DETALLES QUE REVELAN LA LUCHA TERRIBLE QUE SOSTUVO LA VICTIMA
El señor Calvo Sotelo debió sostener una lucha desesperada. La pierna izquierda presenta contusiones y la pernera está desgarrada.
La americana tiene manchas de barro y muy echada hacia atrás, como para impedir el movimiento de los brazos y subírsela sobre la cabeza para cegarlo.
El cadáver apareció tendido en la mesa, en una crispación terrible. Los dientes apretados y los labios hundidos.
EL ANÁLISIS DE LA SANGRE ENCONTRADA EN LA CAMIONETA DE ASALTO
El profesor de medicina señor Aranda ha practicado el análisis de la sangre recogida en el estribo de la camioneta y en la parte correspondiente, al suelo del último asiento. Parece que en el informe emitido se asegura que la sangre que había en el estribo era viva, y la del asiento sangre muerta. Por ello se deduce que el señor Calvo Sotelo, debió ser agredido fuera de la camioneta y después fue depositado en ella, ya muerto.
DICTAMEN FORENSE. HUBO LUCHA ENTRE EL SEÑOR CALVO SOTELO Y SUS ASESINOS
Noticias posteriores confirman en todo el avance del dictamen emitido por los médicos forenses señores Piga y Aguila, según el cual el cadáver sólo presenta una herida de bala en la cabeza.
Únicamente difieren estas noticias, en lo referente a la trayectoria de la bala. Esta es que en lugar de tener el orificio de entrada por el ojo izquierdo y de salida por la región occipital, es todo lo contrario: la entrada por la región occipital y la salida por el ojo izquierdo, lo qué revela que el disparo que le quitó la vida le fue hecho por la espalda. Otros detalles que se han advertido en el cadáver hacen suponer, muy fundadamente, que hubo una lucha entre el señor Calvo Sotelo y sus asesinos, durante la cual éstos le colocaron la americana de tal guisa que le impidieron con ella todo movimiento de brazos.
ESCENA EMOCIONANTE
A la una y media llegó al domicilio del señor Calvo Sotelo su anciano padre, don Pedro Calvo, el cual, a pesar de estar enfermo, no quiso dejar de llorar la muerte de su desventurado hijo al lado de su hija política y sus nietos, inconsolables por el bárbaro crimen. La escena que se desarrolló entre el padre del señor Calvo Sotelo, la viuda y sus hijos, fue emocionantísima y desgarradora.
EL DIFUNTO HABÍA CONFESADO HACE UNA SEMANA. REGALO DE UN AUTOMÓVIL BLINDADO
El señor Bau, amigo íntimo del señor Calvo Sotelo, refirió ayer a los periodistas que un día de la semana pasada habían salido ambos del Congreso para confesar en una iglesia próxima. Refirió también que en estos últimos días los amigos del señor Calvo Sotelo le habían acompañado a las pruebas de un automóvil blindado que le habían regalado entre varios para garantizar su seguridad personal. Hace también muy pocos días los señores Bau y Calvo Sotelo habían estado en la Dirección de Seguridad y en el Ministerio de la Gobernación.
LOS DEUDOS DEL SEÑOR CALVO SOTELO REFIEREN NUEVOS PORMENORES DEL SUCESO
Algunos informadores que estuvieron en el domicilio del finado, pudieron conocer de labios de sus familiares, detalles que restablecen la verdad, acerca de varios extremos.
El que abrió la puerta a los secuestradores fue el propio señor Calvo Sotelo, a quien acompañaba el "botones" al servicio de la casa. Entraron violentamente en el domicilio del jefe del "Bloque", más de doce personas. Desclavijaron el teléfono del despacho para que no pudiese funcionar. El señor Calvo Sotelo se resistió a cumplir las órdenes que le daban los recién llegados. Pero a la vista del carnet que le presentaba uno de ellos, el señor Calvo Sotelo cedió, confiándose a la caballerosidad y honor de quien le mostraba el documento de identidad. En esa confianza y oída la respuesta que le dieron los guardias de servicio en la casa, que aseguraban conocer a las personas que subieron a ella, el señor Calvo Sotelo se vistió y preparó su maletín, siempre bajo la vigilancia de algunos de los llegados, que tenían montadas sus pistolas. Los secuestradores no toleraron que se acercasen al señor Calvo Sotelo ni su mujer ni sus hijos. Sólo cruzó el político asesinado estas palabras con su esposa: "Si no me pegan cuatro, tiros, ya sabrás de mí".
Al salir a la calle el señor Calvo Sotelo; se le acomodó en la banqueta del conductor de la camioneta, entre éste y otro individuo. Viendo que quien le mostró el carnet no subía, le dijo; "¿Pero usted no viene, conmigo?" Seguidamente, el citado individuo subió al camión y se colocó detrás del señor Calvo Sotelo.
No es cierto que la señora del señor Calvo Sotelo saliese a la calle, ni que hablase con los guardias de servicio, ni con el sereno.
La afligida dama se limitó -luego de haberse llevado a su marido-, una vez arreglado el aparato telefónico, a hablar con sus hermanos políticos, con el conde de Valle Paño y el señor Amado, a quienes enteró de cuanto ocurría.
EL CHOFER DE LA CAMIONETA ES IDENTIFICADO POR VARIOS TESTIGOS
El chófer de la camioneta número 17, Florencio Mayo Cambronero, retenido e incomunicado desde los primeros momentos, ha sido reconocido como el que la conducía en el momento de llegar a la puerta del domicilio del señor Calvo Sotelo.
Este reconocimiento lo han practicado el portero, el "botones" de la casa del señor Calvo Sotelo y la criada. Los guardias que estaban en la puerta han añadido, para dar fuerza a su reconocimiento, que cuando llegó la camioneta, como conocieran al chófer por su nombre, hablaron con él. El detenido, a pesar de todas estas manifestaciones de los testigos, continúa insistiendo en que él dejó la camioneta a las once, se acostó y lar recogió a las cinco. También están detenidos e incomunicados, como aquél, los guardias Antonio Oñate Escribano. y Andrés Pérez Molero. Los tres han pasado, por disposición judicial, a la cárcel.
La Cruz : diario católico Año XXXV Número 11369 - 1936 julio 16
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