Ayer celebróse a bordo del trasatlántico "Uruguay", el Consejo de guerra sumarísimo de oficiales generales contra los generales Goded y Fernández Burriel, acusados del delito de rebelión militar.
El acto tuvo lugar en el comedor de primera del trasatlántico.
De defensores actuaron el comandante de Estado Mayor señor Aimat como propietario, y el señor Sánchez Bravo suplente.
Asisten 30 periodistas, 10 fotógrafos, 40 milicianos, 10 abogados y numerosos guardias civiles. Goded asiste de uniforme y Burriel de paisano.
Inmediatamente el secretario de Sala anuncia que va a comenzar la vista del sumario por los sucesos ocurridos en Barcelona el 18 de julio último.
El juez instructor lee el apuntamiento, en el que se detalla la forma cómo se inició la sedición. El ponente lee la declaración prestada por Goded el 19 del mismo mes. Dijo que llegó a Barcelona procedente de Baleares, y marchó a la comandancia de la cuarta división, haciéndose cargo del mando de las tropas a requerimientos de la guarnición de Barcelona.
Cree que el movimiento era general en todo el Ejército, y que no se alzó contra el régimen republicano, sino contra la anarquía, siendo prueba de ello que los sublevados salieron a la calle a los gritos de viva España y viva la República.
No trataron con ningún político. Era él director del movimiento, pero no sabe que persona podía ser el jefe. Hubo cuatro personas que no tomaron parte en la sublevación, que son su hijo Manuel, su ayudante Carlos Lázaro, un oficial de Marina detenido cuyo nombre ignora y otro oficial que se presentó vestido de paisano en la comandancia.
Respecto al general Llano de la Encomienda, que era el jefe de la cuarta División, no cree que estuviera comprometido en el movimiento. El tuvo una escena violenta con dicho general y después el señor Llano de la Encomienda se retiró con su familia por hallarse enfermo.
Se lee la declaración de Fernández Burriel, quien dice que siempre fue afecto a la República, Si permitió que la noche del 19 salieran los soldados a la calle, no fue para luchar contra el Poder, sino contra la anarquía.
El no dio órdenes en la Comandancia, sino que se puso a las inmediatas de Goded. Cree que el jefe de la rebelión era González Carrasco.
Se le la declaración de Llano de la Encomienda, quien dice que por referencias conocía la situación y confiaba en la guarnición, pero no se confirmó esta confianza ya que varios Cuerpos se levantaron en armas. A su juicio era director del movimiento el general Fernández Burriel.
Se leen las declaraciones de varios testigos, muchos de ellos procesados, incluso la del general Legorburo, que coinciden en que el movimiento no iba contra el régimen, sino contra la anarquía. Ignoran si el jefe del movimiento es Fernández Burriel.
Comparece el general Llano de la Encomienda y ratifica la declaración leída anteriormente por el juez. También comparecen varios testigos militares procesados, negando que recibieran órdenes de Burriel.
El fiscal eleva a definitivas sus conclusiones y dice que con arreglo al artículo 237 del Código de Justicia Militar los procesados Goded y Fernández Burriel son responsables de un delito de rebelión militar contra el Gobierno legalmente constituido, por lo que solicita que.se les imponga la pena de muerte.
El defensor, Aimat, dice que no se puede aplicar a los procesados el citado artículo y en todo caso considerarse a Fernández Burriel incurso en un delito castigado con prisión militar temporal y a Goded con prisión militar correccional.
Seguidamente termina la vista y la Sala se retira a deliberar, A las 11'30 el Tribunal reanuda la vista, acordando condenar a ambos procesados con arreglo a la petición fiscal a la pena de muerte.
La sentencia pasará inmediatamente a la auditoria y de allí a conocimiento del general de División que a su vez la enviará al Gobierno, Tan pronto esté éste enterado, a las seis horas se verificará la ejecución. Se indica que la ejecución se llevará a efecto en el campo de La Bota o en el Castillo de Montjuich.
Después de serle notificada la sentencia a los ex generales Goded y Burriel, fue pasada al auditor de la División, que firmó el conforme. Debía haberla firmado el general de la División señor Aranguren, pero por concurrir la circunstancia de que éste ha aparecido en el proceso como testigo de cargo, la firmó el coronel del regimiento de Almansa, don Angel Martínez Peñalver.
A las seis y media de la tarde fue trasportada la sentencia en avión a Madrid, Si el Gobierno se limita a acusar recibo de ella, será ejecutada en el plazo de seis horas.
En previsión de que ya en capilla los condenados a muerte pidieran les fueran prestados auxilios espirituales, se ha dispuesto que les acompañen varios de los sacerdotes que se encuentran detenidos a bordo del «Uruguay».
El Día : diario de información defensor de los intereses de Alicante y su provincia Año XXII Número 6240 - 1936 agosto 12
Visita la cronología: 11 de agosto de 1936
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