceses son los que dirigen sus tropas y españoles, en cambio, los que combaten y dirigen en el campo Nacional las operaciones sobre Bilbao. El pueblo vasco que combate en las filas rojas lo hace bajo la amenaza y el terror de los cabecillas vasco-comunistas agentes del Komitern ruso; son millares los evadidos que se pasan a nuestro campo, con peligro de su vida, y cuentan la política de terror que reina entre los rojos.
Los pueblos y caseríos de la zona dominada de Vizcaya presentan muestras de la conducta vandálica de las hordas rojas, con sus edificios incendiados, puentes y fábricas destruidos y testimonios de sus habitantes.
En un cínico y desesperado alarido, el cabecilla vasco pretende culpar al Ejército Nacional de estos crímenes que únicamente pueden cometerse por quienes se entregaron con los rojos al más bárbaro de los materialismos.
El cuidado y atención que merecen las zonas dominadas reconstruidas con amoroso afán por las Autoridades Nacionales, dan un mentís rotundo a la nueva falacia de los explotadores del sencillo pueblo.
A tiempo y repetidamente fueron ofrecidos a los rojos separatistas condiciones generosas de rendición, cuando rotas sus líneas de defensa, en los límites de la provincia, estaba echada la suerte de las armas y demostrada la superioridad del Ejército Nacional en todos sus órdenes.
El despotismo de los directivos prefirió sacrificar un pueblo a sus ambiciones personales y decidieron entregar la nación a la destrucción y a la ruina, sacrificando inútilmente millares de víctimas inocentes, forzadas a combatir, bajo el terror de las ametralladoras.
Irún, incendiado antes de rendirse; Ebar. destruido, con sus fábricas y talleres, por la gasolina y voladura de los dinamiteros asturianos: Guernica, incendiado premeditadamente, buscando un efecto político ante el mundo; Durango, defendido como reducto, obligando al asalto a las tropas nacionales; Amorebieta, incendiada por los vascos al tiempo de abandonarla; Munguía, incendiada también y destruidos su ayuntamiento e iglesia por las minas de los rojos; Galdácano. destrozado igualmente en sus obras y fábricas por la acción de los dinamiteros son, con los 1.000 caseríos saqueados y pasto de las llamas, muestras fehaciente de la obra de barbarie y destrucción del cabecilla Aguirre y de sus aliados.
Nuestras ciudades de retaguardia, apartadas muchos kilómetros de los frentes, sin ser objetivos militares son bombardeadas sistemática y cobardemente por los aviadores extranjeros al servicio de los rojos.
Es esta la fecha en que Bilbao, todavía no ha sido objeto de nuestras bombas ni cañones, no obstante albergar en su población los cuarteles en que se encontraban las numerosas fuerzas de reserva y los centros de abastecimientos, víveres y municiones.
Nuestras tropas se encuentran en estos momentos dominando las alturas al este de Bilbao y tienen la ciudad bajo sus fuegos, muchas de nuestras fuerzas a tiro de fusil. Vencido el enemigo, huye a refugiarse bajo el escudo de la villa, mas nada puede detener la acción de nuestras armas para el dominio de la ciudad, a la que se llevará la paz, el orden y el bienestar que reina en nuestra zona.
A los directivos y cabecillas vasco-comunistas corresponde la responsabilidad de lo que ocurra, si llevan la guerra al interior de una ciudad pacífica.
Sepan los vascos que todavía permanecen en la zona roja que el Ejército Nacional sólo persigue aquello: la paz y el bienestar de España y no guarda rencor a quienes, engañados por sus cínicos conductores empuñaron las armas e. inconscientemente, contribuyen a la destrucción del país, sirviendo los designios extranjeros del Komitern ruso.
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